Benidorm - La pretemporada en Benidorm da mucho de sí para los doce corredores del Murias. Entre ellos se encuentra Egoitz García, el ciclista más veterano del grupo y sobre quien recaerá buena parte de la responsabilidad del equipo en las carreras. El vizcaino tiene miedo a la hora de afrontar el reto. Tras dejar atrás el Cofidis, quiere coger impulso en el equipo de casa y seguir demostrando su valía.
Mañana acaba la concentración en tierras alicantinas. ¿Cómo se ha desarrollado?
-Estamos teniendo bastante contacto entre los compañeros. La mayoría ya nos conocíamos, pero estos días en Benidorm nos están viniendo bien para conocernos mejor. Es la primera concentración con las bicicletas y lo agradeceremos luego en carrera. Estamos preparando los sprints, la montaña? un poco de todo, que en dos semanas nos llega la primera carrera y tenemos que estar compenetrados para que salga todo bien.
Además, el tiempo les ha acompañado.
-No tenemos ninguna queja al respecto. Hace una muy buena temperatura y no nos ha llovido. Ya notaremos el cambio cuando regresemos a casa (se ríe).
Se ve que el equipo es una piña. El buen ambiente es una de las cosas que más llama la atención.
-Sí, nos llevamos muy bien. Eso es lo que varía con respecto a un equipo extranjero, que cada uno es de una punta. Aquí es todo más familiar y eso ayuda a que vaya todo mejor. Además, tampoco somos un grupo excesivamente grande. Somos doce y solemos estar más juntos.
A usted, personalmente, se le ve muy integrado.
-Cuando uno está a gusto se nota. Estoy muy contento en el equipo y tengo buenas sensaciones.
¿Cómo es el trato con Jon Odriozola?
-Muy bueno. Es una persona seria y trabajadora. Nos conoce bien a nosotros y sabe bien de qué va el mundo de las bicis. Es exigente y eso está bien. Es nuestro trabajo y nosotros lo tenemos que hacer lo mejor posible. Está bien que de vez en cuando nos eche alguna bronca que otra.
Habla de la exigencia? Estos días no han sido nada tranquilos precisamente. Han trabajado a destajo.
-No queda otra. Hemos realizado algún test para ver en qué nivel estamos y para seguir mejorando. La jornada de hoy -por ayer- fue especialmente dura y ahora bajaremos un poco el pistón. Toca sufrir ahora para que luego el cuerpo pueda responder.
En breve llega la competición, pues apenas quedan dos semanas para que se estrenen en la Challenge de Mallorca. ¿Están preparados?
-Hace nada estábamos empezando a dar las primeras pedaladas y ya en nada nos toca competir. Es lo que toca. Se ve muy cerca ya, aunque quedan dos semanas, pero empieza a picar el gusanillo por volver a ponerse el dorsal.
Y los nervios?
-Eso seguro. Somos un equipo nuevo, de apenas dos meses de vida y se van a juntar muchas sensaciones en esa carrera. Por lo que nos toca a nosotros, trataremos de hacerlo lo mejor posible.
El suyo ha sido un pequeño paso atrás tras la sorprendente negativa del Cofidis a renovarle. ¿Cómo afronta la temporada?
-Yo me lo tomo con toda la seriedad del mundo. Como he hecho siempre, trabajando mucho y bien. Llego con ganas. Me hacía ilusión entrar en este proyecto.
¿Le costará asumir el papel de líder?
-En el Cofidis tuve carreras en las que el peso se centró sobre mí y eso me ayudará. Este año tendré que asumir esa responsabilidad más días, pero no creo que me cueste. Hay gente de mucho nivel aquí y no tengo ninguna duda de que el día que esté otro bien, el equipo se va a volcar con él.
¿Pesa esa responsabilidad?
-De momento estoy relajado. Entreno, me cuido lo mejor posible y luego la carretera pone a cada uno en su sitio. Ahora estoy tranquilo, luego ya veremos cuando empecemos a competir. Habrá días algo más tensos, pero eso es algo que sucede en todos los equipos.
Más allá de su condición de líder, es también el más veterano del equipo con 28 años. ¿Le piden consejo sus compañeros?
-Intento ayudarles cuando puedo. Luego en carrera, si veo que fallan en algo, será más fácil que les pueda aconsejar.
¿Le han contagiado los más jóvenes la ilusión?
-No lo dudo (se ríe). Cuando vienes de recibir un palo como el mío el año pasado en el Cofidis, además por una caída, y cuando no es el primer palo y ya acumulas varios, el ciclismo acaba quemando un poco y pasas momentos malos. Pero ha sido venir aquí, ver a los jóvenes con esas ganas por debutar en profesionales que te ilusiona... Con ellos tengo la sensación de que yo también empiezo de cero.
¿Quedó decepcionado con el Cofidis?
-Con el mánager un poco por el trato del Tour. Prefiero no pensar demasiado en ello, la verdad, pero sí hubo cosas que no me gustaron. Te caes, te lesionas, aguantas dos o tres etapas con mucho dolor antes de ir a casa y ver que no te llaman, duele. Además, cuando lo hicieron, fue tras acabar el Tour para decirme que no contaban conmigo. Aquello me dolió. Pero hay que pasar página.
En Murias Taldea podrá coger impulso de nuevo. ¿Cuál es su objetivo?
-Mi objetivo es crecer con el equipo. Ojalá que pueda ser así. Es imprescindible que haya un equipo profesional en Euskadi, ayudar a que los jóvenes den el salto. No me gustaría que los chavales perdieran esa ilusión de ser profesionales porque no haya un equipo.
Su experiencia en las pruebas francesas, en las que quiere competir Murias Taldea, será importante para el equipo.
-Sí, yo las conozco bastante. En Francia se corre de una forma bastante distinta a la que lo hacemos nosotros, algo más alocado. Es por ello que trataré de ayudar y de apoyar a los compañeros que no saben muy bien lo que es correr allí. Hay que estar atento a muchas situaciones, son carreras muy tácticas. Intentaremos estar muy vivos para poder ganar. A mí me parecen pruebas muy bonitas.
Pero por encima de todo, el mes de abril será muy importante para el equipo.
-Sin lugar a dudas. Ahí tenemos que llegar al 100%, con Estella y Amorebieta en la cabeza. Son los principales objetivos.