Jon Salsamendi: “Lo vivido en Bermeo es impagable y se queda en mi corazón”
Jon Salsamendi comienza en Orio una etapa muy diferente a lo vivido durante los cuatro años que ha estado en Urdaibai, donde se marchó tras ganarlo todo
orio - Jon Salsamendi ha vuelto a casa. El oriotarra retorna al lugar que le vio nacer como remero y lo hace después de un periodo de once años fuera, divididos en Astillero y Urdaibai. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El propio Salsamendi ya no es un entrenador novato, ahora sabe lo que es ganar todo y llega a un club muy diferente al que dejó, pero que mantiene esa necesidad por ser competitivos hasta la médula.
¿Cómo se encuentra en su vuelta a Orio?
-Contento y raro a la vez. Estoy a gusto y a nivel deportivo, muy motivado ante un reto bastante complicado. Luego, me siento raro porque todo ha cambiado desde que me marché hace once años. El aterrizaje ha sido muy diferente. Tanto en lo personal, como en algo tan frío como en lo material. Las instalaciones están abiertas a muchas posibilidades y ahora mismo el club me come, necesito un tiempo de adaptación para dominar todas sus posibilidades, ya que estoy acostumbrado a cosas más modesta.
Llega a una plantilla que ha sufrido muchos cambios.
-Para mí en cuanto a número no está muy renovada, va a haber unos cinco cambios, que no es tanto y otros equipos de la ACT tendrán más cambios que Orio. Pero como ocurrió el año pasado, que cambie el entrenador y vengan remeros de equipos punteros hacen que parezca que haya más cambios de los que hay. Además, casi todas las incorporaciones que hemos realizado, han venido sujetas al conocimiento de las bajas, ya que antes de llegar yo se realizó un sondeo para ver la disponibilidad de los remeros.
Dos de esos nuevos integrantes son Gorka Aranberri y Bersaitz Azkue, remeros suyos en Urdaibai.
-Es una situación muy especial y para mí es un milagro que estén en Orio. No hay que olvidar que son de Zarautz, que viven aquí al lado, y son remeros que la temporada pasada estuvieron cerca de no remar por cuestiones personales. La motivación no ha sido venir a Orio. Había situaciones que hacían difícil su continuidad en Bermeo y puede que tener esta opción aquí haya hecho que fuera más fácil tomar la decisión. No venían de la mano conmigo y no ha sido cuestión de oferta y demanda.
¿Qué objetivos se plantea para este curso?
-Orio la temporada pasada estuvo a 23 segundos de media de la lucha por las banderas. Decir a estas alturas que este proyecto está para ganar o quedar décimo sería muy poco humilde y poco realista. El principal objetivo que nos marcamos es la reconducción en todos los aspectos, hacer que los remeros recuperen esa ilusión por remar, y cuando lo hayamos conseguido, pasando el desierto tres veces y sin agua, que es lo que tendremos que hacer en invierno y primavera, veremos dónde estamos. Evidentemente, la ilusión de los chicos y la mía es tratar de dar el máximo y quedar mejor que el año pasado. Es muy fácil decirlo y difícil hacerlo. Tenemos que trabajar mejor que nadie, sin poner excusas para ello.
Cambia el pelear por ganar todo en Bermeo, con el paso a paso de Orio.
-Lo del paso a paso es algo que digo yo, pero si en algún sitio solo ha valido ganar, es en Orio, bastante más que en Bermeo. Aquí aprendí que o se gana o se pierde y ganar es quedar primero, segundo era perder. Orio lleva años empezando a valorar que ganar no significa siempre quedar primero. En ese sentido, no es que vaya a bajar la tensión, porque Orio es lo qué es. Nosotros tenemos que tratar de hacer todo lo que esté en nuestra mano para ser lo más competitivos que podamos ser.
¿Se le hará raro ver a Urdaibai como rival?
-Aparte de profesionales somos personas y hay cosas que cuestan. He vivido cuatro años en Bermeo espectaculares a todos los niveles. Pero es una etapa en mi vida, al igual que lo fue Astillero. Hoy en día no me olvido de Astillero y tampoco de Bermeo. Esta vida da muchas vueltas y no sé si habrá otras oportunidades para ir a Urdaibai, pero lo vivido allí es impagable y lo tendré toda mi vida grabado en el corazón. Sin embargo, como entrenador y oriotarra tengo que ir cien por cien por Orio y haré todo lo que esté en mi mano por ganarles.
¿Qué sintió al tomar la decisión definitiva de dejar el club bermeotarra?
-Mucho dolor. No sé llorar hacia fuera, pero lloro todos los días hacia dentro y esos días fueron de llorar mucho. No es que no quisiera seguir en Bermeo, no podía y tenía que ser honesto conmigo mismo, no traicionarme y tomar la decisión. No tenía ningún motivo ambiental, deportivo o profesional para dejar Bermeo y además la directiva quería que siguiera. Es muy jodido decir no cuando lo quieres y la otra parte también, pero sabes que no puede ser.
¿Influyó la posibilidad de ir a Orio en su marcha de Urdaibai?
-No tuvo nada que ver mi marcha de Bermeo con otras ofertas, es más, una de las opciones que había era no seguir como entrenador. No tengo que convencer a nadie. Incluso en el mes de octubre existió la posibilidad de que no viniera a Orio. Lo principal era Bermeo sí o no por cuestiones personales.
Joseba Fernández le sustituye en Urdaibai, ¿cuál es su opinión con respecto al nuevo técnico ‘txo’?
-Es un entrenador de total garantía y me consta que tiene una motivación extrema. Sobra decir que está capacitado, bastante antes que yo, como entrenador ya lo ganó todo, sobre todo, en su etapa en Castro. En Pedreña también hizo grandes cosas y con el proyecto de San Juan estar en tanda de honor en liga y Concha es a valorar. Visto desde fuera, creo que es un traje hecho a medida para él.
¿Cree que Bermeo puede estar de nuevo en la pelea por los grandes títulos?
-Necesitará su tiempo para reacoplar un poco todo y supongo que el nuevo entrenador aplicará un nuevo sistema que habrá que ver. Pero viendo sobre el papel, los remeros que hay forman una plantilla igual o mejor que la del año pasado.