bilbao - El Bilbao Basket encara el inicio de la temporada con el equipo mermado por las lesiones y la necesidad de devolver la ilusión a sus seguidores. Pero Sito Alonso está más preocupado porque los hombres de negro reconstruyan su identidad.
En su presentación hace tres semanas dijo que el Bilbao Basket estaba a un nivel bajo de preparación. ¿En qué nivel está ahora?
-Estamos cerca del 70 o 75%, aunque tampoco es muy real porque para hacer esa valoración un equipo debe estar completo y nosotros no lo hemos estado en los entrenamientos y no hemos podido ver las capacidades de todos dentro del equipo.
¿Estos problemas han trastocado mucho sus planes?
-Bueno, sabíamos los jugadores que fichábamos y la recuperación que algunos tenían que hacer. Ya intuíamos lo que podía pasar, pero lo importante es que todos logren estar bien. No es necesario apretar a algunos para estar todos al 40% porque prefiero que ocho o nueve estén al 100% y los demás se vayan acoplando. No queremos empezar la Liga traicionando nuestra identidad y lo queremos es que los que estén den el 100%. Si no pueden, lo mejor es que no jueguen.
La afición se pregunta qué pasa con Latavious Williams y Ethan Wragge.
-Ethan va como esperábamos, no queremos forzarle. Es un jugador muy interesante y no queríamos que su lesión influyera en su fichaje. Es un jugador diferente en lo que se suele buscar en la posición de cuatro y sus avances son grandes. No estará preparado antes de dos semanas, pero probablemente podrá estar para el segundo o el tercer partido. Y Latavious empezó la pretemporada con tantas ganas de demostrar que estaba recuperado que hizo más esfuerzos de los debidos. Lo hemos tenido que parar, pero está preparado.
A Raúl López también lo ha dosificado en pretemporada.
-Raúl es un jugador muy especial porque da cosas diferentes al equipo. Tenerlo es un lujo porque no sabes lo que puede pasar y eso para el rival es complicado. Pero tiene que estar físicamente perfecto y no vamos a correr con él tampoco. Por eso, la composición del equipo está hecha para que Colom y Borg puedan asumir esa responsabilidad. Raúl se operó en verano y hasta que su rodilla no esté al 100% no va a poder dar su 100%, pero estoy seguro de que va a poder.
Con todos los problemas, el equipo ha anotado con facilidad en pretemporada. ¿Es una apuesta sostenible?
-Para nosotros es importante tener una fluidez ofensiva que nos permita sobre todo divertirnos en la pista y no encorsetarnos. Pero hemos incidido más en cuando no pueda pasar esto porque habrá veces que tengamos alguna baja y debemos estar preparados desde una seriedad en el trabajo defensivo para que nos permita ganar sin tener acierto o sin contar con jugadores acostumbrados a anotar. Lo importante es que sepamos adaptarnos a cada partido porque todos no van a ser iguales, claro.
En sus anteriores equipos, Joventut y Gipuzkoa Basket, en tres de cuatro temporadas fueron los que más triples lanzaron. ¿Es algo buscado en su filosofía de juego?
-No tengo ese dato exacto, pero sí sé que en uno de esos años en la final de la Euroliga se lanzaron más de 60 triples. El tiro de tres es algo que se ha tenido que usar para abrir distancias y el aprovechamiento del mismo es bueno, pero sin depender solo de él. Yo he tenido a Jasaitis, Tucker, Valters, Bogdanovic, Baron... gente que son especialistas y hay que utilizar. Siempre que sean capaces de meter porque si no, más vale tirar solo doce triples por partido.
Pero al Bilbao Basket han llegado Andjusic y Wragge, que destacan en esa faceta.
-A mí me gusta que haya velocidad en los sistemas y para las continuaciones de bloqueos directos o indirectos se hace más difícil de defender si los de fuera tienen una amenaza exterior. Wragge es mucho más especialista que Andjusic y tiene que sorprendernos. Él era un especialista en su universidad y no creo que aquí tenga una diferencia tan abismal. Lo que quiero es que cada uno haga bien aquello que sabe hacer y Ethan puede hacernos muy grande el campo porque es capaz de tirar incluso de siete metros y medio y ocho metros.
¿Qué es lo que destacaría del grupo?
-Creo que esta mezcla que es la primera vez que se da en Bilbao, tanta juventud e inexperiencia en algunos casos y tanta veteranía en otros. A mí esta mezcla me ha ido bien otras veces, como el año pasado en Donostia. Aquí es más exagerada aún porque hay jugadores que no conocen la ACB. Esto les puede costar algún disgusto, pero esa combinación de aquellos que quieren seguir sumando en la ACB y demostrar que su club está vivo y aquellos que llegan y quieren destacar es buena. Porque lo fundamental es que todos quieren jugar aquí, quieren triunfar, mejorar y divertirse. Ellos quieren, no tienen que.
