el Duranguesado, Durangaldea, ha sido tradicionalmente una de las mayores canteras de ciclistas que hemos tenido en Euskadi. Hasta 2009, Durango era el punto de inicio de la tradicional Subida a Urkiola - Urkiolara Igoe- la, carrera profesional que solía coincidir en estas fechas de agosto con la Clásica de San Sebastián, en un fin de semana de gran ciclismo en las carreteras vascas. Pero, con el tema de la tan mencionada crisis económica, ya en 2010 no se disputó la carrera, y por ahora no hay visos de que se recupere. De todas formas, ha sido una carrera errática en el calendario, ya que se disputó una primera edición en 1931 (con victoria de Ricardo Montero), la siguiente en 1936, y luego empezó una nueva andadura en 1961, aunque con algunos años sin disputarse, hasta su última edición de 2009 (cuyo ganador fue Igor Antón). Quién sabe si en unos años volveremos a disfrutar de esta carrera profesional en las rampas de Urkiola.
En el mundo del cicloturismo, esta zona del interior de Bizkaia también tiene su importancia, pues son muchísimos los aficionados de esta comarca que salen a la carretera a emular a los pros. Y también hay que decir que el puerto de Urkiola es un clásico al que se enfrentan, al menos una vez al año, la gran mayoría de cicloturistas de Bizkaia. Igualmente, entre 1992 y 2003 Urkiola fue el duro final de la marcha cicloturista Jesús Loroño, que atraía a cientos de aficionados cada año, y que estaba organizada por la S.C. Bilbaina, el mismo club que organizó la primera edición de la Subida a Urkiola.
Pero, además de Urkiola, cerca de Durango tenemos una subida bastante desconocida y que encierra en sus rampas una dureza considerable rodeada de una belleza exultante. Se trata de la subida hasta la cima del Monte Oiz, por la ermita de San Cristóbal. Una subida muy tranquila y espectacular que se puede hacer perfectamente en bici de carretera.
Para conocer estas dos grandes ascensiones os propongo en estas líneas un recorrido corto pero intenso.
Saliendo del centro de Durango emprendemos una tranquila vuelta por Elorrio y el Alto de Miota (km. 13) para bajar a Berriz. Seguimos dirección Iurreta y en la rotonda de este pueblo vecino de Durango empezamos a subir hacia Garai (km. 23) por una carretera durilla y muy bonita entre caseríos por las faldas del Oiz, uno de los montes bocineros de Bizkaia.
Cuando termina la subida y antes de comenzar el descenso por Goiuria, tomamos una estrecha carretera a la derecha que nos conducirá hasta la cima del Oiz. Al comienzo la pendiente es bastante dura, todo el rato atravesando un hayal precioso, pero luego la dureza cede después de pasar por el área recreativa de Lasiar. Tras dejar el hayal vamos entre pinos para salir en la zona de arriba a unos kilómetros más despejados de árboles. Antes de llegar a la ermita de San Cristóbal (km. 33) hay un par de kilómetros muy suaves con algún descenso.
Podemos darnos la vuelta junto a la ermita, lugar de preciosas vistas hacia los montes de Durangaldea y hacia el norte, al valle del Lea, ya que estamos en el cordal de la cima, o enfrentarnos a un último tramo de casi dos kilómetros que con rampas muy empinadas nos lleva casi hasta la misma cima del Oiz. Los días de viento en esta zona impresiona el ruido de los aerogeneradores girando a toda velocidad.
Al bajar, tomamos ahora la carretera hacia Goiuria para llegar a Iurreta, bordear Durango y afrontar la subida a Urkiola, ya muy conocida con sus casi 6 kilómetros a una media en torno al 9'6%, y un pico del 14% en la famosa recta de Txakurzulo, a un kilómetro de la cima (km. 59).
Tras la visita de rigor a la zona del Santuario, bajamos de nuevo a Durango, tras unos 70 intensos kilómetros (un poco más si hemos subido hasta la cima del Oiz).