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La nueva vida del zaguero Iñaki Larrinaga

El zaguero de Elorrio, después de no renovar con Aspe, volverá a recalificarse como aficionado

La nueva vida del zaguero Iñaki Larrinaga

Bilbao - “Mi sensación es que la carrera ha sido un poco corta. Hay que agradecer siempre que he estado en profesionales y es una etapa más de mi vida, pero las circunstancias han hecho que no me renueven y la vida sigue”, manifiesta Iñaki Larrinaga. El zaguero de Elorrio disputó en la feria de San Mateo su último encuentro como profesional en las filas de Aspe y completó un total de cinco años en la empresa y 260 partidos. Así, a los 26 diciembres se le escapa el tren del profesionalismo. Ahora, tiene previsto continuar jugando a pelota en aficionados, porque “es lo que me gusta”. “Mi intención es recalificarme para seguir jugando. Soy joven y quiero continuar. Tengo buenos amigos allí y continuaré en el club de Elorrio para echar una mano en lo que haga falta, ya sea en Interpueblos o en lo que sea”, confirma Larrinaga, quien además lleva “seis años trabajando a media jornada por las mañanas y empezaré a jornada completa. Ya que no hacen falta entrenamientos tan estrictos, podré alargar la jornada”. El guardaespaldas trabaja en el taller Beristain en Elorrio. “Ganas un dinerito en la pelota a mano, pero hay que currar en otras cosas”.

El rodillo de la inmediatez es uno de los responsables de la baja del vizcaino. No solo le tocó a él, también a pelotaris como Asier Berasaluze, Rober Uriarte, Mikel Olazabal, Stephane Lemuno?, que antes de los treinta fueron dados de baja por las empresas profesionales. “Hay jóvenes que vienen por detrás fuertes. Hay que dar caras nuevas. Si no eres puntero, hay que trabajar. Yo seguí en el taller”, aclara y advierte que “no ha sido fácil compaginar la pelota profesional con otro trabajo”. “Llevo desde pequeño jugando y quiero a este deporte. Si tengo la oportunidad, seguiré”, certifica.

Por otro lado, Larrinaga manifiesta que una de las cosas que se lleva del lustro en Aspe es “la experiencia”. “Haber jugado arriba y ver el mundo profesional es importante. También los amigos que he hecho, tanto en el vestuario como fuera. Hay gente estupenda. Ya he dicho que me avisen para las cenas”, revela con una sonrisa. Eso sí, declara que “lo que más me afectaba jugando eran los nervios, no disfrutaba. Estaba pendiente de todo. Ahora me toca disfrutar. Es lo que quiero. En vez de estar pendiente de si pierdo qué pasa, quiero pasarlo bien en esta nueva etapa”. Con Olazabal, llegó a la final del Parejas de 2012. “Quizás fue el mejor punto. Nadie se lo imaginaba”, finaliza. No pudieron con Jaunarena-Cecilio.