Bilbao - Portugalete no vive sus mejores momentos. En un año reservado para celebrar el centenario del club, las preocupaciones de la directiva están centrados en sobrevivir al día a día. Desde que Karlos Belasko y su equipo se hicieran cargo de la gestión de la entidad han tenido que convivir con los problemas financieros heredados de las anteriores temporadas y hasta el momento continúan con una deuda que pone en riesgo la viabilidad del club. Además, en el aspecto deportivo, las cosas no van mejor. La Jarrillera, recién descendida de la ACT, no encuentra su sitio en la ARC-1. Muchos les colocaron como uno de los candidatos a estar en la tanda de honor, pero por ahora su situación es muy diferente, conviviendo con los puestos bajos e intentando dejar atrás el temido play-off de descenso.

Portugalete arrancó con muchas esperanzas el curso. La cuadrilla formada tenía nivel y las expectativas eran altas, pero las regatas empezaron a sucederse y la Jarrillera, lejos de estar en la pelea por el ascenso, se convirtió en una habitual de la primera tanda. “Los resultados no están a la altura de lo que esperábamos después del trabajo realizado en invierno. Estamos un poco desconcertados porque tampoco tenemos causas claras. No sé cual es la razón por la que hasta ahora los resultados han sido tan discretos”, declara Belasko. Empezar mal siempre es una posibilidad en una liga tan igualada como la ARC-1. Los puestos bailan sin control jornada tras jornada. Sin embargo, en Portugalete no pensaban que no realizar bien las cosas les iba a llevar a una situación tan delicada: “Sí pensábamos que un mal inicio nos podía dejar fuera de la tanda de honor, pero no teníamos planeado estar mirando cómo eludir los puestos del play-off”.

Aun así, desde la directiva apuestan por mantener la calma. Todavía quedan muchas regatas y hay tiempo suficiente para revertir la situación. “No hay nerviosismo, todo lo contrario. Los propios remeros y el entrenador nos tranquilizan diciendo que esto va a ir para arriba. Están con ánimos y tienen muy buen ambiente. Esperemos que el octavo puesto cosechado en Orio sirva para empezar a remontar”, comenta el presidente jarrillero. Ahora mismo, Portugalete se encuentra décimo con 25 puntos, pero solo tiene a uno por delante a Arkote y a cinco a Pedreña. Estos tres equipos y Orio, undécimo, parece que se disputarán el play-off por desgracia para un virtualmente condenado Hondarribia B.

Portugalete luchará por evitar el descenso, pero la verdadera preocupación de la directiva no está en el agua. No son tiempos fáciles para los jarrilleros y la situación económica es crítica. “Con la realidad y los datos en la mano, la viabilidad del club está muy complicada. Estamos buscando en la directiva nuevas herramientas para poder sacar esto adelante”, afirma Belasko. La pérdida de categoría y la deuda adquirida de los años anteriores a su gestión suponen un duro golpe para el club. “Este es el tercer año que llevamos con la gestión del club y es el peor. Toda la amortización de la deuda, más el gasto ordinario, se ha visto afectado al descender de la ACT y al perder algunos patrocinadores”, comenta.

A pesar de estos problemas, Portugalete no se queda con los brazos cruzados. Al inicio de esta temporada, la directiva jarrillera decidió mantener su ambiciosa hoja de ruta y además de sacar la primera trainera, presentó una embarcación femenina y un convenio con Deusto para que sus remeros más jóvenes pudieran remar en la ARC-2 y así continuar su trabajo de formación. “Es una satisfacción ver cómo la gente se compromete en la Arraun Eskola y con la trainera femenina. La alternativa era tener el club parado, pero no íbamos a hacer eso. Estamos trabajando en varias frentes este verano y esperamos contar con la afición para venir a las regatas y ayudarnos en el día a día”, afirma Belasko.