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El Bilbao Basket cosecha su primera derrota

El Bilbao Basket cosecha su primera derrota en un duelo en el que tuvo opciones hasta el final pero en el que jugó a contracorriente desde el segundo acto, en el que encajó un 22-4

El Bilbao Basket cosecha su primera derrotaefe

Gasteiz - Cuajó un notable cuarto el Bilbao Basket, el primero, tuvo otro de bloqueo mental, el segundo, enlazó otros dos con nubes y claros tras el descanso, haciendo la goma, y finalmente tuvo que rendirse a la evidencia y mascar en el Buesa Arena su primera derrota del curso en la Liga Endesa. El conjunto de Sito Alonso estuvo en disposición de luchar por el triunfo hasta los minutos finales del derbi vasco pero mostró demasiados flancos descubiertos como para alcanzarla. Los hombres de negro se extraviaron del buen camino en el segundo acto, en el que encajaron un parcial adverso de 22-4, para servir en bandeja al Laboral Kutxa el timón del duelo y posteriormente no fueron capaces de recuperar la verticalidad al 100% ante un rival que se amparó en el juego uno contra uno de San Emeterio, dominador de principio a fin, Perkins, enchufadísimo en los momentos de la verdad, y Heurtel para estrenarse en la competición doméstica.

Acumuló demasiados errores el Bilbao Basket como para salir triunfante del Buesa Arena y le faltó también armazón, temple y fortaleza. Veteranos como Mumbrú, que jugó lesionado, no tuvieron su mejor noche y a la chavalería de Sito Alonso le vino algo grande un duelo de tanto voltaje. Acumuló demasiadas pérdidas el conjunto vizcaino cuando la batuta del duelo era suya y tenía la oportunidad de conseguir mayores rentas, concedió demasiados rebotes en su canasta cuando tuvo que atrincherarse ante los arreones del rival y no atinó en la lectura del juego en algunas fases, olvidándose del tiro exterior y mostrándose excesivamente redundante a la hora de buscar el aro en las distancias cortas. Y, pese a todo, llegó a los minutos finales en disposición de propinar un susto a la parroquia local, pero en esos momentos de la verdad en los que cada error se paga con derrota, los desatinos corrieron de su cuenta.

Pese al tempranero estado de gracia de Orlando Johnson, el Bilbao Basket arrancó el duelo brioso, con filo y notable circulación en ataque, cerrando además las vías de abastecimiento en la retaguardia. Marko Todorovic se adueñó de las distancias cortas en el aro baskonista, lo que dio las primeras rentas a los de Sito Alonso, un colchón que creció de manera exponencial cuando entró a pista Raúl López. El genio de Vic hizo acto de presencia con frac y chistera y ofreció un clínic de distribución de balón, tiro exterior e incluso penetraciones aprovechando las grietas de la zaga rival y el colchón de diez puntos se convirtió en realidad. Pudo ser incluso mayor si los hombres de negro no hubiesen incurrido en algunas pérdidas evitables por querer forzar contraataques, pero el 13-23 a la conclusión del acto inaugural era un buen tesoro. El viento, sin embargo, no tardó en cambiar de dirección. La eterna fluidez que aporta Raúl siguió dando algo de continuidad a los impulsos del equipo e incluso un triple de Mumbrú colocó en el luminoso la máxima diferencia (19-30), pero las constantes vitales del choque habían sufrido un cambio radical. Con Hamilton y, sobre todo, San Emeterio en pista, el Laboral Kutxa se convirtió en un colectivo mucho mejor armado. Los visitantes sufrieron a la hora de cerrar el rebote defensivo y no encontraron soluciones para las penetraciones del alero cántabro, lo que unido a la pérdida de rumbo en la parcela ofensiva, renunciando al tiro exterior y embarullando demasiado los ataques, cristalizó en un sonoro parcial de 16-2 que devolvió a los de Crespi la iniciativa en el marcador (35-32). Cortó la sangría el voluntarioso Borg, pero con el menor de los Bertans entonado desde la larga distancia el Laboral Kutxa alcanzó el ecuador del partido con el horizonte despejado (41-34).

Tras la reanudación, el Bilbao Basket recuperó algo del orden perdido y evitó, al menos, que los de Crespi cogieran vuelo en el luminoso, pero le faltó la continuidad necesaria para colocarse a su altura. La conexión entre Raúl López y Latavious Williams rindió notables dividendos, pero en la otra canasta Shengelia y Hamilton también hicieron su trabajo. Amagaron los de Sito Alonso con devolver el equilibrio al choque con un 49-46, pero uno de esos momentos de fugaz ebullición que acostumbra a tener Heurtel permitió al Baskonia volver a despegarse y alcanzar los diez minutos finales con una cómoda renta de nueve puntos (62-53) ante un Bilbao Basket demasiado diluido y desdibujado que, además, encajó un triple de Bertans absolutamente solo sobre la bocina del final del tercer cuarto.

Sin embargo, los de Sito Alonso no se resintieron del golpe. Colom asumió responsabilidades en ataque para dar nuevos bríos a los suyos, lo que unido a dos tremendas bombas desde la larga distancia de Wragge en su presentación en sociedad como artillero, devolvió la esperanza a los visitantes, que llegaron a ponerse a cuatro puntos a otros tantos minutos del final. Pero en el bando rival surgió la figura de Perkins, con diez puntos en un abrir y cerrar de ojos, para enfriar la efervescencia bilbaina. Colom falló dos tiros libres con el choque aún sin cerrar y Davis Bertans le dio carpetazo acto seguido con el triple que certificaba la primera derrota del curso para el Bilbao Basket.