Los dos Todorovic llegan cedidos, se supone que con intención de buscar minutos. ¿Se siente obligado a corresponderles?
-En absoluto. Marko quiere buscar minutos y es lógico que tenga esa ambición, pero me conoce perfectamente porque coincidimos tres años en Badalona y sabe que no va a tener minutos si no se los merece. Pero además ganemos o perdamos, va a tener un entrenador que va a trabajar con él en busca de que esa mejora sea aún más grande. Y Dejan no ha tenido nunca minutos en la ACB, sí en LEB, y quiere demostrar que puede hacerlo. Tendrá que hacer un esfuerzo grande y su aprendizaje tiene que llegar en el día a día. Luego seguro que juega porque tiene mucho carácter.
Con un solo partido a la semana, ¿va a haber espacio para satisfacer a todos en el reparto de minutos?
-A mí lo único que me preocupa es que seamos competitivos. Si el equipo es competitivo durante la semana, tendrán más oportunidades de jugar todos. Si hay siete u ocho a nivel excelente, no me voy a preocupar de los que no juegan porque saben que eso será lo mejor para el equipo. Yo me equivocaré y se lo haré saber, pero ellos deben abandonar su ego en beneficio del equipo y hacer lo que el equipo necesita. Pero quiero que me lo pongan difícil y si tienen que estar enfadados conmigo, que lo estén.
Después de este verano tan duro, ¿le preocupa empezar bien para que se encienda la llama competitiva?
-No puedo decir que no quiero empezar bien, pero tampoco quiero que condicione mi manera de competir. Es de mentalidad débil modificar tu actitud o tus objetivos en función de victorias o derrotas. Hay que ser competitivo siempre. Claro que me gustaría empezar ganando, pero me importa más que Miribilla vea que tenemos ambición, carácter y motivación, que el bajón de este verano no nos ha hundido, sino que nos catapulta. El resultado manda, pero analizado a corto plazo es de mentalidad débil y discurso sencillo. Al final de temporada, sí tenemos que tener claro si hemos logrado lo que queríamos.
Ha firmado por tres años, un tiempo que le va a permitir, en condiciones normales, dejar su sello.
-Txus Vidorreta, Fotis Katsikaris y Rafa Pueyo hicieron un gran trabajo. El de Rafa es de destacar porque aguantar una situación tan complicada en tu primer año, en el que todo sale mal fuera del equipo, y siempre intentar seguir todos juntos es muy meritorio. Mi idea es estar por debajo del club. El Bilbao Basket ya tiene una raíz y no hablo del efecto Miribilla o de los hombres de negro, que son cosas comerciales. Hablo de la idiosincrasia del vizcaino y del País Vasco, que nos diferencia de otros equipos. El entrenador puede dejar unos métodos de trabajo, pero por encima está el club. Me gustaría que el Bilbao Basket tuviera señas de identidad de Sito Alonso, pero más que el Bilbao Basket sea fuerte porque así será fuerte el baloncesto en Bizkaia.
Su nombre se asocia también al trabajo formativo. ¿En su responsabilidad está trazar algún plan en ese sentido?
-En los equipos que he estado he podido desarrollar un buen trabajo con la cantera. En Badalona tuve a Eyenga de extracomunitario o llegué a usar cuatro canteranos al mismo tiempo en el cinco inicial cuando la crisis económica no había hecho necesarios esos jugadores. Y en Donostia he dejado mi legado con Olaizola, Motos y Oroz o jugando con cuatro vascos en pista al mismo tiempo. No se trata de que sean vascos, vizcainos o guipuzcoanos, sino de que merezcan jugar y para que merezcan jugar tienen que estar. Lo primero que tenemos que hacer aquí es trabajar para que el club sea estable en la ACB y después generar ilusión y pensar un proyecto de cantera para que Bizkaia tenga un equipo que sea de Bizkaia y pueda competir para ganar a los demás no solo en resultados, sino también en formación, en estructura, en valores. Por eso lo primero es cuidar a los clubes que trabajan alrededor del Bilbao Basket, ayudarles en lo que podamos a trabajar con normalidad. Si clubes de ACB se están llevando jugadores es porque algo se estará haciendo bien en Bizkaia. Si esos clubes están trabajando bien, hay que apoyarles, no aplastarles. Hay que estar unidos para tratar que nadie se vaya y conseguir que en un futuro el junior de Bizkaia sea capaz de ganar al Real Madrid.
Decía que al final de temporada es el momento de juzgar. ¿Con qué se daría por satisfecho?
-Me gustaría que nuestro equipo no fuera uno más. Que logre buenos resultados porque el aficionado se haya identificado con lo que está viendo y que haya demostrado capacidad de superación a los problemas. Que jugadores que empiezan con nivel 2, 6 u 8 lo han mantenido o superado.