bilbao - Txus Vidorreta vivirá mañana un partido especial como entrenador del Iberostar Tenerife. Se ha enfrentado ya unas cuantas veces al Bilbao Basket, pero será la primera en que lo haga en un duelo con característica de final ya que el equipo que pierda verá muy comprometidas sus aspiraciones de entrar en el play-off. Los dos dependen aún de sí mismos y buscan sumar dos victorias más, pero si los canarios caen se despedirán del premio con el que quieren poner el colofón a una más que notable temporada a la que el técnico de Indautxu se incorporó cuando el Tenerife llevaba cinco derrotas en los cinco primeros partidos.

¿Qué sensaciones tiene para el partido de mañana ante el Bilbao Basket?

-Las sensaciones son muy buenas. Es un partido que a todos nos gusta jugar y que nosotros afrontamos con mucha ilusión después de una muy buena temporada. Queremos alargar nuestras opciones de entrar en el play-off, somos los que más difícil lo tenemos, pero aún dependemos de nosotros mismos. Vamos a ir partido a partido y la única pena es la baja de Nico Richotti que con la de Saúl Blanco suponen dos bajas importantes, aunque sin Saúl hemos estado a un alto nivel todo el año y vamos a tratar de estarlo también sin Nico.

Pero supongo que habría preferido estar en estas circunstancias ante otro equipo.

-Claro, claro. Me habría gustado que los dos equipos hubiéramos sacado jornadas atrás algún mejor resultado para que este partido no fuera determinante. Sí lo es para nosotros, aunque no del todo para el Bilbao Basket, que aún perdiendo tendría alguna opción.

A estas alturas, ¿el ‘play-off’ es un objetivo, un premio o un sueño para el Iberostar Tenerife?

-Lo entiendo como un premio al trabajo que hemos hecho todo el año desde que llegué aquí con 0-5 y últimos en la clasificación. En la medida en que podamos acercarnos a ese objetivo, podrá suponer también abrir nuevas posibilidades para el club de cara al futuro.

Habla de ilusión por parte del Iberostar Tenerife. ¿Cree que el Bilbao Basket está más presionado por su trayectoria reciente o su bagaje como club?

-No, no lo creo. Es una plantilla con mucho oficio y experiencia y no creo que se vayan a atenazar por ello. Han jugado muchos partidos como este. Para el Bilbao Basket sí podía ser un objetivo a principio de temporada meterse en el play-off, pero nosotros no podíamos pensar así, sobre todo cuando yo llegué. A punto de terminar la primera vuelta éramos decimosextos y el equipo tuvo que adaptarse a un nuevo estilo, a un nuevo entrenador tras doce años con el anterior y a varios cambios en la plantilla. Por eso afrontamos el partido con la intención de disfrutarlo, de dejarnos la piel y que nuestro público se divierta en el último partido en casa. Si, además, ganamos, mucho mejor porque así llegaremos vivos a la última jornada en el Palau ante el Barça.

Su equipo ha tenido triunfos importantes esta temporada y derrotas inesperadas, sobre todo en casa, por ejemplo ante los dos últimos clasificados. ¿Lamentan en estos momentos alguna derrota de más o, al final, todo se compensa?

-Se equilibran unos resultados con otros, no hay que darle más vueltas. Cuando yo llegué no habíamos ganado en casa y nuestros rivales directos eran los del descenso y eso se notó. Luego, en la segunda vuelta llevamos en casa seis victorias en las últimas ocho jornadas. Desde mi llegada tenemos quince victorias y doce derrotas, que son números de play-off. Por eso, el balance es muy satisfactorio y con victorias de prestigio y derrotas inesperadas, al final cada uno está donde se merece.

El Bilbao Basket también ha dado la vuelta a su trayectoria de la primera vuelta y solo ha ganado un partido fuera de casa en la segunda.

-El devenir de la competición es así. Nosotros también tuvimos un tramo en el que ganábamos más fuera que en casa y ahora ha cambiado, aunque estuvimos a puntos de ganar en Murcia, que está en su mejor momento. Los dos equipos tenemos un balance similar en casa y fuera y por eso creo que el Iberostar Tenerife y el Bilbao Basket somos perfectamente competitivos como locales y como visitantes, somos sólidos a estas alturas y las rachas no influyen a la hora de afrontar este partido.

¿Se puede decir que el Iberostar Tenerife ha alcanzado su consolidación en la Liga Endesa?

