LA LEB Oro no hace distinciones y lo mismo abre sus brazos a jóvenes debutantes que, sobre todo, disfruta de veteranos que alargan sus carreras en un entorno en el que el físico no impone su dictadura y aún es posible desplegar en la cancha el conocimiento del juego que dan el talento y la experiencia. Hoy coincidirán dos de esos jugadores que acumulan más de 600 partidos como profesionales. Urko Otegui y Javi Salgado, compañeros en varias ocasiones con la selección de Euskadi, son los jefes del Palencia y el Bilbao Basket, las dos referencias emocionales y deportivas de dos proyectos ambiciosos.

El base bilbaino, de 38 años, acumula la mayor parte de esos encuentros en la Liga Endesa, pero el ala-pívot pasaitarra (11-8-1981) logró hace un par de semanas convertirse a sus 37 años en el jugador con más partidos disputados en la LEB Oro tras superar a Jorge García, un ex del Bilbao Basket. 514 partidos acumula Otegui en una competición en la que aún esta temporada está en promedios similares a los del resto de su carrera en la que ha habido cinco ascensos a la Liga ACB. Su trayectoria en la máxima categoría se reduce a 98 partidos, que sumados a los anteriores da una cifra muy meritoria, sobre todo para un jugador que no se inició en el baloncesto hasta los 16 años. Hasta ese momento, apuntaba a integrar las tostas de Koxtape, pero su complexión física le condujo a un deporte más adecuado que meterse dentro de una trainera.

Pese a que empezó en el Askatuak, Urko Otegui, al contrario que Salgado, no ha podido ser profeta en su tierra ya que su camino y el del Gipuzkoa Basket en la élite solo se cruzaron durante un mes. Menorca y Palencia, con siete temporadas en cada una, han sido los lugares donde el guipuzcoano ha sacado lo mejor de su repertorio. Ahora en la ciudad castellana es el jefe del vestuario, el alma de un equipo en el que ejerce de padrino de otro giputxi, Aitor Zubizarreta, sin dejar de ser importante. De hecho, tras batir el récord de partidos se perdió los dos siguientes y su equipo perdió ambos.

Aunque no se pone fecha de caducidad, Otegui intuye, como confesó recientemente en Noticias de Gipuzkoa, que su final está cercano y su mayor deseo sería dejarlo con el Palencia Baloncesto en la ACB, esta vez de verdad. Después, quizás vuelva a Menorca donde puede explotar su título de patrón de barco. Hasta ese momento, Urko Otegui, que cada vez que está en la cancha juega “para ganar”, pero también tiene claro que “un buen ambiente en el vestuario es esencial”, tiene mucho que decir en la LEB Oro.