GONZALO Beaskoetxea cuenta que la aventura comenzó hace más de un lustro. Fue tras estrenar el libro sobre la arquitectura del frontón Jai Alai de Gernika, que cumplía 45 años, y asomaba con la vitola de bien cultural con protección especial por el Gobierno vasco por su valor arquitectónico. Entonces, tocó encontrar el factor “más humano” de la cancha vizcaina -por la que el frontón Bizkaia de Bilbao es negro, un guiño-, un edificio enraizado en el centro de la localidad y con una importancia capital para entender la segunda mitad del siglo XX en Gernika. “Se trata de un reconocimiento, de un homenaje”, confiesa el expuntista, padre del profesional Diego Beaskoetxea y uno de los dinamizadores de la escuela gernikarra, que acaba de parir a otros dos pelotaris profesionales: Unai Lekerikabeaskoa y Xabier Barandika, que se curten el lomo en el frontón de Dania. Son otras dos páginas de un libro que cuenta las “andanzas” de “cerca de 300 puntistas”. Pelotaris profesionales del Jai Alai de Gernika es la biblia del mimbre en la localidad.

“Hicimos una publicación de cara a la historia del frontón Jai Alai de Gernika en el 45 aniversario, pero quisimos una segunda parte, dedicada a todos los pelotaris profesionales que hemos salido de este frontón. Hemos hecho una biografía de cada uno de los cerca de 300 pelotaris, con fotos inéditas y en el que hemos volcado las historias de todos los que hemos crecido aquí”, señala el autor, quien agrega que “es una pena que todo acabe olvidándose. Vimos todo lo que había representado el frontón y lo que significa para el mundo. Faltaba la parte humana. Llevamos un material que puede gustar a la gente”.

Y es que, según revela el gernikarra, el emplazamiento negro fue una “fábrica de crear empleo”, que vertebraba la actividad no solo de pelotaris, sino también de “cesteros, peloteros, camareras...”. En definitiva, el factor humano de la actividad pelotazale. “El frontón tiene un valor arquitectónico increíble, pero también ha tenido una vida increíble, con puntistas de Gernika que han andado por todo el mundo. Ha creado riqueza. Paralelamente a esos profesionales, ha habido otros 200 trabajadores. Además, los puntistas han llevado el nombre del pueblo por todo el mundo”, agrega Beaskoetxea. Apostilla que “hay que conocer de dónde vienen las raíces. Si no sabemos de dónde venimos, no sabemos qué queremos para nuestro futuro”.

la elaboración “Los primeros pelotaris han sido bastante fáciles de encontrar, porque son de una generación mayor a la mía. Sin embargo, he tenido problemas con gente más joven que yo. Ha habido en Estados Unidos, México... Había que pedirles información a cada uno de ellos. Es complicado. Puede que me haya dejado a alguno, porque llegar a todos es muy difícil”, asiente el expuntista. En las páginas del libro explican las fechas de nacimiento, cuándo debutaron, por dónde anduvieron, su palmarés y sus características en el juego. “Para saber qué tipo de pelotari era”, analiza Gonzalo. Los últimos: Barandika y Lekerika.

El método de investigación de Gonzalo ha sido arduo y trabajoso. A base de llamadas y con la información que podían ceder los propios pelotaris y sus parientes. “Ha costado encontrar la información. Tienes que contactar con los pelotaris y con la familia de estos. Hay que tirar mucho de teléfono. Muchos están en Estados Unidos, porque se han quedado a vivir allí. Al final, lo consigues, pero eso provoca que el libro se vaya atrasando, porque faltan datos por encontrar”, sostiene Beaskoetxea. El libro, que sacaron a la luz en enero, por ahora está teniendo “buena acogida” y el “boca a oreja” ha generado expectación. “Así entenderemos el valor de la cesta en Gernika”, finaliza.