Bilbao - Javier Fernández (1991, Madrid) lo ha ganado todo. Es bicampeón del mundo, tiene siete oros europeos, dos bronces mundialistas y otro olímpico. Fue el patinador artístico más laureado del planeta y consiguió colocar un deporte tan minoritario en portadas, telediarios y mapas. Pero con apenas 27 años decidió dejarlo todo, marcharse en lo más alto, justo cuando volvía a tocar la cumbre, para volver a disfrutar de su deporte como lo hacía de niño. Sin calificaciones ni piruetas obligadas. Con sus acordes favoritos. Justo como lo hacía antes de que las medallas nublaran su forma de ver la vida. Sin embargo, ayer, apenas un año después de que anunciara su retirada de la competición, se le pudo ver deslizándose con ligereza sobre la pista de hielo instalada en El Arenal bilbaino. Porque Javier Fernández avisó de que iba a dejar de competir, pero no de patinar. Y eso es lo que hizo ayer rodeado de niños y jóvenes con discapacidad. Porque ahora el madrileño quiere aprovechar su figura mediática para defender el deporte inclusivo, poniendo en valor el trabajo y el esfuerzo, casi siempre omitidos, que realizan las personas con discapacidad. Así, Fernández se lanzó a la pista navideña acompañado de unas decenas de bilbainos que pudieron disfrutar, de la mano del mejor profesor, de una clase de patinaje artístico. Una iniciativa solidaria que el madrileño reconoce que “de seguir compitiendo, a lo mejor no tendría la oportunidad de hacer. La competición era una gran parte de mi vida, pero ahora esto es una gran parte de mi vida. Entonces, sí que echo de menos algunas cosas como los entrenamientos, los técnicos, los compañeros... Pero ahora mismo no cambiaría la competición por esto”.

De esta forma, en la pista de El Arenal se mezclaron las piruetas de Fernández con los tropiezos y las caídas de unos niños que debutaban sobre el hielo. “¿Cuál fue tu primer título?”, le preguntó un joven. Y el bicampeón se puso a pensar: “Jo, pues la verdad es que no me acuerdo, era muy pequeño”. Aunque después, echando la vista atrás, recordando todos sus trofeos y medallas, el madrileño admite que “el primer título importante fue el Campeonato de Europa, ese fue mi primer gran título que conseguí”. Y, de hecho, también fue el último. Porque Fernández decidió cerrar su trayectoria en lo más alto del podio continental, logrando lo que nadie había conseguido desde hacía 84 años: un séptimo oro europeo consecutivo. Con todo, al patinador madrileño no le cuesta echar la vista atrás, está contento con su pasado; pero su presente también le apasiona: “Personalmente me siento bien, he tenido una gran carrera deportiva y siento que lo que hago es lo que quiero hacer. Me retiré porque quería hacerlo, no hay nada que quisiera hacer que no haga. Me quedo con la importancia de haber sido altavoz en mi deporte”.

Y, por todo ello, Fernández mira al futuro con ambición: “Espero que en 2020 sigamos con todos los proyectos que estamos haciendo, que todo funcione como lo ha hecho este año y explorar mundos nuevos. Deportivamente espero seguir con los espectáculos, que sean tan exitosos como este año; y con el fomento que estamos haciendo del deporte sobre hielo”. Y es que es Revolution on Ice, el espectáculo que el madrileño protagoniza, el que le ha traído a Bilbao y con el que quiere promover la actividad deportiva entre las personas con discapacidad: “El patinaje es un deporte en el que al fin y al cabo te caes, pero en el que después de caerte te levantas. Y ese es el mensaje que queremos transmitir, que el patinaje puede ser para todas las personas, que es necesario poner facilidades para que todo el mundo pueda practicarlo, ya sea en hielo, ya sea en plástico sintético”.

Acto solidario De esta forma, el acto solidario de ayer, en el que también participaron el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el concejal de Desarrollo Económico, Xabier Ochandiano, quedó encuadrado dentro de la gira de su espectáculo Revolution on Ice, que tendrá lugar en Bilbao el próximo día 14. “Poder disfrutar de este deporte con chicos con alguna discapacidad es algo completo. Aparte, nuestro espectáculo es una exhibición que fusiona el patinaje con la música en directo y las acrobacias y que cuenta con grandes artistas y grandes patinadores”, aseveró Fernández.