El 8 de marzo se jugó el último festival de pelota a mano profesional de la Liga de Empresas. Fue en el frontón Bizkaia de Bilbao. En el estelar de la función renació el mejor Aimar Olaizola en la primera jornada de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas. Era el momento de la verdad. El goizuetarra fue dueño y señor junto al joven Aitor Aranguren, sustituto de Mikel Urrutikoetxea, dañado en las manos. Era el Día D, cuando quedan patentes los galones del deportista curtido, entrado en inviernos y veranos. Alambrado el torneo en la primera mitad, cuando pintaban bastos, los campeones de 2016 dieron la vuelta al calcetín para terminar colándose en semifinales por la vía del play-off. Parece que fue hace un siglo. No. Fue hace un mes. “El confinamiento me ha pillado en mi mejor momento”, revela el goizuetarra. “Nos ha dado mucha pena, porque Urrutikoetxea ya estaba mucho mejor y más cómodo en la cancha, mientras que, en mi caso, hacía tiempo que no tenía ese juego. Me estaba encontrando muy a gusto, la pelota me salía muy rápida y con confianza. Habrá que intentar pillar otra vez ese punto cuando volvamos”, agrega el segundo de la saga Olaizola.

Tiene claro el veterano de Baiko Pilota que “habrá que ver cuándo acaba el confinamiento y luego habrá que terminar el Campeonato de Parejas, porque es el torneo más largo de todos y creo que lo lógico sería terminar después de cuatro meses y pico de competición y a falta de solo tres partidos -dos jornadas de la liguilla de semifinales y la final-”. “Sería bueno que, si terminara todo esto, pudiéramos empezar a jugar en junio o así. Estaría perfecto jugar entonces lo que queda del Parejas y luego empezar con el verano, pero poco a poco se está viendo que esto va para más largo”, explica el campeón navarro. En sus ecuaciones, el Manomanista queda lejos. Sea lo que sea, Aimar piensa que “hay que ir poco a poco”. “Las condiciones son iguales para todos. En cualquier caso, todos somos personas y la pelota es importante, pero lo más importante ahora es la salud y hay que esperar a ver qué dicen las autoridades”, reitera Aimar.

El delantero aprovecha que tiene “espacio” en su domicilio de Hondarribia, que comparte con su mujer, en el final de su embarazo de gemelas, y sus dos hijos, Irai (8 años) y Joan (de 4), para ejercitarse. Mete caña a la bicicleta estática, más de lo que lo hace “habitualmente”. “Al principio, se hace raro, pero, teniendo en cuenta la gravedad que está adquiriendo el tema y como se ha dicho que no hay que salir, lo mejor es quedarse en casa. En mi caso tengo la suerte de tener bastante sitio para poder estar con los críos fuera de casa, en el jardín, y lo estoy llevando bastante bien”, determina el pelotari de Baiko, quien desbroza que “puedo hacer algo de entrenamiento, mientras que otros pelotaris casi no tienen sitio y, si no tienes espacio ni las herramientas que necesitas, es imposible. Por eso lo estoy llevando bastante bien, aunque el problema está en que no podemos jugar a pelota. Manos puedo hacer en el garaje, pero es distinto”. Se ejercita a diario y pasa todo el tiempo “jugando con los críos a pelota o a fútbol”. No obstante, al puntillero no le preocupan demasiados sus manos, ya que no suele tener “problemas”.

Además del barbecho competitivo que está pasando la pelota profesional al completo, la semana pasada se completó un parón económico total. La Liga de Empresas está sometida a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). “Hay que tener en cuenta que es una situación que ha venido de la nada, que nadie pensaba que iba a pasar. Si una empresa no tiene ingresos, es normal que no pueda seguir como antes”, expresa Olaizola II, quien prosigue que “veo muy lógico lo que han decidido. De parte de los pelotaris no ha habido ningún problema en entenderlo y la empresa se ha explicado muy bien desde el principio”.

Y parece que la situación no vaya a mejorar en un futuro cercano. Para empezar, el estado de alarma seguirá vigente hasta el 26 de abril. Después, no se sabe qué pasará. “Creo que vamos a estar más tiempo en casa de lo que la gente se piensa y, cuando termine esto de estar confinados, habrá que ver cómo empieza a funcionar todo. En nuestro caso, para jugar partidos en recintos pequeños en los que va mucha gente, parece complicado, pero eso ya lo decidirán las empresas y las autoridades”, finaliza Olaizola.

“Veo lógico el ERTE de Baiko. Si una empresa no tiene ingresos, es normal que no pueda seguir como antes”

“El confinamiento me ha pillado en mi mejor momento en el Campeonato de Parejas”

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