Manuel Olmedo: “Al atletismo le he dado mi vida”
Manuel Olmedo (Sevilla, 1983) es el cabeza de cartel de la X Milla Internacional de Bilbao que se disputa el sábado, a partir de las 13.20 horas, en la Gran Vía
Bilbao - Manuel Olmedo es un atleta diferente. Un deportista de altísimo nivel, campeón de Europa de 1.500, pero también un corredor al que siempre se le ha exigido el máximo y que ha sido criticado por no morderse la lengua, por ser sincero. El sábado estará en la capital vizcaina con el objetivo de conseguir su tercera victoria en la Milla Internacional de Bilbao y superar su propio récord.
¿Qué le parece la Milla Internacional de Bilbao?
-Es una prueba en la que se suelen reunir los mejores fondistas y mediofondistas estatales, que está muy bien situada en el calendario, porque llegamos después de haber terminado la temporada de pista cubierta o cross. La forma se mantiene todavía al cien por cien y se suele correr bastante rápido.
¿Con que objetivo llega a Bilbao?
-Se me da bien y he ganado dos veces, pero hay que ser realistas. Acabo de recuperarme de una rotura de sóleo que me ha tenido tres semanas completamente parado. Voy con precaución y no puedo asegurar que esté en buen estado, pero sí que suelo ser bastante competitivo en este tipo de pruebas. Además, ya he ganado millas después de estar tres semanas inactivo y por eso trataré de estar lo más arriba posible.
Mirando al futuro, ¿cuáles son sus grandes objetivos?
-Tengo en mente Río’16. Los Juegos Olímpicos son el acontecimiento más importante para un atleta y allí es donde nuestro deporte coge mayor popularidad. He tenido la suerte de haber estado en 2004 y 2008 y son dos campeonatos muy diferentes a todo lo demás. Este año me encontraba mejor que nunca antes de lesionarme. Hay que ser positivo y tengo tiempo para llegar en buen nivel, con experiencia de sobra, y, si el físico aguanta, puedo ir incluso a por todo.
¿Por qué decidió dedicarse al atletismo?
-Es el deporte que más me gusta y que llevo practicando desde los siete años. Si tengo que decir la verdad, me gustaba mucho más cuando empecé porque no era como un trabajo, era con lo que me divertía. Tiene más momentos duros que buenos porque nosotros entrenamos para un día y sufrimos durante meses para ello, encima tiene que salirte bien ese campeonato. Creo que es lo atractivo de este deporte, arriesgarlo todo por ser inmensamente feliz en un día. He tenido la gran suerte de quedar campeón de Europa y cuarto del mundo, esos momentos no los cambiaría por nada.
¿Tanto hay que darle al atletismo?
-Al atletismo le he dado mi vida. Hay veces que es ingrato con el tema de las lesiones y el sufrimiento. Luego, las instituciones cada vez apoyan menos y entonces, no solo yo, todos los deportistas que nos dedicamos a esto, si queremos estar arriba, tenemos que meter muchas horas y sacrificarnos.
Otro de los momentos duros de este deporte son las críticas, un aspecto que usted ha sufrido.
-En categorías inferiores sí que lo podía llevar un poco peor, porque es cuando mas caña se me dio. Era inexperto, se me comparaba con otros atletas que llevaban más tiempo en la competición y conseguían grandes resultados. Al final el tiempo pone las cosas en su sitio. He ido consiguiendo mis victorias, madurando y dándome cuenta que no hay que echarle cuentas a todo lo que te dicen. Soy una persona bastante temperamental, impulsiva y cuando recibía críticas, muchas veces no las entendía. Había cosas que las veía injustas y me calentaba, ahora mismo, si lo dicen, pienso que algún motivo tendrán. Acepto la crítica porque uno no siempre hace las cosas bien, todos podemos tener una mala carrera. Lo acepto y ya está, con el tiempo se va madurando y ahora he aprendido a contar hasta tres.
Después de tantos años en el mundo del atletismo, ¿cómo ve el momento que está pasando este deporte a nivel estatal?
-Tenemos una selección mucho más completa que antes. Podemos destacar en salto, en lanzamiento, en cualquier tipo de prueba... La selección es mucho más competitiva en cuestiones de disciplinas, pero sí que es verdad que el fondo hemos bajado bastante. De hecho, desde 2011 no nos metemos en una final de un Campeonato del Mundo al aire libre. Así que eso de que antes hubiera tres finalistas en un Mundial o un Europeo ha pasado a la historia, cada vez cuesta más trabajo. Por una parte es culpa nuestra y por otra, de los encargados de que nosotros funcionemos. Hay que reconocerlo.