bilbao
a finales de los años setenta, cuando Orio construyó el edificio que debía albergar al club de remo, ya flotaba en el ambiente la necesidad de dar un paso, una inmersión más profunda, que sacase todo el jugo de la pasión que el pueblo oriotarra siente por el deporte de las traineras. El edificio, de dos plantas, quedó sin tejado, sin el toque final, con la intención de que en el futuro, cuando la economía lo permitiese, se pudiese ampliar para incluir un centro de tecnificación. La iniciativa plasmaría lo que todo el mundo ya sabe: que Orio es la capital del remo, el pueblo donde los remeros alcanzan un estatus privilegiado, mucho más allá de lo que un mortal deportista podría soñar. Pero el tiempo pasó y el edificio sin remate, sin el acabado adecuado, se fue deteriorando y quedando obsoleto para las necesidades de un club que no ha parado de crecer. Los responsables del club y el consistorio, por entonces del PNV, trabajaron de la mano para dar forma, por fin, a ese proyecto que llevaba décadas cocinándose a fuego lento en el ideario oriotarra.
El viernes se inauguró Arraunetxe, un centro de tecnificación de remo y piragüismo que pretende ser referente, no solo en Euskadi, sino también en el Estado y Europa. El actual director de deportes del Gobierno vasco, Jon Redondo, ha vivido de cerca todo el proceso de creación de esta instalación. Con una bandera de La Concha en su palmarés, Redondo conocía de primera mano las necesidades del club de remo cuando alcanzó la alcaldía de la localidad guipuzcoana. Su equipo elaboró un proyecto que, por cambios en el Ayuntamiento de Orio, se ha visto alterado en algunas facetas. El centro se ha construido en torno a tres ejes diferentes: "El primero, que fuese la casa del club de remo; el segundo, que sirva para hacer una tecnificación, tanto para remeros como piragüistas de alto nivel de Euskadi. Y, el tercero, que sirviese como centro de ocio para particulares que, pagando las correspondientes tarifas y cuotas, puedan disfrutar practicando remo y piragüismo".
un referente en europa Durante varios años, el consistorio oriotarra ha buscado la orientación y la inspiración necesaria. "Analizamos un poco las referencias que hay en el Estado mientras el técnico de deportes del Ayuntamiento analizaba por Europa las instalaciones punteras en cuanto a medicina, captación de datos? Miramos qué servicios punteros hay a nivel europeo que nos pudiesen beneficiar", explica Redondo.
El resultado es un equipamiento con casi 6.000 metros cuadrados de espacio que ha costado 5,7 millones de euros. Financiar algo de semejante envergadura hubiese sido imposible en una localidad que no tuviese la pasión por el remo de Orio: "Cuando planteamos el proyecto, lo que pensábamos era una inversión de cuatro millones y medio, más el equipamiento. Calculábamos que podíamos andar en cinco y medio. Una de las claves a la hora de encontrar apoyos para esta inversión es que, allá donde íbamos a explicar el proyecto, la gente entendía que esta instalación tenía que estar en Orio", explica el director de deportes del Gobierno vasco, "es un municipio con una historia vinculada fuertemente con el remo, con una ría navegable en siete u ocho kilómetros hacia arriba. Este proyecto, si no era en Orio, difícilmente podía hacerse. Y luego estaba el piragüismo, que aunque no es un deporte típico de Orio, encajaba perfectamente. Todo el mundo ha dicho que este proyecto casa con Orio a la perfección". Los 5,7 millones de euros han sido asumidos por el Ayuntamiento de Orio (1,6 millones), el Gobierno vasco (2,5 millones), Diputación (un millón) y Kutxa (525.000 euros). El edificio es propiedad del consistorio oriotarra y será la propia institución local la que se encargue de gestionarlo. El Ayuntamiento ha anunciado que para ello se invertirán 100.000 euros anuales.
La planta baja de Arraunetxe alberga un gran almacén, un amplio hangar en el que el club de Orio guardará todas sus embarcaciones. También será el lugar donde tendrán cabida las piraguas de particulares y las disponibles para el alquiler. En la primera planta se ha dispuesto un gimnasio de casi mil metros cuadrados, dotado con 38 ergómetros (29 para la práctica de remo y otros nueve para los piragüistas), 40 máquinas para trabajar la potencia y un foso para los remeros que estará finalizado en abril. En esta planta también se encuentran, además de los vestuarios, las instalaciones médicas, que pretenden ofrecer al deportista de élite todos los cuidados necesarios: consultas médicas, sala de fisioterapia o salas de hipoxia, que ayuda a mejorar el transporte de oxígeno para que el deportista mejore su recuperación.
En la parte más alta del edificio están las oficinas del club de remo, más un local para una sociedad gastronómica que dé servicio de comidas a los deportistas de élite que pudiesen alojarse en el centro. "Entendíamos que un deportista de alto rendimiento que estuviese allí concentrado necesitaba una serie de requisitos", explica Jon Redondo, "la sociedad gastronómica daría esos servicios para comer. Esa era la idea original. Ahora tenemos el almacén, las embarcaciones, de las dos salas de hipoxia que planteaba el PNV han quedado ocho máquinas de hipoxia y el tema del albergue, finalmente, no se ha completado. El gimnasio sí está totalmente equipado. Faltaría acometer la sala de fisioterapia y de medicina, donde está preparada una sala donde puedes hacer contraste de frío y calor para que los deportistas puedan recuperarse mejor. La sala donde se hacen las valoraciones médicas, además, siempre está a la misma temperatura para que las pruebas se hagan siempre en el mismo entorno, para que no haya fluctuación de lactato".
amplio margen de mejora Arraunetxe hace algo más de un mes que ha acogido a los primeros piragüistas y a los remeros de Orio. Sus primeras valoraciones han sido buenas. "No tiene nada que ver con las viejas instalaciones. Entras y te sorprende. Es muy diáfana. Está diseñada concienzudamente para remo y piragüismo. Es una gozada. Vas a entrenar y te quedas encantado", explica Redondo.
Pero Arraunetxe todavía tiene partes por desarrollar y otras que, tras quedarse en el tintero en un primer momento, serán retomadas y puestas en marcha en el futuro. "Un tema que está pendiente es sacar una concesión de ocio para que una empresa la coja y ponga unas tarifas para que un usuario pueda ir el fin de semana y remar o hacer piragüismo", detalla el exalcalde oriotarra; "otra cosa que estaba contemplada en el proyecto inicial y que ahora no se ha tenido en cuenta, es que todo el gimnasio estaba preparado para que todas las máquinas grabasen sus datos. Estarían conectadas para que los datos de cada deportista quedaran registrados. Con una pulsera, los datos de repeticiones y pesos usados quedarían directamente almacenados. Eso pasaría a un ordenador para que médicos y científicos pudiesen analizarlos. Iba a ser un sistema pionero en cuanto a investigación. En un futuro habría que retomarlo porque se crearía una base de datos que sería única en el Estado y, seguramente, también en Europa".
A pesar de que tendrá aspectos todavía por explotar, Arraunetxe se convierte por derecho propio en el templo del remo y parece que colma los sueños oriotarras, porque ya tiene tejado.