Bilbao - Danilo Andjusic sigue sin encontrarse a sí mismo. El escolta serbio, fichado en verano para ser la principal amenaza en el tiro exterior del Bilbao Basket, no acaba de romper tras un arranque de curso irregular y en los últimos encuentros su presencia en cancha ha disminuido -solo ha jugado más de 15 minutos en uno de los últimos nueve partidos- al igual que su nivel de acierto desde el perímetro -un triple anotado de catorce intentos en los seis compromisos más recientes-. El tirador de 23 años es consciente de que debería ofrecer más, pero prefiere quedarse con lo positivo, con las buenas sensaciones colectivas: “Estoy contento porque jugamos bien como equipo y porque hasta el momento hemos conseguido muy buenos resultados. Estamos en la parte alta de la tabla y eso es muy importante. En lo personal soy consciente de que tengo margen de mejora y que puedo dar más al equipo”.
Andjusic transmite, al menos en apariencia, la sensación de ser de ese tipo de jugadores que agachan la cabeza cuando sus primeros lanzamientos no encuentran la red. En más de un partido se ha visto a miembros del cuerpo técnico, e incluso a compañeros, pidiéndole que transmitiera más alegría, más optimismo, tras protagonizar alguna acción positiva en otras facetas del juego. “A veces sí que le doy vueltas a la cabeza cuando los tiros no me entran, pero ahora empiezo a no pensar demasiado en ello, a concentrarme en dar lo mejor de mí mismo cada vez que entro en pista, a darlo todo en defensa, a hacer que los demás compañeros encuentren el aro, y espero que de aquí hasta el final de la temporada pueda contribuir en más aspectos del juego para que el equipo gane”, asegura un jugador que es consciente de que, pese a todo, sigue teniendo la confianza de su entrenador. “Sito siempre es positivo, tanto conmigo como con todo el equipo. Cree en mí como en cualquiera de mis compañeros y yo confío en él. Eso es muy importante para mí, me da confianza”, reconoce.
Sobre los objetivos grupales, concede que “puede que la cuarta plaza sea una meta real”, pero frena cualquier euforia: “Tenemos muy buen equipo, muy buena química en el vestuario, buenas personas en plantilla y cuerpo técnico, damos lo mejor en cada entreno y partido, pero no pensamos en qué posición acabaremos. Solo nos centramos en jugar buen baloncesto”.
Salazar, en los entrenos Por otra parte, Iker Salazar, joven alero del Zornotza, trabajará con el equipo en los dos primeros entrenos semanales hasta final de curso. - J. Larrauri