zaratamo. "Estoy muy agradecido a todos mis entrenadores, si estoy aquí es por ellos. También por Aitor Erauzkin, mi preparador físico, estoy muy a gusto con él", relata Danel Elezkano, relajado, en Zaratamo. La final del Manomanista de Segunda le espera en Iruñea y Untoria es un purasangre. Dos autobuses irán a apoyarle hasta el Labrit.
¿Esperaba llegar a la final?
Si te digo la verdad, cuando empecé el campeonato no sabía si iba a llegar hasta aquí. Sabía que me gustaba jugar mano a mano, que todos los partidos eran muy duros y que iba a notar el cambio de aficionados hasta aquí. Hice buenos campeonatos mano a mano, no jugué muchos individual, pero me quedé a gusto. Sabía que podía dar guerra, pero no que podía llegar a la final y así ha sido. Todos los partidos que he jugado han sido muy duros, desde el primero hasta el último. Esperemos que salga una final bonita.
Además le ha tocado contra grandísimos pelotaris.
Para llegar a una final hay que pasar partidos muy duros y creo que los he sabido gestionar. Desde el partido contra Mikel Larunbe, este incluido, han sido todos muy duros. Contra Rico jugué muy bien, me encontré muy a gusto y quizás ese fue el momento en el que me di cuenta de que podía dar guerra también en el mano a mano. Jugué muy a gusto en Orduña, me salieron muy bien las cosas. En los encuentros contra Aitor y Olazabal me ha tocado remontar, se me pusieron muy mal, pero supe darles la vuelta y gracias a Dios estoy en esta final.
Untoria, es otro 'gallo'. Es fuerte, aguanta, pelotea, tiene una buena zurda...
Untoria lleva un año terrible, ha estado en las tres finales y eso dice mucho de él. Es un pelotari muy rocoso, que no regala nada y que lucha cada tanto hasta el final. Físicamente está muy fuerte, pero una vez estando aquí hay que ser ambiciosos, ir a por el partido y pelear cada tanto.
¿Le ha tocado alguna vez jugar contra él mano a mano?
No. Le he visto jugar más de una vez y juega muchísimo.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Es un zaguero que se mueve muy bien delante, tiene mucha movilidad, sabe muy bien acabar el tanto y le pega mucho con las dos manos. Además, a la hora de terminar, lo hace fácil. Con la izquierda tiene una postura que lo mismo te echa para atrás, que tira el dos paredes. Habrá que estar muy atento.
¿Cómo está siendo esta semana de incertidumbre?
De momento no estoy muy acostumbrado a esto. Llevo un año y me ha venido todo de golpe. Es muy bonito, estoy pasando semanas bonitas y espero que no sean las últimas.
Además es una final grande.
En un año no esperaba estar donde estoy, pero sé que lo mismo que han llegado los buenos momentos, pueden llegar los malos. En el Cuatro y Medio llegué a semifinales, me quedé a gusto con el torneo, pero Jaunarena me pasó por encima; después, llegó un torneo de Parejas duro, que empezamos bien y no terminamos de coger el punto, no jugamos lo que sabemos; mientras que en el mano a mano he podido dar el nivel y alcanzar la final.
¿Qué es más goloso: la txapela o el billete al Manomanista de Primera del año que viene?
Al final, todos sabemos que el premio más grande de ganar en Segunda es el billete a Primera al año siguiente. Poder jugar en Primera sería un sueño hecho realidad.
¿Ha aprovechado estos días para ver vídeos de los partidos que han jugado para analizarlos?
Vi el partido entre Untoria y Lemuno y también el mío algunas veces. Pero cada partido es un mundo, a ver si hay suerte y podemos traernos la txapela.
¡Parece que Zaratamo está sembrando manomanistas!
Está siendo un torneo muy bonito para Zaratamo. Mikel ha demostrado que está a la altura de los grandes, que ha hecho un gran torneo y ha derrotado a rivales buenísimos.
En este torneo ha cambiado de botillero, de Mikel Etxegia a su hermano Ander.
El primer partido lo jugué contra Larunbe y los dos hemos crecido con Mikel Etxegia y sabíamos que él no se iba a poner con ninguno. También en alguno no ha podido venir y se ha puesto Ander, mi hermano. Aun así, estoy muy agradecido a Mikel y si estoy en profesionales gran parte de la culpa la tiene él. Creo que este campeonato he estado muy a gusto con Ander y en la final estará. Ellos dos, junto con aita Jokin, son los que más me han ayudado en la pelota.
¿Qué tal con Ander en la silla?
Él me tranquiliza mucho, estoy muy bien. Tengo que hacerle caso. Desde muy pequeñito me ha ayudado y les estoy muy agradecidos a los tres.
¿Es su mejor momento de juego desde que lleva como profesional?
No lo sé. Al final es diferente jugar en las tres modalidades, pero la verdad es que me encuentro bien y cuando las cosas salen bien y las lesiones te respetan todo es diferente. Me he encontrado bien y las manos me han respondido, aunque en cuartos anduve con problemas y no pude preparar todo lo que me hubiera gustado la semifinal.
¿Y cómo está su mano izquierda?
Contra Mendizabal me respondió mejor de lo que me esperaba. Ha estado un poco cargada después del partido, pero he entrenado bien. Es de agradecer a los masajistas que me han recuperado la mano. Es una final, nos jugamos mucho y no hay excusa. Saldré al cien por cien.
¿Qué le parece el Labrit?
No he jugado mucho, pero es un frontón que me gusta muchísimo. Es muy noble y hay un ambiente muy bonito.
Territorio neutral.
Así es. Cuando acabaron las semifinales se barajaba jugar en Nájera, su pueblo, o Arrigorriaga, casi el mío; al final han decidido ponerlo en Iruñea y es una decisión muy correcta.
¡Se armará una buena!
Sí, los amigos ya han planeado cómo ir y se están preparando un par de autobuses. Ya en Arrigorriaga la gente se volcó, estoy muy agradecido, se han portado de maravilla conmigo y ojalá pueda darles la txapela.
Al final del envite contra Mendizabal se emocionó.
Sí. Pasé quince días duros en los que había llegado a la semifinal y no sabía si iba a poder jugarla al cien por cien. Decidí jugar, salí en condiciones, no sabía si me iba a aguantar la mano, si me iba a responder todo el partido y solo sabía que tenía que darlo todo porque la afición me había ayudado todo el Manomanista. Tenía que intentar ganar solo por ellos.
El primer sotamano de zurda fue como quitarse mil kilos de encima.
Así es. Después de la elección de material, notaba molestias al darle de costado. El jueves fui al masajista y me encontré con Pablo Berasaluze que me dijo que me ayudar a librar los tacos, que me iba a enseñar a librar el puente. El viernes probé y sentí menos molestias. Al día siguiente tocaba sufrir. Calenté pronto y solté el primer sotamano y vi que la mano aguantaba.
¿Fue Pablo el artífice de los tacos?
Me lo encontré en el masajista de la empresa en Gasteiz. Él va todos los días, es grandísimo, va a volver pronto y al nivel que estaba, porque está trabajando muchísimo. Le dije a los masajistas que notaba al soltarle de lado y él me enseñó cómo librar para no sufrir de las manos. Es de agradecer que un pelotari tan grande te ayude.