Bilbao. Formado en la cantera del Real Madrid, José Ángel Antelo fue en su día una de las grandes esperanzas del baloncesto estatal. Sin embargo, a este ala-pívot de 2,03 metros de altura le está costando consolidarse en la élite del baloncesto estatal, por lo que, a sus 25 años, quiere exprimir al máximo la oportunidad que le ha brindado el UCAM Murcia. Tras su paso por el Bilbao Basket y el Fuenlabrada, clubes en los que no gozó de minutos, tuvo que descender a la LEB para resurgir con fuerza. Sus dos últimas temporadas en el Cáceres -sobre todo la última, en la que promedió 15,3 puntos y 7,6 rebotes- fueron brillantes y ello le ha permitido retornar a la ACB, en la que ha ofrecido un notable rendimiento en estas doce primeras jornadas.
¿En qué momento llega el UCAM Murcia al enfrentamiento con el Bilbao Basket?
Llegamos en una buena línea de rendimiento. En la pasada jornada logramos una importante victoria en casa ante el Manresa y en la anterior fuimos capaces de competir hasta el final en una cancha complicada como es la del Caja Laboral. En la mayoría de los partidos hemos sido capaces de ser competitivos y eso para nosotros es muy importante.
¿Cómo calificaría el primer tramo de temporada completado por su equipo?
Hemos ganado partidos importantes e incluso estaríamos más arriba si algún encuentro, como el del Valencia, no se nos hubiese escapado en el último segundo. Es de los mejores arranques de temporada que ha realizado el Murcia desde que regresó a la Liga ACB y la gente está contenta con nuestros resultados. Lo que ahora tenemos que hacer es seguir por este mismo camino.
Con doce jornadas ligueras ya disputadas, el UCAM Murcia suma cinco victorias y tiene ya un colchón de cuatro partidos con respecto a la zona de descenso.
Nosotros tenemos muy claro desde antes de que arrancara la temporada que nuestro principal objetivo no puede ser otro que la permanencia. Esa es nuestra principal pelea y, a partir de ahí, ya veremos por lo que podemos luchar. Pero lo primero es lo primero.
Con la parcela colectiva funcionando de manera notable, ¿cómo se encuentra usted en su nuevo equipo?
En líneas generales estoy contento. Ha habido partidos en los que he aportado más y otros en los que he aportado menos, pero siempre intentando ayudar al equipo para ganar partidos, que es lo fundamental. La verdad es que estoy muy contento en Murcia. La relación con los compañeros y con el resto del club es magnífica y eso siempre es fundamental para que un jugador pueda ofrecer un buen rendimiento.
¿Qué le pidieron Óscar Quintana y el club cuando decidieron apostar por usted el pasado verano?
Me pidieron exactamente lo mismo que al resto de mis compañeros, jugar siempre con intensidad y con fuerza. En ataque se puede meter o no meter, estar más o menos acertado de cara a la canasta, pero en defensa nunca tengo que bajar los brazos.
Con 25 años, y tras alternar durante los pasados cursos entre LEB y ACB, esta puede ser su gran oportunidad para confirmarse en la máxima categoría estatal. ¿Se lo toma como un examen?
Tengo claro que mi gran ilusión es completar una buena trayectoria en la Liga ACB. Es por lo que he trabajado estos últimos años y en ello sigo. Creo que el actual es mi momento de mayor madurez como jugador de baloncesto, sobre todo desde el punto de vista mental. El año pasado jugué a un gran nivel en Cáceres y esta temporada espero que sea la de mi confirmación en la Liga ACB.
Después de ser una de las mayores promesas del baloncesto estatal cuando jugaba en la cantera del Real Madrid, le ha costado hacerse un sitio en la élite. ¿Qué cree que le ha faltado a su carrera deportiva para haber explotado antes?
Cuando se habla de jugadores jóvenes, el éxito depende de muchos factores, como la confianza que uno tiene en uno mismo o la que depositan en él los demás. Cada caso es distinto. Hay jugadores que se adaptan antes a nuevas circunstancias y otros a los que les cuesta más explotar. Entran en juego muchas circunstancias. Yo viví mi primera temporada completa en la Liga ACB cuando llegué al Bilbao Basket con solo 19 años y, con el paso del tiempo, creo que fue un salto algo precipitado. Todavía era muy joven cuando viví aquella experiencia, aún no era mi momento. Me llegó demasiado pronto.
¿Cómo recuerda su paso por el conjunto vizcaino? Lo cierto es que usted no gozó de demasiados minutos a las órdenes de Txus Vidorreta.
No lo digo porque vaya a jugar mañana (por hoy) allí ni para ganarme los aplausos de la afición del Bilbao Basket, pero lo cierto es que guardo muchísimo cariño de mi paso por Bilbao. Recibí un trato genial por parte de la gente con la que conviví y puedo decir que he dejado muchos amigos allí. De hecho, en verano siempre vuelvo para pasar una temporadita porque mi novia es de allí y porque es un lugar en el que me encanta pasar el tiempo. Me recuerda mucho a mi Galicia natal por el clima, la gente, sus zonas verdes... Todo eso me gusta mucho y cuando estoy allí me siento a gusto.
Lo cierto es que muy poco tiene que ver el Bilbao Basket en el que usted jugó con el actual. El club y el equipo han avanzado muchísimo en muy poco tiempo.
Es un club que ha crecido una barbaridad desde que aterrizó en la élite. El Bilbao Basket consiguió hace dos campañas disputar la final de la Liga ACB y con eso está todo dicho sobre su gran evolución deportiva. Además, es un proyecto que ha conseguido el respaldo de una masa social muy importante. Ese es uno de los aspectos que debería generar envidia sana en muchos lugares: el enorme apoyo y la conexión con el público que tienen los equipos y los deportistas en Bilbao y en Bizkaia. Es una auténtica pasada.
¿Y qué le parece el equipo que ha formado el Bilbao Basket para esta temporada?, ¿a qué cree que puede aspirar?
Han conseguido formar una excelente plantilla, con muchísima calidad, con todos los puestos perfectamente doblados por grandísimos jugadores y con una afición que casi siempre llena su pabellón y respalda mucho a su equipo. Es un conjunto que tiene grandes aspiraciones y que está perfectamente capacitado para luchar por todo. Al final, será de los equipos que estará muy arriba cuando llegue el momento de la verdad de la temporada.