París - Rafa Nadal avanzó sin problemas a cuartos de final de Roland Garros al derrotar al argentino Juan Ignacio Londero, mientras que Garbiñe Muguruza se despidió del torneo al perder contra la estadounidense Sloane Stephens. Nadal disputará esa ronda por decimotercera vez en su carrera en París, un récord que puede ser igualado hoy por Novak Djokovic.

Un día antes de festejar su 33 cumpleaños, el de Manacor consiguió su victoria 90 en Roland Garros, por 6-2, 6-3 y 6-3, ante un rival debutante en un Grand Slam en un torneo en el que solo ha perdido dos partidos y que aspira a conquistar por duodécima vez. De paso, sumó sus trigésimo octavos cuartos de final en un Grand Slam, lo que le convierte en el cuarto tenista que más veces lo ha hecho en todos los tiempos, algo que hasta ahora compartía con el australiano Roy Emerson.

Solo le superan Roger Federer, que logró ayer su quincuagésima cuarta presencia en cuartos de un grande, Djokovic, que puede alcanzar sus cuadragésima cuarta, y Jimmy Connors, que lo hizo en 41 ocasiones. Nadal destacó la importancia de un triunfo logrado en condiciones difíciles, con el termómetro rondando los 30 grados, pero, sobre todo, con un viento endemoniado que hacía difícil controlar los golpes. “Para el día que hacía he hecho un buen partido, con pocos errores, sólido”, dijo el balear.

Nada más abandonar la pista central Nadal, la ocupó Muguruza en busca de sus quintos cuartos de final en un torneo en el que venía dejando buenas sensaciones. Pero la caraqueña se topó con una rival de mucho peso, finalista de la pasada edición y en un buen momento de forma, que acabó derrotándola por 6-4 y 6-3. Brillante hasta esta ronda, Muguruza se vio superada por la 7 del mundo, ganadora del Abierto de Estados Unidos de 2017 y semifinalista esta temporada en Madrid. Y eso que el partido había comenzado con buenos augurios para Muguruza, que rompió de entrada el servicio de Stephens, ventaja que mantuvo hasta que en el sexto juego la estadounidense lo recuperó.

Eso desestabilizó a la vasco-venezolana, que ya no se apuntó su saque hasta el final del set. Stephens, una sólida tenista de 26 años que disputaba sus sextos octavos de final en París, pero que solo el año pasado había superado esa ronda, antes de caer en la final contra la rumana Simona Halep.

“Es una derrota dura” La estadounidense era el principal obstáculo que tenía por delante Muguruza, que había visto cómo sus potenciales rivales de peso habían caído en rondas anteriores. “Es una derrota dura, me había preparado bien, estaba jugando bien. Sabía que era una rival muy difícil. Pero me voy con una buena sensación”, dijo Muguruza, consciente de que tiene el nivel para ganar de nuevo un Grand Slam pero que debe mejorar “tres detalles”.

“No tengo que demostrar nada, he conseguido grandes cosas, tengo que olvidar eso y seguir trabajando para recuperar esas sensaciones. Voy logrando buenos resultados con paciencia, sigo trabajando”, agregó Muguruza.