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Jorge Bilbao cierra con éxito su etapa universitaria en Estados Unidos

el vizcaino jorge bilbao cierra con éxito su etapa universitaria en estados unidos y reflexiona sobre su futuro como profesional, que quiere preparar a fondo

Jorge Bilbao cierra con éxito su etapa universitaria en Estados Unidos

bilbao - “Es el jugador más duro al que he entrenado”. Quien así habla es Scott Cross, entrenador jefe de los Mavericks de la Universidad de Texas-Arlington y el jugador al que se refiera es Jorge Bilbao, el chaval de Indautxu que fue hace cuatro años en busca de una aventura y de un sueño y que termina su ciclo universitario como uno de los jugadores más destacados de la historia de este centro académico de la División I de la NCAA, alguien que se ha ganado el respeto no solo de su entrenador, sino también de los compañeros, los aficionados y los medios de comunicación que siguen al equipo. “La comunidad de UT Arlington me recibió con los brazos abiertos desde el primer día y estoy muy contento de haber podido representar a Bilbao de una manera que la gente pueda sentirse orgullosa y por haber dejado huella aquí”, cuenta Jorge Bilbao después de concluida su última campaña con los Mavs y cuando apura sus últimas semanas como estudiante.

Desde el 26 de febrero, cuando se celebró la senior night, la noche en que se agasaja a los jugadores de cuarto año y en la que le acompañó su familia, el joven bilbaino ha vivido “unas semanas muy intensas y muy emotivas: alegrías, decepciones, cosas que celebrar, derrotas dolorosas, viajes al hospital? Las últimas semanas de la temporada son las que más locura acarrean ya que entre los torneos de conferencia y postemporada nunca sabes exactamente qué día puedes estar jugando luchando por un título y cuando te puedes quedar sin nada”.

Jorge Bilbao ha contribuido a la mejor temporada de la historia de Texas-Arlington (27 victorias y 9 derrotas) con unos promedios de 25 minutos, 9,1 puntos y 6,8 rebotes en 36 partidos, todos ellos como titular. Además, ha acabado su ciclo como el jugador con más partidos disputados con la camiseta de los Mavs: 127. No falló ni cuando llegaron los problemas físicos. “He tenido que ir un par de veces al hospital y he jugado con una lesión en el hombro derecho producida justo antes de Navidades que me ha limitado desde entonces. Pero no quería perderme ningún partido ni dejar al equipo en la estacada”, explica.

amargura final Su equipo ha sido campeón de la fase regular de la Sun Belt Conference, pero le ha quedado la espina de no haber podido acceder al torneo final de la NCAA porque “sabemos que pertenecíamos a ese nivel y había multitud de equipos a los que habíamos derrotado esta temporada que estaban jugándolo”. “Pero, por mucho que trabajes, hay a veces cosas en la vida que no puedes controlar”, lamenta. Después, los Mavs estuvieron a un partido de la Final Four del NIT que se disputa en el Madison Square Garden. Fue un final amargo para una campaña, en todo caso, histórica. “No hay que quejarse y hay que estar agradecidos por tener la vida que tenemos ya que, por desgracia, otra gente no tiene las mismas oportunidades”, sentencia Jorge Bilbao.

Y una oportunidad fue la que le surgió hace cuatro años y no se arrepiente en absoluto de haber la cogido. Sus palabras no dejan lugar a dudas: “Venirme a UTA ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. Fue muy arriesgada porque había muchas cosas que podían salir mal. Pero he conocido a gente maravillosa aquí, he vivido una experiencia como jugador que no tiene precio y he crecido y madurado como jugador y como persona. Nunca imaginé que las cosas pudieran irme tan bien aquí”.

La posibilidad que ha tenido de “viajar por todo el país, jugar en estadios históricos, viajar a las Bahamas con el equipo” y el aprendizaje de “cosas que me ayudarán durante el resto de mi carrera como jugador y el resto de mi vida como persona” hacen que Jorge Bilbao recomiende “sin duda” esta experiencia “irrepetible”. “Pero también he de decir que es muy duro estar sin la familia y los amigos a tu lado y que hay que estar preparado para aguantarlo”, precisa.

Ahora llega otro momento complicado, el de tomar una decisión sobre el futuro para un jugador de solo 21 años que se define como “muy autoexigente. Por muy bien que juegues siempre hay algo que podrías haber hecho mejor”. Su prioridad ahora es “descansar el cuerpo de la temporada y recuperar el hombro” y completar sus estudios. Jorge Bilbao ya está hablando con agentes para tratar de “organizar mi futuro tanto a corto como a largo plazo”. Y se le puede abrir un escenario que ni siquiera podía soñar, pero que se ha ganado con su trabajo con los Mavs. “En estas semanas decidiré con qué agencia firmo y cual es el siguiente paso a dar para empezar mi carrera profesional. Parece ser que hay algo de interés en mí a este lado del charco y es posible que tenga entrenamientos con alguna franquicia NBA, lo cual sería una experiencia increíble como jugador y algo que, sin duda, aprovecharía al máximo”.

ganas de progresar Aunque en Texas-Arlington ha sido un jugador interior, el bilbaino cree que su futuro va encaminado a jugar de cuatro. “Me gusta dentro jugar dentro, el contacto en la zona, pero puedo desenvolverme en defensa como interior o como exterior, pero a la vez me gusta utilizar en ataque armas de jugador exterior contra jugadores más grandes y pesados”, comenta. Eso sí, tiene claro que “para seguir progresando no hay nada como contar con tiempo en pista. Me gustaría jugar en un sitio en el que pudiera ganarme los minutos ya que todavía tengo 21 años y mucho que mejorar como jugador”.

Sus actuaciones han tenido mucho eco en los medios estatales en los últimos meses y quizás se hayan creado una expectativas exageradas que pueden perjudicarle a medio plazo. “Hay que tener en cuenta que somos jugadores jóvenes y con mucho margen para progresar”, recuerda. Muchos piensan que Jorge Bilbao puede acabar jugando en el Bilbao Basket, lo que para él sería cumplir otro sueño, aunque esa posibilidad va a ser más complicada de lo que parece, entre otras cosas porque ya ha superado la edad para ser un jugador vinculado.

O sea, tendría que estar entre los hombres de negro a tiempo completo. “Sé que ha habido seguimiento de mi progresión y estoy agradecido. Espero que un día nos juntemos las dos partes para ver cuáles son las posiciones de cada uno. Jugar en casa sería increíble, pero hay muchos factores a tener en cuenta”, advierte Jorge Bilbao, el jugador que ha creado un vínculo entre Bilbao capital y el estado de Texas, el chaval que ha dejado una huella imborrable, la huella de Arlington.