Bilbao - Ángel Nieto vivió deprisa, muy deprisa, siempre al manillar de alguna moto -Derbi, Bultaco, Kreidler o Minarelli, entre otras- lo que le permitió conseguir un hito deportivo único en la historia del motociclismo español al convertirse en el piloto más laureado de su historia, trece títulos mundiales, o mejor dicho, como a él le gustaba señalar por sus muchas supersticiones, “12+1”. Los caprichos de la vida han querido arrebatarle la misma, después de habérsela jugado durante tantísimos años, también al manillar de un vehículo, aunque fuese de cuatro ruedas, después de más de treinta años retirado de la competición.

Nieto falleció ayer por la tarde después de sufrir el pasado día 26 de julio un accidente cuando conducía en quad por la carretera de Santa Gertrudis, en Ibiza. Permaneció nueve días en coma. Nacido en Zamora, el 25 de enero de 1947, creció en el madrileño barrio de Vallecas antes de convertirse en una de las grandes leyendas del deporte español, del que fue pionero en motociclismo.

Comenzó siendo aprendiz en el taller de motos propiedad del periodista Tomás Díaz-Valdés y debutó como piloto a los 13 años en las fiestas del Carmen del Puente de Vallecas. Al año siguiente, se trasladó a Barcelona y en Bultaco fue aprendiz del piloto Medrano. Gracias al ingeniero italiano Bartolotti trabajó durante año y medio en Ducati y compitió al mando de una Derbi-Zippo.

Con 16 años entró en el departamento de pruebas de Derbi, lo que le permitió tomar contacto con máquinas de pequeña cilindrada. Al año siguiente, consiguió su primer gran resultado, el quinto puesto en el GP de Montjuic. En 1967 hizo doblete en el título estatal de velocidad en 50 y 125. Durante década y media fue el rey de las pequeñas cilindradas. En 1969 debutó con Derbi y ganó sus dos primeros grandes premios antes de lograr su primer Mundial en 50. Fue el germen de una gran trayectoria en la que sumó otros doce campeonatos del mundo más entre la cilindrada pequeña, la de 50 ya extinta (1969, 1970, 1972, 1975, 1976 y 1977), y la superior de 125 (1971, 1972, 1979, 1981, 1982, 1983 y 1984), además de cuatro subcampeonatos.

En 1985, después de varios intentos, consiguió correr el Mundial de 250 con Garelli. Ese año, ganó su último gran premio en la cilindrada de 80 centímetros cúbicos en Francia, que hacía el número 90, cifra récord entre los pilotos españoles. Después colaboró con la Federación Española en el seguimiento de nuevos pilotos.

En 1987, formó su propia escudería, Team Ducados Ángel Nieto, en la que tuvo como pilotos a Carlos Cardús, Alberto Puig y Julián Miralles, y se disolvió en octubre de 1988. En marzo de 1989 empezó a colaborar con TVE en transmisiones del Mundial de Velocidad, labor que realizó durante más de dos décadas.

El rey de las pequeñas cilindradas con Derbi. En 1971 consiguió el Mundial de 50 centímetros cúbicos y el subcampeonato en 125. Su único doblete mundialista lo consiguió en 1972.

De Kreidler a Bultaco. A los mandos de una Kreidler, en 1975 ganó el Mundial de 50. A partir del año siguiente, corrió con Bultaco con el que ganó el Mundial de 50, y fue segundo en 125 cc.

El salto a 125. En 1977 revalidó el título en 50 y a partir de 1978, se concentró en el de 125.

Dominio con Minarelli. Desde 1979 pilotó una Minarelli 125 y la victoria en ocho carreras le permitió recuperar el título Mundial, que no conseguía desde 1972. Entre 1981 y 1984, Nieto encadenó cuatro títulos de campeón del mundo consecutivos en 125, los últimos de su carrera.