Síguenos en redes sociales:

Patri Espinar y la paciencia

La de Usansolo busca con arrieta la txapela de la emakume master cup ante Arrizabalaga-Etxaniz en eibar

Patri Espinar y la paciencia

Eibar - Patri Espinar (Usansolo, 1985) cultivó la paciencia para escapar de una lesión de espalda que le arrebató la posibilidad de entrar en la primera edición de la Emakume Master Cup de parejas de pelota a mano femenina. Nueve vértebras tocadas le construyeron un futuro de fisioterapia y trabajo continuo fuera de los focos. La vizcaina, una de las pioneras de su disciplina, pelotari hasta el tuétano, tuvo que esperar. Tiempo. El reloj marcaba su rutina para volver al frontón, para volver a enfundarse el pantalón blanco y retomar su pasión.

Tuvo que decidir cuando llegó la opción de disputar en Colombia el Campeonato del Mundo de la CIJB de noviembre. Fue y ganó dos preseas de oro, una en one wall individual y otra, por parejas, con la mallabiarra Amaia Araiztegi. La gloria. A aquella cita le asomaron ciertas incertidumbres por cómo iba a llegar a la competición tras más de medio año de dolencia. “Me vacié”, desgrana la de Usansolo, todo genio y figura, manista con aroma añejo, viva y con gracia a la hora de terminar el tanto.

“En invierno decidí reservarme para el Mundial y en el anterior Parejas solamente pude jugar un partido por los problemas de espalda. Tenía ganas de llegar aquí”, confiesa la vizcaina, quien afirma que “tenía tres objetivos: jugar sin lesionarme, llegar a la final y, si podemos, ganarla. He cumplido ya dos de ellos”.

Espinar sufrió un “fuerte tirón” que le dejó la espalda bloqueada. Al examinarla le encontraron “nueve vértebras lesionadas, protusiones discales, desgastes y estenosis piramidal”. A partir de ahí, llegaron siete meses de trabajo diario, oscuro, para fortalecer la zona dañada. “Llevo muchas lesiones como deportista. Intento cuidarme en el gimnasio, en la actividad que realizo, en la alimentación... Controlo todo y me regulo”, certifica Espinar. “Uno de los grandes aprendizajes de un deportista es parar cuando estás lesionado. Cuando era más joven, lo llevaba peor. He aprendido poco a poco a frenar. Hay que verlo de modo positivo”, recita la pelotari de Usansolo. Así, regó la paciencia y “el control mental”. “Cuando eres más veterana, la cabeza te ayuda. Hay que encontrar equilibrio entre mente y cuerpo. En este momento, me veo bastante bien”, añade.

Antes de llegar a Colombia, seguía con dudas por la espalda. “Tenía mucho estrés. Saqué todo lo que tenía dentro y regresé con dos oros”, recuerda la vizcaina.

Respecto a la final del Emakume Master Cup del domingo, Espinar formará con la azkoitiarra Eneritz Arrieta ante las vizcainas y actuales campeonas, Olatz Arrizabalaga y Leire Etxaniz. La empresa es complicada y el Astelena de Eibar se tornará una buena piedra de toque a partir de las 11.30 horas. “Estoy muy a gusto con mi compañera. Cuando éramos niñas nos tocaba jugar en contra y, ahora, nos volvemos a encontrar”, remacha. “El escenario es inmejorable”, rezan todas las protagonistas, que ayer tomaron contacto con La Catedral.

La contienda por las txapelas se desliza como un duelo de estilos: el nervio de Espinar-Arrieta contra la fortaleza de Arrizabalaga-Etxaniz. El ambiente está asegurado: ya están preparados autobuses desde Etxebarria -pueblo de Etxaniz- y Azpeitia.

La abadiñarra Urien, en Primera La abadiñarra Ainhoa Urien será la protagonista vizcaina en la pelea de Primera. La pelotari, que jugó a mano de niña y se pasó a la pala, formará con la donostiarra Amaia Vicario contra las azpeitiarras Ohiana Orbegozo y Alaitz Badiola. “Tenemos mucha ilusión”, dice.