alicante - En el nuevo diseño de un centro del campo que rebaja el toque ya sin el genio Andrés Iniesta, apareció ante Inglaterra, el sábado, como novedad Saúl que dio en Wembley una exhibición de sus virtudes. Jugador con presencia en todas las zonas del campo, que salva acciones de peligro del rival en propia área y las genera en la contraria con una llegada por sorpresa de segunda línea que se convirtió en el primer tanto de la era Luis Enrique. Fue el futbolista que más disparó sobre portería rival. Una muestra de que la selección española tenía en el banquillo en la fatídica tarde en Moscú, que costó la eliminación en octavos de final ante la anfitriona Rusia, una solución al toque sin profundidad en la que cayó con su rival encerrado en su terreno.

Por eso ayer, con la expedición española de regreso de Londres para comenzar a preparar en Alicante el partido de mañana de la Liga de Naciones ante Croacia, la subcampeona del mundo, el centrocampista del Atlético de Madrid se convirtió en la referencia, si bien el jugador quiso quitarle importancia a su actuación.

Saúl Ñíguez habló ayer sobre lo que le ha pedido Luis Enrique Martínez. “No me pide nada extraño, que trabaje para el equipo y que tenga llegada en el área”, comentó el centrocampista ilicitano. Saúl negó que se sintiera un jugador “fundamental” en la selección, ya que recordó que solo lleva once partidos con España y desveló que está satisfecho con el rol que tiene. “No necesito más minutos para sentirme importante”, afirmó el centrocampista del Atlético de Madrid, que no quiso valorar si ha llegado su momento de ser titular en la selección.

Saúl tampoco quiso opinar sobre su nula participación con la selección en el pasado Mundial de Rusia y se limitó a señalar que “no es el momento de hablar del pasado”. “Es verdad que le di muchas vueltas durante el verano, pero el pasado ya no importa”, añadió Saúl, quien dijo haber vivido una “experiencia inolvidable pese a su suplencia”, reiteró.

dinamarca ‘buena’ gana a gales Por otro lado, un doblete del centrocampista del Tottenham Christian Eriksen sometió a Gales, desprovisto de la precisión de Gareth Bale, y dio la primera victoria en la Liga de Naciones a Dinamarca (2-0), que afrontó el choque con su plantel profesional. El combinado danés recuperó la normalidad en el Ceres Park de Aarhus tras jugar el amistoso ante Eslovaquia del pasado jueves con jugadores de fútbol sala y futbolistas de las divisiones inferiores danesas. Además, Francia derrotó a Holanda (2-1) con goles de Mbappé y Giroud. - DEIA/Efe