bilbao - David Ferrer lo intentó aplazar todo lo posible con el mismo espíritu guerrero que ha abanderado durante casi 20 años de carrera como profesional. Pero el día de su retirada llegó ayer, en el Mutua Madrid Open, en la pista Manolo Santana de la Caja Mágica sobre la que quedó la última cinta de pelo que el alicantino utilizó para contener su sudor. Ferrer había diseñado su retirada para que tuviera lugar en el torneo madrileño, no más allá, aunque sea una cita que nunca ha podido ganar. “He dado todo a este deporte, pero no puedo dar más”, confesó en la emotiva ceremonia de despedida y homenaje que le tributaron el público y todos sus compañeros.

Efectivamente, ha sido así porque Ferrer ganó a Roberto Bautista en primera ronda y ayer luchó todo lo que pudo ante Alexander Zverev que le derrotó por 6-4 y 6-1. El de Jávea dio batalla en el primer set, pero su rendimiento físico no dio para más. En realidad, con sus 37 años hace ya unos años que se dio cuenta de que ya no podía alcanzar su máximo nivel, ese que le llevó a ganar 27 títulos en el circuito de la ATP, el quinto tenista en activo más laureado por detrás, claro, de Federer, Nadal, Djokovic y Murray, ese Big Four que le ha apartado de un palmarés mucho más brillante.

Porque David Ferrer representó siempre el afán luchador, el de superarse ante rivales seguramente mejor dotados. Considerado al inicio de su carrera como un especialista en tierra batida y después de templar un carácter extremadamente competitivo e impaciente, el alicantino se convirtió en un tenista completo que llegó a estar siete años entre los diez primeros del mundo, fue tercero en julio de 2013 y que llegó al menos a cuartos de final en los cuatro grandes. La final de Roland Garros de 2013 ante Rafa Nadal fue su pico, pero también llegó dos veces a semifinales en el Abierto de Australia y otras dos en el US Open. Además, fue finalista en el Masters en 2007 ante Roger Federer y campeón del Masters 1000 de París-Bercy en 2012, ambos en pista cubierta. El suizo es el único de los cuatro grandes al que no ha podido ganar Ferrer, que cierra su carrera con 726 victorias y 368 derrotas y la sensación de que ha dado todo lo que podía. “Estaba muerto. He intentado todo desde el principio, pero luego él se ha apoderado de la pista. Lo di todo y estoy muy feliz y orgulloso de mi carrera”, resumió tras su último partido, el que le lleva al reposo del guerrero.

buen debut de nadal En el resto de la jornada, se produjo el debut de Rafa Nadal, que rindió a buen nivel ante Felix Auger-Aliassime. “Ahora siento la energía otra vez y eso es de lo más importante en la vida. Eso hace dos semanas no lo tenía”, comentó el balear, que dominó a su rival a partir del 3-3 del primer set gracias a su efectividad con el servicio, que solo perdió cuando sacaba para ganar en el octavo juego del segundo. Su rival hoy en la tercera ronda será otro joven, el estadounidense Frances Tiafoe, al que ya venció en el Abierto de Australia.

Fernando Verdasco firmó una brillante triunfo a costa de Karen Khachanov y Juan Martín del Potro cayó en su reaparición ante Laslo Djere. Hoy se celebra una gran jornada con otros duelos de altura como Fognini-Thiem, Nishikori-Wawrinka o Federer-Monfils.

Entre las mujeres, Kvitova y Bertens reeditarán en cuartos la final del año pasado. Completan esta ronda el Halep-Barty, el Osaka-Bencic y el Stephens-Martic.