Los ecos mediáticos argumentan a Titín como un delantero Sacrificado
Los ecos mediáticos alrededor de Titín argumentan al pelotari de Tricio como un delantero Sacrificado, de trato exquisito y cuya adaptación es la del camaleón
Bilbao - 22. Número mágico en la pelota a mano. 22. Y Augusto Ibáñez Sacristán, álter ego de Titín III, y viceversa, se mide en la dicotomía de sus últimas noches con el pantalón blanco en la lavadora y el futuro en blanco en la cancha. Dos realidades y un epílogo. En el 22 argumentan los ecos mediáticos alrededor del pelotari de Tricio de su importancia en la batalla diaria, a pecho descubierto, con un interés enorme y ganado. Titín es negro sobre blanco y rojo sobre verde, azul o negro. Titín es renglón y pluma. Titín es fuego y dinamita en las pulgadas de una pantalla plana. Titín es medio y transmisión. Titín es...
Desde La Rioja, confiesa Miguel M. Nafarrate, periodista del Diario de La Rioja, que “desde mi punto de vista, Titín III ha supuesto un fenómeno social”. “Gran parte de su conexión reside en que siempre se ha mostrado cercano. Nunca se le subió a la cabeza ser una estrella”, analiza. Y es que, la conexión riojana entre Adarraga y Augusto es dinamita. Una bomba. “Muchas veces, cuando ves lo que le quieren fuera, te preguntas qué hace para ser tan querido. Quizás, muchas veces, por tenerle tan cerca pierdes la perspectiva de las cosas que ha hecho”, revela Nafarrate, quien sostiene que “Titín fue creativo cuando la pelota a mano se encontraba embalsamada. Ha pasado de las fotos en blanco y negro al móvil con cámara y el Twitter, adaptándose a cada circunstancia. La gran capacidad de Titín ha sido la aclimatación”. Camaleón. Piel de colores: remate, defensa, trabajo y espectáculo. “No ha sido monocorde. Ha aprendido cosas y el que está dispuesto a aprender siempre demuestra que es humilde”, especifica el riojano y agrega que “se ha reinventado mil veces y la televisión ha amplificado su figura, a pesar de que la repetición pueda provocar hastío. Ha sido importantísimo”.
“La mayor virtud de Augusto ha sido ser el que mejor se habituó a la pelota que pedía la televisión”, argumenta Imanol Magro Eizmendi, de Berria. El pelotari de Tricio salta al profesionalismo en 1992, justo cuando Asegarce empieza a emitir algunos de sus encuentros. “La televisión pedía entonces un formato de partido más corto y rápido. Augusto fue el que le sacó brillo a eso. Se adaptó al televidente. Titín es la pelota de videojuego. Él creó al nuevo espectador y el nuevo espectador lo creó a él. Fue un feedback y ahora es lo que exige la mano actual”, explica el periodista eibartarra, que añade que “el trato con los medios ha sido exquisito. Él sabe que vender la pelota no es solamente jugar”. Una de las cosas que destaca Magro sobre el puntillero de Tricio es ser referencia. “La Rioja necesitaba un figura desde los 80 y consiguió que el público se identificara con él, arrastrando gente. Dejará un hueco grande y el reto es que no se note”, remata.
“Todo el mundo puede decir que Titín ha sido un pelotari revolucionario”, señala Iñaki Elorza, periodista de Euskadi Irratia, que recorre desde hace mucho tiempo todos los frontones del panorama manista. “Si bien no fue el primero o el único que entró de aire al saque o con la volea o el gancho, sí que dio vivacidad al juego con el que se encontró al debutar. Augusto es ratonero, listo, vivo...”, desvela. “Aunque lo que podemos destacar de él es que es un delantero de cabeza, de corazón, de genio y de casta, que transmite mucho en el frontón. El gran cambio lo dio la televisión, pero Titín impulsó también el espectáculo”, declara Elorza, quien sostiene que “por ejemplo, el miércoles pasado en San Mateo no jugó bien y el viernes, al ganar a Berasaluze e Ibai Zabala, salió para pedir disculpas por su juego. Eso lo agradezco, que reconozca sus errores y pida perdón. Hablamos de 22 años en el frontón, que es remarcable”.
Iñigo Markinez, periodista de la Cadena Ser, valora en gran medida el carácter del pelotari caracolero como “un pelotari que ha dado la talla cuando ha tenido que hacerlo. Sin duda, hablamos del pelotari más importante a nivel mediático de las últimas décadas. Sí que hay mejores que él, con más títulos, pero nadie que transmita lo mismo: es un currela y un artista”. “El leitmotiv de Augusto es darlo todo y la pelota, aunque él no quiera reconocerlo, siempre le va a deber algo”, manifiesta Markinez, quien finaliza que “él ha sido una revolución en la pelota profesional. Ha llenado frontones como nadie y se ha ganado el cariño, el aprecio y el respeto de todo el mundo”.