bilbao. El universo deportivo de Pablo Berasaluze, pegado a una pelota y girando alrededor de los frontones desde que hiciera su debut como profesional el 28 de febrero de 1998 en Bergara, experimentará este sábado una nueva y apasionante batalla. Nada más y nada menos que la primera semifinal del Cuatro y Medio, en la que tendrá como rival a un Oinatz Bengoetxea mucho más experimentado y curtido en este tipo de citas. Y es que, a pesar de que el envite del sábado también supondrá para el leitzarra su primera aparición en una semifinal de la jaula, Oinatz ya sabe lo que supone posar en tamaños duelos y resultar vencedor. "Él es el favorito. Ya ha jugado incluso finales individuales, es un gran pelotari en el mano a mano y tiene más experiencia que yo en este tipo de partidos, por lo que quizás salga más tranquilo que yo a la cancha, ya que para mí es la primera semifinal individual", afirmaba Pablo escasos minutos después de proceder a la elección de material de cara al vital partido del sábado, en la que el berriztarra escogió dos cueros de 105,7 y 105,9 gramos; mientras que Oinatz se decantó por dos de 105,9 y 106,3 gramos.

Con Pablo recalcando que "me he quedado a gusto con mis pelotas" y que "las de Oinatz quizás vayan un poco más por abajo, pero también salen bien del frontis", y el de Leitza apuntando que "Pablo ha buscado cueros para hacer daño con su remate", uno y otro procedieron a descubrir las claves que pueden llevar a la ansiada gloria al vencedor. Un ganador que para Oinatz, favorito a priori, no está nada claro, pues "Pablo es tan favorito como yo para este partido. No ha perdido ningún partido en este campeonato, está jugando muy bien, ha demostrado que sabe sufrir cuando los partidos van duros y goza de mucha confianza ahora mismo. Además, ha eliminado a grandes pelotaris y para mí se trata de un adversario temible, por lo que veo la semifinal al 50%".

Halagos hacia el bombardero de Berriz, "el mejor rematador que hay ahora mismo", según Oinatz, que el leitzarra quiso completar al apuntar que "será un partido rápido y complicado. Yo intentaré atacarle para evitar que él lo haga, porque cuando ataca es muy peligroso, al igual que con su saque y posterior remate". Una cualidad, la facilidad para terminar los tantos a través del saque-remate, que Pablo, puro fuego en los cuadros alegres, también calificó como "clave" de cara al partido del Labrit: "Debido a las características de ambos, creo que el partido será rápido, de mucho ritmo y en el cual el saque tendrá mucha importancia". Asimismo, tremendamente concienciado ante la oportunidad de sellar su pase para la que sería su primera final individual como profesional, pero sabedor del potencial del leitzarra, el de Berriz declaró ante los medios de comunicación que se dieron cita ayer en el Labrit que "va a ser un partido durísimo. Oinatz está un gran momento, hace todo bien y sé que va a ser muy difícil poder vencerle, pero espero hacer bien mi juego, evitar que él haga el suyo y, con un poco de suerte también, ganar el partido".

tranquilo todavía En cuanto a los nervios previos al partido, "el más importante de mi carrera" tal y como confesó Pablo a este periódico, el delantero de Berriz admitió sentir "un poco más" que de costumbre la presión derivada del encuentro del sábado, aunque apuntó que "a pesar de que los nervios y la tensión irán en aumento a medida que se acerque el día del partido, por ahora estoy tranquilo y entrenando bien". Una calma tensa y controlada antes de la primera semifinal en el currículo de ambos pelotaris para la que Pablo, aliado con la ilusión de un juvenil y munición en mano, prepara ya un nuevo bombardeo.