bilbao. Con sabor agridulce. La Federación Vasca de Fútbol (FVF) no vio cumplidas las expectativas económicas que preveía en el encuentro internacional entre Euskadi y Bolivia, disputado el pasado 29 de diciembre en Anoeta, ya que los ingresos generados, que se destinan al fútbol base, apenas superaron los 120.000 euros limpios, muy lejos de las recaudaciones habituales cuando la tricolor comparece en San Mamés.

La FVF no ha cerrado la liquidación de la última cita de la selección nacional vasca, aunque los primeros datos desvelan que la recaudación no alcanzó las estimaciones manejadas, ya que las entradas vendidas no llegaron a las 21.000, es decir poco más del 65% del aforo de Anoeta, que se eleva hasta los 32.000 espectadores.

La asistencia no fue la esperada, como tampoco los incidentes registrados durante el choque en las gradas, en los que resultaron heridos catorce ertzainas, dos de ellos con fracturas y el resto con contusiones, y hubo dos detenidos, además del masivo lanzamiento de bengalas, que desvelaron una estampa dañina para los intereses de la Federación Vasca, que también maneja un importante desembolso para responder a los desperfectos ocasionados en el estadio donostiarra.

Los responsables de mantenimiento de Anoeta han contabilizado más de 450 asientos destrozados, a los que hay que añadir también daños en anclajes, carcasas y soportes; al mismo tiempo que diferentes postes de señalización, carteles, extintores y diverso mobiliario sufrieron las iras de los radicales, por lo que la factura de los desperfectos, junto a una hipotética sanción administrativa, puede alcanzar los 30.000 euros, según fuentes federativas, que recalcan que se activaron "todos los medios de seguridad exigidos y que incluso el colegiado, el guipuzcoano Pérez Lasa, no reflejó en el acta ese lanzamiento de bengalas, porque, debido a las características de Anoeta con la pista de atletismo como muro, no ofrecían riesgos para la integridad física de los jugadores".

críticas de las peñas Por su parte, las peñas Herri Norte Taldea, Indar Gorri, Mujika Taldea e Iraultza 1921 aseguraron ayer que el origen de los altercados registrados tras el partido de Euskadi "no estuvo en las bengalas sino en la brutalidad sufrida por varios hinchas a manos de la Ertzaintza".

Estas agrupaciones denuncian "la desproporcionada carga llevada a cabo por los agentes, poniendo en peligro la vida de las miles de personas que abarrotaban la grada", aunque también hacen autocrítica al ser "conscientes" de que "el lanzamiento de bengalas no ayuda en nada" a su "objetivo" de conseguir la "oficialidad" de la selección. "Por tanto -prosigue el texto-, mostramos nuestra disconformidad con el empleo dado a las bengalas y hacemos un llamamiento para que este tipo de comportamientos no vuelvan a repetirse".