"No sé cómo describirlo. El número uno ha sido un objetivo desde que tenía 13 ó 14 años. Recuerdo que escuché una historia en la radio de mi entrenador de 'swing', Eduardo Celles, y él me preguntó cuáles eran mis objetivos y mis ambiciones, y recuerdo haberle dicho, creo que tenía entonces 13 ó 14 años, que era ser el mejor jugador del mundo, y eso es lo que me propuse ser", señaló Rahm en declaraciones recogidas por la web del Circuito Europeo.

El de Barrika confesó que era "bastante surrealista" pensar que aquel sueño "ha sucedido así de rápido, en menos de 10 años". "¿Cuántas personas llegan a lograr un sueño de toda la vida a esta edad? Es increíble", recalcó.

"Cada vez que puedo unir mi nombre a la historia,es muy singular. 'Seve' es un jugador muy especial para todos nosotros, y ser el segundo que lo consigue aquí después de él, es un verdadero honor. Y que no haya muchos europeos que hayan llegado a este lugar, hace que sea una sensación bastante única, así que voy a disfrutarlo por un tiempo", subrayó.

Rahm celebró haber tenido "una de las mejores actuaciones" de su carrera vida. "El sábado fue probablemente una de las mejores rondas de mi vida y hoy terminé con algunos altibajos", añadió.

El jugador se acordó de las dos personas que ha perdido durante la pandemia, su abuela y una tía de su madre, aunque no por el coronavirus. "Eso demuestra que hay cosas más importantes en la vida que lograr lo que he conseguido. Espero que podamos superar esto, que todos podamos estar lo más seguros posible y volver a la vida lo más normal posible lo antes posible. Pero también mi hermano tuvo su primera hija y ahora he logrado esto, así que creo que tenemos muchas razones para disfrutar los próximos días", resaltó.

El de Barrika admitió que las condiciones de juego del día decisivo era "difíciles" y que por ello sabía que no iba a jugar 18 hoyos "perfectos". Su peor momento llegó en el 16, justo después de embocar un magnífico 'chip', pero las cámaras captaron que anteriormente, sin querer, había movido su bola y fue penalizado con dos golpes, aunque supo rehacerse para ganar con solvencia.

"Las reglas del golf son claras y si lo hubiera visto, habría dicho algo. Quiero que todos lo escuchen: se movió. Es una pena, pero se movió, acepté la penalización, y aún así no cambia el resultado del torneo. Esto lo que demuestra es que nunca se sabe lo que va a pasar, así que me alegro de haber superado los dos últimos altibajos porque si no, más la penalización, tal vez Ryan (Palmer) habría terminado fuerte y habría ido a un desempate", sentenció.