BILBAO
Costó salir de Bilbao después de cinco años, pero la experiencia está siendo muy positiva. Mejor no podía estar pasando". Son palabras que resumen la situación actual de David López (10-IX-1982, Logroño) allende el Athletic. Lo dice porque, una vez tomada la decisión de fichar para la presente campaña por el Brighton de la Championship, la Segunda División inglesa, su mayor aspiración era el ascenso a la Premier. "Era la meta de todos", asevera. Para afianzar garantías el club inglés, fundado en 1901, también reclutó a los ex valencianistas Bruno y Vicente, al ex barcelonista Orlandi, al ex alavesista Calderón o al pichichi de Segunda, Ulloa, quienes, por idiosincrasia, conforman el círculo más cercano a David López. Son "granitos de arena" cuya presencia "se ha notado en el club" deportivamente hablando. El colectivo español, además, ha livianizado y relativizado la drasticidad del cambio del mediocampista logroñés. Hoy, todos ellos, la tropa del conductor Gustavo Poyet, dan comienzo a las semifinales de ascenso. Un duelo contra el Crystal Palace que es, además, el derbi de Brighton, donde la pasión se vive como en el mismo corazón de Bilbao. Así lo atestigua este antiguo león.
La vida ha cambiado mucho para David López, aunque su ex equipo, a estas alturas del curso pasado, también disputaba partidos de trascendencia histórica. Pero para el navarro, el año de sueños y gloria se tornó en un calvario con el desencadenante de la salida del club. Se mudó, por necesidad, persiguiendo la pelota, al Brighton. En la maleta iba doblado el mayor de los argumentos, la razón de la elección para su porvenir: "Recuperar sensaciones, sentirte futbolista tras el año tan duro que fue el pasado".
En la anterior campaña David López disputó 19 partidos (5 como titular), marcó dos goles y no asistió a goleadores; este curso, para su goce y resurrección, ha disputado 33 encuentros (29 desde el silbido inicial), con 9 dianas y 7 pases de gol, sus mejores registros. "Hacía tiempo que no disfrutaba tanto del fútbol", apostilla. Únicamente había acumulado más comparecencias a lo largo de una temporada en Osasuna y fue durante los dos cursos anteriores a mudarse al Athletic. "Las cosas me están saliendo bien. Estoy jugando mucho, ayudando al equipo con goles y asistencias. Me siento muy bien", confiesa. Acontece el tercer vuelo de David López después de hacerse un nombre en Osasuna, dar el salto para crecer profesionalmente en el Athletic y ahora en el Brighton, cuarto de la Championship, luchar por reverdecer su versión más distinguida, la que le llevó a vestir de rojiblanco. Aunque para ello debiera descender un escalón. Ha sido su purificación.
"Por suerte siempre he jugado en Primera, pero no ha sido tan complicado este cambio. Al llegar aquí piensas diferente a cuando estás en España. Pienso que no es una categoría equivalente a la Segunda española. Es más competitiva y hay muchos más clubes históricos. Casi todos han estado en la Premier y todos quieren subir, por eso veo una competición más difícil que en España", explica, sin tapujos, consciente de que "venía a otra categoría", inferior a la habitual, pero guiado por sus inquietudes, que no eran otras que cobrar peso en un vestuario. "El míster, aquí, me ha dado esa confianza". De hecho, invita a probar la experiencia. "Se lo aconsejaría a todo el mundo". A sus 30 años atraviesa una fase de subidón de autoestima, de revertir anímicamente lo que sucede sobre el césped.
"Hemos acabado muy bien la Liga -con 9 encuentros invicto-, estamos en un buen momento, pero ya sabemos cómo son las eliminatorias y los derbis. Aunque vamos con ganas y confianza de poder pasar", solapa. El desenlace de la fase de ascenso (la otra semifinal es el duelo Watford-Leicester; mientras, Hull y Cardiff ascienden de forma directa) dictará el futuro del equipo, pero también el suyo, pues firmó por una temporada. "En principio quiero ascender y continuar aquí, pero no depende de mí, por eso por ahora no me preocupo. Pienso en ayudar al ascenso", dice, contemplando con el Atlántico de por medio el trayecto del Athletic. "Les sigo siempre. Este año ha tocado sufrir un poco más por la situación que viven en la clasificación, pero estoy convencido de que no van a pasar apuros. Es el equipo que el año pasado a todo el mundo le gustó, con algún cambio que otro, pero es gente joven que venía pegando fuerte y hay equipo de sobra para el futuro", expresa.
David López, entre tanto, sigue en la fragua de la vida, danzando al son de la felicidad. "Al final, haces balance y la verdad es que la experiencia es muy positiva". Y puede serlo más.