BILBAO. La oferta saudí era conocida desde hace meses y levantó la crítica unánime de las organizaciones de Derechos Humanos y también la del Gobierno español. Luis Rubiales, sin embargo, ha intentado justificarse disfrazando el negocio como una oportunidad única para poder cambiar las costumbres atávicas del país, comenzando por lo más inmediato: las mujeres podrán acudir a estos partidos libremente y sin restricciones. Desde hace unos meses, las mujeres pueden asistir a los partidos de fútbol, pero en zonas restringidas y acompañadas de familiares masculinos.

El sorteo, efectuado ayer y en teoría puro, emparejó en semifinales al Valencia con el Real Madrid y al Barcelona con el Atlético, con lo cual se dibuja la oportunidad de otro clásico en la final de un torneo intranscendente, pero que ahora toma vuelo con la nueva fórmula, el escenario y sobre todo la recompensa económica.

Barça y Atlético de Madrid participan por ser los dos primeros clasificados de la Liga 2018-19, el Valencia, como campeón de la Copa, y el Real Madrid por ser el semifinalista de Copa con mejor historial, ya que los azulgrana acuden por su condición de subcampeón del torneo copero.

Los partidos se disputarán en estadio Rey Abdullah de Yeda, la segunda ciudad en importancia del país, con capacidad para 62.000 espectadores.

En la ceremonia del sorteo estuvo presente el príncipe saudí Abdullaziz bin Turki Al-Faisal; y a su vera Luis Rubiales, que calificó esta Supercopa como la “más emocionante de la historia” y sobre todo se aventuró a pronosticar que unos simples partidos de fútbol, de escasa relevancia, serán capaces de dejar “un gran legado para la transformación del país” árabe.

“Hoy puedo asegurar que mujeres y hombres acudirán en igualdad. Casi todo el interés a nivel económico ha sido similar pero para nosotros representaba un reto. Vamos a liderar un plan formativo muy ambicioso y el comienzo de una competición domestica femenina”, enfatizó Rubiales.

El príncipe Abdullaziz no quedó a la zaga en las buenas palabras y afirmó que el torneo será “un gran momento en la transformación” de su país, donde el fútbol es un elemento de “unión, que enriquece a la sociedad y mejora la comprensión mutua”.

La Liga italiana también ha seguido la misma línea, con la organización en Riad, la capital de Arabia, el próximo 22 de diciembre de su Supercopa, entre Juventus y Lazio.

DARDOS A LALIGA

Rubiales también puso énfasis en el otro lado amable que reportarán los petrodólares, ya que el dinero que se queda la RFEF irá destinado a los clubes modestos.

Tratándose de un torneo oficial que se juega fuera del Estado español tampoco faltó el posible agravio por parte de la Federación hacia LaLiga en su empeño de organizar un encuentro en Miami, aspiración que ha combatido con determinación Rubiales en uno de los numerosos episodios de confrontación con Javier Tebas.

Luis Rubiales insistió en que “la Supercopa es la única competición que se puede jugar fuera de España”, dijo, apelando a la normativa de la FIFA. La pretensión de LaLiga de llevar partidos a Estados Unidos y la prohibición por parte de la RFEF se dirime en los tribunales de justicia, donde esta misma semana se decidirá si se puede llevar a cabo el nuevo intento, un Villarreal-Atlético en Miami, el próximo 6 de diciembre.

En Arabia Saudí están restringidos severamente la libertad de expresión, según Amnistía Internacional. La tortura bajo custodia continúa siendo práctica habitual y, pese a limitadas reformas, las mujeres sufren discriminación sistémica: necesitan autorización de un tutor varón para matricularse en la enseñanza superior, buscar empleo, viajar o casarse y carecen de protección adecuada contra la violencia sexual. La pena de muerte sigue vigente y se aplica con ejecuciones.