bilbao - Faltaban 2 minutos y 7 segundos para acabar el tercer cuarto, y Atlanta iba ganando 28 a 3 a New England. Un segundo después comienza la remontada de los Patriots sobre los Falcons con un touchdown. A falta de 57 segundos para terminar el encuentro, New England empata con un touchdown y conversión de 2 puntos.
Sin embargo, la remontada no llega a completarse y el partido termina con empate a 28. Esto trae como consecuencia que haya que jugarse la prórroga por primera vez en la historia de la Super Bowl. El sorteo lo gana New England y escoge recibir el balón. Tras una secuencia de ataque de 3 minutos y 58 segundos, una carrera para touchdown de James White otorga la victoria a los Patriots bostonianos.
Como en todas las producciones de Hollywood, es necesario un “malo”, Roger Goodell, comisionado de la NFL, que al inicio de la temporada castigó con 4 partidos a Tom Brady, el quarterback de New England. Al final de la película, el malvado entrega al protagonista, Brady, el trofeo al Jugador Más Valioso del partido. Como decía, esto no se le ocurre ni al mejor guionista de Hollywood.
Todos esperábamos un partido con tanteador alto, lo que no esperábamos era que los acontecimientos se desarrollaran tal y como sucedieron. Acabó el primer cuarto con empate a cero, y tuvieron que transcurrir 2 minutos y 45 segundos del segundo cuarto para que Atlanta anotara su primer touchdown con una carrera de Devonta Freeman.
A 8 minutos y 48 segundos para terminar el cuarto, Matt Ryan lanza a Austin Hooper para anotar el segundo touchdown. Y la cosa se puso peor para New England cuando, a 2 minutos y 21 segundos para acabar el cuarto, Robert Alford intercepta a Tom Brady para anotar el tercer touchdown de los Falcons. El resultado era de Atlanta 21-New England 0. Este era el máximo déficit al que se enfrentaba cualquier equipo en la historia de la Super Bowl. Antes de finalizar el cuarto, New England anota un field goal: 21-3.
Al comienzo del tercer cuarto, parecía que New England mejoraba, ya que consiguió sacar del campo al ataque de Atlanta, pero resultó ser un espejismo, ya que cuando faltaban 8 minutos y 31 segundos para acabar el cuarto Atlanta consiguió otro touchdown por medio de un pase de Matt Ryan atrapado por Tevin Coleman: 28-3 a favor de los Falcons.
Faltaban 2 minutos y 6 segundos para terminar este cuarto cuando un pase de Tom Brady es atrapado por James White, situando el marcador en 28-9. El punto extra fue fallado por Stephen Gostkowski, algo realmente inaudito en uno de los mejores kickers de la liga. Pero el kicker anotó el siguiente field goal, para poner el marcador en 28-12, a 9 minutos y 44 segundos del final del partido. Así las cosas, los Patriots necesitaban anotar 2 touchdowns con sendas conversiones de 2 puntos para empatar el partido. Y así sucedió.
A 5 minutos y 56 segundos del final, Danny Amendola atrapa un pase de Tom Brady para anotar un touchdown, y James White realiza la conversión de 2 puntos después de un snap directo: 28-20. Después de mantener al ataque de Atlanta sin anotar, llegamos a la siguiente secuencia de ataque de los Patriots, en la que se produce una milagrosa recepción de Julian Edelman a pase de Tom Brady: el balón lo toca un defensa de Atlanta, a continuación lo toca otro defensa de Atlanta, y Julian Edelman atrapa el balón antes de caer al suelo entre tres defensores de los Falcons: ¡el milagro es posible! ¡Increíble recepción!
Así, faltando 57 segundos para finalizar el partido, James White logra un touchdown de carrera, y en la subsiguiente conversión de 2 puntos esta es materializada por un pase de Tom Brady a Danny Amendola. Jamás en la historia de la Super Bowl se había amortizado una diferencia de 25 puntos: 28-28.
Y la prórroga llega. El sorteo favorece a New England y James White culmina la remontada con una carrera: 28-34.
Así, la película de Hollywood llega a su final feliz. La maldición de los jugadores más valiosos de la temporada regular que pierden la Super Bowl desde 2002 sigue su curso: Matt Ryan había sido nombrado MVP de la liga la víspera de la Super Bowl. Tom Brady se convierte en el primer quarterback en ganar 5 Super Bowls, es elegido MVP de la Super Bowl y marca un récord histórico con 466 yardas de pase. Alfred Hitchcock hubiera comprado este guion.