-No sé, las circunstancias cambian de un año a otro. Es mi primero aquí y el cuarto del club en la competición y realmente nunca ha pasado apuros, salvo una racha de nueve derrotas en su segunda temporada en la Liga. Su balance de triunfos y derrotas es muy bueno para ser un equipo que ascendió hace poco. Esto permite vislumbrar el horizonte con optimismo.

En cuanto al partido de mañana, ¿es importante respetar el estilo de cada uno?

-Bueno, nosotros vamos a tener que cambiar algo porque nos falta Richotti, que es nuestro máximo anotador. Tendremos que adaptarnos a jugar sin él, aunque debemos mantener la línea de ser sólidos atrás y de aprovechar las oportunidades que tengamos en ataque, sobre todo porque jugamos en casa.

¿Puede ser el juego interior una de las claves? Porque los dos equipos van bien surtidos de pívots...

-Nosotros hemos tenido que jugar en las últimas jornadas contra equipos con una importante batería interior, y aún nos quedan el Bilbao Basket y el Barcelona. La llegada de Gagic nos permite contar con una rotación más y paliar los problemas de Jones y Sekulic. El club ha tenido una reacción adecuada y nos sentimos más preparados para afrontar los partidos.

En la época del ‘small-ball’, de jugar con pequeños para abrir el campo, todo el mundo quiere tener pívots.

-Precisamente, para jugar al small-ball hace falta tener mucha gente para poder aguantar ese ritmo alto de juego que se genera no muchos minutos. Si no, es imposible. Los pívots son los que más campo recorren y necesitas que estén frescos. Yo hace cinco años en Alicante tenía solo tres pívots, algo que ahora mismo es inviable. Como se dan tantos lanzamientos hay que disponer de cuatro pivots mínimo, o cinco si te lo puedes permitir.

Hablando de estilo de juego, usted siempre se ha pronunciado a favor de cambios para agilizar el juego. Y parece que la Liga Endesa debe encontrar algo que la haga más atractiva.

-El trato al jugador ofensivo cambia a medida que avanza la temporada. Yo lo veo con Richotti que en la segunda vuelta ha ido muchas menos veces al tiro libre que en la primera porque ha cobrado menos faltas, siendo un jugador que no simula los contactos. Las defensas se endurecen y por eso siempre he dicho que hay que proteger al jugador con balón. Sin llegar a la sobre protección que hay en la NBA, pero casi, sobre todo si queremos que los bajitos arriesguen y puedan imponer ese ritmo alto y sacar muchas posesiones. La falta táctica hay que erradicarla y luego hay detalles para premiar a las defensas como penalizar las recepciones en pasos, que sacan ventajas, o castigar cuando se toca el balón con el pie, que ahora casi siempre los consideran involuntarios con la excusa de que no hay espacio. Pero estas cosas no dependen solo de la ACB donde se practica muy buen baloncesto, tenemos la mejor asistencia de público de toda Europa y, además, la liga es más competitiva que otras.

Hablando de proteger el talento, va a ser uno de los últimos entrenadores en enfrentarse a Raúl López.

-Sí, es una pena que habiendo estado los dos tanto tiempo en Bilbao no hayamos coincidido para poder dirigirle, aunque si él ha podido estar tantos años en Bilbao es por el trabajo que otros hicimos antes. Pero si todo va con normalidad este verano podré sacarme la espina y estar con Juan Carlos Navarro, que es otro de los jugadores junto a Raúl que siempre me han impresionado porque tienen una magia especial.

O sea, que la selección española va a ir a Río y usted con ella.

-Yo soy optimista por naturaleza y tengo que pensar que sí, aunque no pongo la mano en el fuego. En cuanto a mi puesto, Sergio Scariolo dijo aquí en Tenerife hace unos días que cuenta conmigo otra vez. No es oficial, pero yo se lo agradezco, claro, porque es una oportunidad única.

De todas formas, no parece lo más apropiado para el baloncesto que se esté en conflicto permanente.

-No me corresponde a mí opinar de eso porque cuando más años llevas en esto, tienes que meterte en las batallas que tocan y esta, como entrenador del Iberostar Tenerife, no me toca. Será la Federación Española la que deba defender los intereses de nuestro baloncesto y al mismo tiempo que la ACB exponga su punto de vista y la razón de sus decisiones.