España93
Rusia85
ESPAÑA: Pau Gasol (26), Rubio (4), Marc Gasol (25), San Emeterio (8) y Navarro (2) -cinco inicial-, Rodríguez (16), Willy Hernangómez (0), Sastre (1), Oriola (5) y Juancho Hernangómez (6).
RUSIA: Shved (18), Fridzon (6), Ivlev (2), Khvostov (8) y Vorontsevich (10) -cinco inicial-, Mozgov (14), Antonov (2), Kulagin (10), Zubkov (8), Baburin (3) y Kurbanov (4).
Parciales: 21-13, 45-28 (descanso), 66-55 y 93-85.
Árbitros: Lezcano (ARG), Jasevicius (LTU) y Mazzoni (ITA). Eliminaron a Kurbanov.
Incidencias: Partido de la lucha por el tercer puesto del Eurobasket disputado en el Sinan Erden de Estambul ante 3.573 espectadores.
bilbao - España logró el bronce del Eurobasket, su novena medalla en los últimas diez ediciones del campeonato, duodécima en quince torneos, para cerrar un ciclo glorioso y despedir en el podio de los mejores a Juan Carlos Navarro, una leyenda del baloncesto cuyo final, al menos en lo individual, no está siendo legendario. Si alguien quería despedir a La Bomba como se merecía eran los dos Gasol, que tienen a su amigo Juanki casi como otro hermano. Entre Pau y Marc, que superó un amago de lesión, anotaron 51 puntos en los dos ayer para establecer las diferencias con Rusia. Ellos dos y Sergio Rodríguez (16 puntos, 9 asistencias), muy motivado ante sus futuros compañeros y rivales en su nueva etapa en el CSKA Moscú, se las arreglaron para manejar un choque en el que España mandó siempre en el marcador.
Las pérdidas de balón condenaron a los rusos desde el primer cuarto y permitieron a España coger un colchón en torno a los diez puntos que resultó un seguro de vida. La defensa de los de Scariolo logró desactivar a Shved y Rusia se quedó sin los puntos de su estrella y, sobre todo, sin su conexión con sus compañeros. Sergei Bazarevich decidió dejar a Timofey Mozgov de inicio en el banquillo en busca de más movilidad, pero sin el enorme pívot de los Lakers los Gasol encontraron más facilidad para recibir en buenas posiciones. Con San Emeterio muy decidido en ataque, España tomó ventajas que sirvieron para frenar las rachas de anotación de los rusos y llevar el partido con cierta tranquilidad. Rodríguez templó y mandó y los 17 puntos arriba al descanso obligaban a mucho a los rusos.
Tras el descanso, regresó Marc Gasol y enganchó otro racha de anotación que contuvo las intenciones de Rusia de ser más agresiva en defensa. Los campeones de 2015 no anotaban desde fuera, pero tampoco lo necesitaban. Quizás se confiaron porque el partido entró en una nueva fase justo cuando Bazarevich sacó del campo a Shved y Mozgov, sus dos referencias en el Eurobasket, para poner a los guerreros de la segunda unidad, un quinteto de jugadores que se podían confundir unos con otros.
Sin un base puro y sin un cinco, Rusia abrió el campo todo lo posible y creó problemas a la defensa española, que empezaba a acusar el paso de los minutos y dejaba demasiados espacios. Con gran espíritu y a golpe de triples, los exsoviéticos empezaron a recortar. Ricky Rubio salía eliminado por dos antideportivas, el perímetro de España caía en la blandura y, de repente, Rusia estaba a dos puntos (78-76) después de un triple de Zubkov.
pau gasol resuelve Era una situación de alarma y la resolvió Pau Gasol con dos canastas, la segunda de ellas tras rebote ofensivo que devolvieron la tranquilidad. Rusia, de nuevo, remó para morir en la orilla y a la desesperada no pudo anotar los triples que necesitaba para prolongar la incertidumbre hasta el último minuto, que sirvió para celebrar el bronce, que no era lo esperado pero es otra medalla para la colección, y para empezar a homenajear a Juan Carlos Navarro, que deja la selección 17 años después de su debut en Sydney 2000 y con 253 partidos internacionales.
España cierra este Eurobasket con un bronce y una solo derrota en nueve partidos, justo cuando se pensaba que era infalible. “Ya está, hasta aquí hemos llegado. Me produce mucha alegría despedirme con una medalla”, afirmó el jugador del Barcelona. Su retirada, la anterior de Calderón y alguna otra que pueda llegar anuncian un fin de ciclo por el simple paso de los años. El próximo torneo de selecciones, fuera de las polémicas ventanas que se ha inventado la FIBA y en la que este grupo de jugadores no estará, será en el Mundial de 2019. Por si acaso, Pau Gasol, que logró ayer su undécima medalla, mantuvo su compromiso con un grupo, ya mezcla de generaciones, que va sobrado de éxitos: “Mientras el cuerpo aguante hay que aprovecharlo. A ver lo que dura”.
Navarro, como resumen de su histórica carrera con la selección, admitió su emoción ya que “cuando empiezas nunca habría podido soñar siquiera en ganar tantas medallas. Pero nos hemos juntado una generación ganadora con un feeling increíble entre nosotros y esto da sus frutos. Viene por detrás gente con muchas ganas y talento, pero lo que hemos hecho en el transcurso de estos años será difícil de igualar”. El listón queda altísimo. Lo que ocurra a partir de 2019 es ahora mismo imposible de adivinar.