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Eternal Running, una carrera donde todo vale

Cerca de 4.900 corredores se enfrentaron ayer a 10 kilómetros y a 80 obstáculos en la segunda edición de esta prueba mundial celebrada con éxito en Galdakao

Eternal Running, una carrera donde todo vale

Galdakao - Tutús, trajes de superhéroes, accesorios muy variados y pinturas de guerra entre otros tomaron ayer las calles de Galdakao. Todo valía para intentar cruzar la meta y convertirse en un Invencible. Y es que, la localidad vizcaina acogió la segunda prueba del Circuito Mundial Eternal Running y volvió a demostrar que se consolida como uno de los fortines para la organización de esta peculiar carrera que se celebra por todo el mundo. En base a los datos de la organización, 4.890 valientes se enfundaron sus mejores galas y desafiaron a los 10 kilómetros de recorrido y a los 80 complicados obstáculos situados en la parte final de la prueba. De todos ellos, el más rápido fue Endika Fernández. Este Invencible, llegado desde Zalla, necesitó tan solo 54:48 minutos para completar el recorrido. Fernández cruzó la meta “muy cansado”, y lleno de barro y hierba. “La prueba ha sido algo más dura que la del año pasado, pero el haber puesto los obstáculos en la parte final ha sido muy positivo para el desarrollo de la carrera”, comentaba mientras se limpiaba parte del barro que cubría su cuerpo. Algo más tarde, con un tiempo de una hora y dos minutos, cruzaba la línea Verónica Domínguez, ganadora por segundo año consecutivo. Esta gasteiztarra se mostró “muy contenta” por poder repetir el triunfo en una carrera que “ha sido bastante más dura, pero mucho mejor organizada por el tema de los obstáculos al final”, explicaba.

Esta carrera, patrocinada por DEIA, congregó a miles de vecinos y visitantes en torno al circuito para disfrutar de los saltos, caídas y carreras de los participantes. Un espectáculo que desde la salida demostró que no sólo es deporte. En este sentido, la mayoría de los supuestos invencibles -que es como se denomina a quienes logran cruzar la meta- acudieron a pasarlo bien y sin ninguna pretensión de hacer un buen tiempo. Entre estos se encontraban Leire Zeberio Sánchez y Carlos Sánchez. “Hemos venido cinco y todos somos primos”, explicaron. Esta pequeña familia, uniformada con camisetas preparadas para la ocasión llegó desde Andoain a “disfrutar y entrar juntos en meta”. Casi al lado suyo, se encontraba un grupo de 10 personas. Javi Llanos y Ana Martínez, flanqueados por otros ocho amigos, también participaron con la idea de “llegar todos juntos y reírnos mucho”. Alguno de ellos prefirió beberse una cerveza en vez de hacer estiramientos, “este es nuestro calentamiento”, comentaron entre risas. Desde algo más lejos, de Cantabria se acercaron José Aguilar y sus amigos. Llenos de pintura azul y con heridas pintadas, querían sobre todo “pasar un buen rato rodeados de amigos y gente animada”, aunque algunos de ellos venían “bien entrenados”.

La salida resultó espectacular, los más ambiciosos tomaron posiciones delanteras y salieron como auténticos rayos, mientras que otros, apretados como en una lata de sardinas, se tomaron la salida como un calentamiento y un momento para disfrutar. Muchos de ellos acudieron disfrazados, otra de las señas de identidad de la prueba. También hubo premio para el mejor disfraz, que en este caso se lo llevó Silvia Arévalo, de Hernani, por su traje de pavo real. Aunque tuvo bastante competencia, ya que entre los miles de invencibles se pudieron ver superhéroes como Spiderman, tortugas ninja, varios payasos y un largo etcétera. Desde la organización, Rubén López destacó que “valoramos muy positivamente esta segunda edición. Ha sido muy divertida y todo ha salido perfecto”.

Para terminar, los participantes pudieron degustar una enorme paella que la organización preparó para dar por concluida la prueba perteneciente al XI Circuito Mundial Eternal Running. Lo mejor es que el año que viene habrá más, puesto que Galdakao será nuevamente sede de esta carrera, que tendrá lugar el 8 de octubre.