Un pésimo día en la oficina para el Bilbao Basket
El peor Bilbao Basket de la temporada sale vapuleado de la cancha del Murcia en un duelo en el que recibió un parcial de 22-0 que le sacó del partido y otro de 16-0 que acabó de rematarlo
Bilbao - Posiblemente, en la historia del baloncesto mundial habrá pocos casos en los que un equipo haya sido capaz de ganar encajando sendos parciales adversos de 22-0 y 16-0 en un mismo partido. Probablemente nunca se habrá dado el caso? y el Bilbao Basket no fue ayer una excepción. Los hombres de negro firmaron el peor partido del presente curso, fueron durante la mayor parte de la contienda una sombra de sí mismos y salieron apalizados de la cancha de un UCAM Murcia que, jugando en todo momento a favor de viento, se gustó e hizo daño en todas las líneas, tanto por fuera como por dentro.
Por el contrario, el Bilbao Basket, huérfano de Dejan Todorovic por sanción y de Latavious Williams por unas molestias en la rodilla, compareció empequeñecido, errante, envuelto en un mar de dudas, sin la consistencia ni el ardor guerrero de otras veces. Nada salió bien en las filas de los de Sito Alonso. Absolutamente nada. Los directores de juego no dirigieron (-12 de valoración entre Raúl López, Quino Colom y Tobías Borg), los tiradores no acertaron (17% en triples, con cuatro dianas de 24 cañonazos) y solo la pujanza interior de Marko Todorovic y Axel Hervelle, serios y voluntariosos en todo momento pese al chaparrón, evitó una hecatombe aún más dolorosa. Las pérdidas de balón fueron constantes en ese 22-0 entre el final del primer acto y los siete primeros minutos del segundo en los que el equipo se desenchufó del partido (concretamente la secuencia ofensiva en esos compases que desembocaron en un 44-18 que ya no tuvo vuelta atrás se resume en siete pérdidas entre malos pases, pasos cometidos y faltas en ataque; tres triples fallados, un tapón recibido por Bertans y un fallo de Hervelle debajo del aro) y la defensa, corta de centímetros en posiciones interiores y sin filo en zonas lejanas e intermedias, estuvo muy lejos de ser la tabla de salvación de otras ocasiones. Así, los de Sito Alonso fueron una nave a la deriva durante muchísimos minutos y acabaron recibiendo el mayor castigo del curso, tanto en el fondo como en las formas, para disfrute de los Kelati, soberbio, Bamforth, Neto o Lima.
Y eso que el Bilbao Basket le dio un arranque digno al encuentro. Pese a ir en todo momento a remolque de un envalentonado Murcia, los hombres de negro sujetaron la mirada de su rival durante los nueve minutos iniciales aunque los de Ocampo demostraron desde el principio que su tino desde la línea de 6,75 y su exhuberancia interior iban a ser muy difíciles de frenar. Defendiendo como buenamente pudo, primero con una zona 2-3 y luego en individual y pese a que Wragge y Marko Todorovic cometieron muy pronto su segunda falta personal, y con Mumbrú, Bertans y el pívot montenegrino moviendo los dígitos en ataque, los visitantes estuvieron cerca de cerrar el acto inicial a tiro de piedra de su rival, pero los malos augurios que trajo el final del primer acto (Neto falló dos tiros libres pero se llevó el rebote ofensivo para anotar sobre la bocina el 24-18) se confirmaron acto seguido, pues un horrible arranque de segundo parcial desembocó en un sonoro 22-0, un 44-18 en el luminoso y la conclusión del choque muchísimo antes que llegara el bocinazo final. ¿Y qué ocurrió en esos siete minutos y diez segundos? Que el Bilbao Basket no hizo absolutamente nada bien y que el Murcia encontró alfombra roja para poner pies en polvorosa. Los de Ocampo hicieron lo que quisieron con la endeble retaguardia bilbaina tanto por fuera (con Bamforth liderando las andanadas, los locales metieron siete de sus primeros ocho triples lanzados) como por dentro y en ataque los de Sito Alonso perdieron totalmente el rumbo, acumulando pérdida tras pérdida, sin ningún tipo de fluidez y sin ser capaces de encontrar vías de distribución ni de ejecución. Mumbrú frenó la gigantesca vía de agua a 2:50 del descanso y al menos el hundimiento, inevitable ya, no se aceleró, llegándose al descanso con un 52-28 tras llegar a perder por 27 puntos.
En la reanudación, parecía que el Bilbao Basket quería endurecer su defensa para, al menos, poder aspirar a un decoroso marcador, pero su intento se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, pues tras un par de errores en ataque pasó a encajar dos triples de Kelati, sin ningún defensor en metros a la redonda, y un par de canastas de Lima para que el luminoso se disparara hasta el 62-30. Los visitantes, deshilachados, transitaban cabizbajos por la cancha con el marcador convertido en una losa de muchísimas toneladas a sus espaldas. Sin embargo, un ramalazo de rearme defensivo, con Hervelle y Todorovic sujetando lo que quedaba de estructura, desembocó en un contundente parcial de 2-20 que dibujó el 64-50 en el marcador a menos de un minuto de la conclusión del tercer cuarto. Quedaba aún un hilo de esperanza que, sin embargo, quedó cortado muy pronto. Una falta de Andjusic y dos tiros libres de Bamforth cortaron el estado de flujo de los visitantes y el atasco del UCAM Murcia, que recobrada la verticalidad abrió el último cuarto con un 14-0 para dejar de nuevo clara su superioridad y confirmar el peor día en la oficina del Bilbao Basket en el presente curso.