eL Torneo Cafés Baqué de mano aficionada es una competición que huele a pelota añeja. Es raíz en un mundo en el que todo pasa a velocidad de vértigo. El Baqué se acomoda en el camino de la tranquilidad, del diván de las edades tempranas, en busca del florecimiento de los mejores manistas vizcainos, que buscan un título que ya ganaron figuras que se fajan en la élite del profesionalismo. El músculo de la cita cafetera proviene de la construcción, palmo a palmo, de unos chavales en formación que encuentran la horma de su zapato en un frontón. Zeanuri, una localidad de 1.252 habitantes, ha encontrado El Dorado. El club del municipio cuenta con cuatro muchachos en las semifinales -Maren Emaldi, Danel Beitia, Anton Erkiaga y Beñat Etxeita-, demostrando el poder de su propuesta en una modalidad deportiva que pelea con el fútbol o el baloncesto para encontrar su particular radio de acción. Zeanuri es sinónimo de pelota. “En el frontón descubierto que tenemos en la plaza del pueblo siempre hay gente jugando, ahí puede estar la clave. Además de entrenar en sus sesiones con el equipo de Joko Alai, los jóvenes meten más horas todavía. Los padres, además, lo viven y nos apoyan mucho”, determina Iñigo Atutxa, entrenador del club zeanuriztarra, que dispone de un total de “treinta o 35” manistas. De la cantidad sale la calidad. “Estamos muy contentos de los números que tenemos”, remacha.
En cualquier caso, la receta del éxito viene por el “trabajo”. “Estamos programando entrenamientos prácticamente todos los días de la semana. Sin meter horas, no llegan los frutos”, argumenta Atutxa, quien considera que otra de las virtudes del club, conscientes de que la excelencia llega por camadas, es que “nunca hubo equipo de fútbol en el pueblo hasta hace unos años. Ahora tenemos que competir con ello, lo bueno es que muchos chavales se decantan por la pelota”. El milagro se alimenta del tajo. Además, todos los manistas del club son de Zeanuri, excepto Olibares, nacido en Arrigorriaga pero cuyos abuelos son de la localidad.
“Aunque tengamos cuatro representantes en las semifinales, vemos todas las eliminatorias al cincuenta por ciento. Tenemos opciones de ganar y de perder en todas las eliminatorias”, determina el técnico de Joko Alai. En cadetes se producirá un doble enfrentamiento entre Zeanuri y Orozko en el frontón Olaburu de Iurreta hoy, a partir de las 19.00 horas. Danel Beitia (14-VIII-2003) pugnará con Arbaiza y Maren Emaldi (21-V-2003) hará lo propio con Olaizola.
“El duelo entre Emaldi y Olaizola es una final anticipada. Los dos andan con muy buen nivel. Maren parece un pegador, pero tiene mucha calidad en el remate. Se enfrenta a un pelotari rocoso”, explica el técnico. El zaguero zeanuriztarra es uno de los más destacados del campo cadete, pero Danel Beitia, hijo de aizkolari, ha “crecido” mucho en la última campaña. “Siempre ha estado a la sombra de Erkiaga y Emaldi, pero está echando cuerpo, tiene buenas piernas para defender y chispa. Arbaiza será un rival duro”, define Atutxa.
En juveniles, a juicio del entrenador, Beñat Etxeita (6-IV-2001) partía como favorito a la txapela al comenzar el Baqué, pero los “problemas de manos” le están lastrando. Su rival es Hormaetxe. “Beñat es técnico y va muy bien de volea y en defensa”, afirma el técnico. En la otra orilla está Anton Erkiaga, campeón en cadetes en 2017. El delantero de Zeanuri (20-X-2003) ni siquiera ha cumplido los quince años y batalla contra un rival, el ortuellarra Cortázar, mayor y más potente en una categoría superior a la suya. “La mano izquierda de Erkiaga llegará justa, pero si alguien puede darle la vuelta a la situación es él. El saque será fundamental frente a un zurdo”, remacha Iñigo.
NO ES FLOR DE UN DÍA Por otro lado, entre las ilusiones de Zeanuri está levantar las txapelas del Interpueblos y el Berria. Lo que significaría un premio a la formación. Markina-Xemein, intratables en Bizkaia, es el espejo en el que mirarse y la piedra de toque. “Este año vamos a por el título. En las dos últimas ediciones nos hemos encontrado con los markinarras antes de la final y eran los que más daño nos podían hacer. También influye la suerte en las eliminatorias”, agrega el entrenador de Joko Alai. “Nos vemos con posibilidades. Además, le damos mucho valor a que todos los nuestros son del pueblo. No hay fichajes”, finaliza Iñigo Atutxa.