ALADIS Galarza (Baraibar, 1990) le pilló por “sorpresa” que le llamaran de Aspe cuando se le iba a terminar el contrato con Asegarce. El zaguero navarro recibió la notificación de la escuadra eibarresa en septiembre, ya que la bilbaina no tenía intención de prorrogar su vinculación. El 1 de octubre dio el pistoletazo de salida a su nueva andadura, que se alargará en principio hasta diciembre de 2019. Poco más de un mes después, salió a la luz que Aspe contaba con él para el Parejas, la cita más importante del curso para los zagueros. Fue alineado con Joseba Ezkurdia y será su tercera participación como titular. La escuadra eibarresa le dio “confianza” y el guardaespaldas de Baraibar pasó de no tener posibilidades de renovar a estar entre los cuatro mejores de la plantilla en su demarcación.

Los rectores de Aspe le unieron con el reciente ganador del Cuatro y Medio para componer un dueto pegador que, si bien no consiguió el triunfo en la primera jornada en Amezketa, dio una imagen rocosa en el frontón Larrunari. “Hicimos un partido bastante largo y duro. Me encontré bastante bien”, revela Galarza, quien admite que la pena fue “la derrota”. “Me quedé con buenas sensaciones y nos sentimos muy fuertes. Sobre todo, en la segunda parte estuvimos bien físicamente. Es importante que, a pesar de no ganar, podíamos haber aguantado más. Hemos empezado el Parejas con una paliza importante”, desgrana el guardaespaldas. Y es que, Altuna III-Martija tuvieron que sudar para vencer 22-19 después de 80 minutos de juego y 751 pelotazos. “Nos quedamos bastante sorprendidos, ya que nosotros pensábamos que habíamos dado solo 600. El frontón era complicado y realizamos un buen trabajo”, revela Ladis.

Ezkurdia y Galarza tratarán de desquitarse el sábado en el Val d’Hebron de Barcelona ante Elezkano II-Rezusta, que perdieron en su primer choque ante Irribarria-Zabaleta. “Son los finalistas del año pasado, son zurdos y tienen mucho peligro”, afirma Galarza, quien recita que “Beñat te deja algo más de pelota en la derecha, pero Zabaleta es más incómodo por el pelotazo que tiene a medio frontis. Siempre depende de cómo estén. Los dos zagueros son muy peligrosos”. En cualquier caso, la meta del dueto es “seguir en la misma línea”. “Después, los objetivos llegan solos. Es complicado ser regular durante cuatro meses, pero queremos seguir así”, desbroza.

Aunque hace tiempo que Ladis se siente “a gusto”, el cambio de piel le está viniendo bien y el regreso a Aspe -que calificó como una vuelta a “casa”, ya que debutó con ellos en 2009 y permaneció tres años en sus filas- le llena de “confianza”. “Me siento a gusto. Llevo unos meses estando bien. Eso sí, no he tenido muchos partidos en julio y agosto. Pero me encontraba bien. Considero que ahora sí que estoy más maduro”, relata Galarza. La clave habita en las horas de frontón, donde el manista pone el foco para valorar cada uno de sus pasos hacia arriba. La transformación se empareda en entre el frontis, la pared izquierda y el rebote. “El frontón siempre aporta confianza. Por otro lado, es muy importante estar a gusto y que te den seguridad”, define. Y en la promotora eibarresa está sacando lustre a un nuevo perfil. “Volver a Aspe me ha dado mucha confianza. Da gusto que te valoren y hasta sorprende. Estoy muy a gusto con ellos”, manifiesta el de Baraibar.

La sorpresa y la alegría “Me pilló por sorpresa que me llamaran de Aspe”, declara Ladis Galarza. Además, fue una “gran alegría”. “En Asegarce estaba jugando muy bien en los últimos partidos, pero no tenía demasiadas oportunidades. La noticia del regreso no solo me sentó bien a mí, sino también a mi entorno. Estoy muy agradecido”, señala Galarza, que apostilla que “en todos los partidos voy a intentar dar mi mejor versión. Estoy encantado tener a Joseba Ezkurdia como compañero. Mi intención es dar el máximo y salir con tensión”.

Respecto a la senda que transita, el zaguero cuenta que “es necesario seguir una línea y mantenerla. Los zagueros pegadores, además, necesitamos una maduración. Son esenciales unos partidos para tomar el tono. Estoy contento y sorprendido por cómo estoy respondiendo”.

El de Baraibar actualmente trabaja con el grupo de Aspe en Iruñea y realiza el tajo físico con un “amigo”. “El aspecto físico no lo he cambiado mucho. Vengo realizando un trabajo similar al que hacía antes en Asegarce”, asevera Ladis Galarza, quien remacha que “estoy encantado con los compañeros de las dos empresas. Con todos me siento muy cómodo”.