bilbao. El sueño se ha convertido en pesadilla. Si hace apenas tres meses toda la afición malacitana se felicitaba por la clasificación de su equipo, por primera vez en su historia, para la Liga de Campeones, ahora miran con preocupación el presente de un Málaga en la que su máximo accionista, el jeque Al-Thani, no da señales de vida y debe varias mensualidades tanto a la plantilla como a los empleados del club. Afortunadamente para los seguidores del equipo de La Rosaleda, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) acordó con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) que los impagos no provoquen el descenso de categoría.

Para empezar a sanear las maltrechas cuentas, los rectores del conjunto albiazul negocian el traspaso de Santi Cazorla al Arsenal londinense. El internacional asturiano viajó ayer a Londres para estampar su firma con el club inglés, al que llegaría traspasado por unos 22 millones de euros, tras llegar a la capital de la Costa del Sol el pasado año procedente del Villarreal, que recibió entonces 19 millones de euros por el traspaso.

Cazorla no será el único jugador que abandone la disciplina de un Málaga en deconstrucción. Xavi Torres ya se ha comprometido con el Getafe, que ha pagado 400.000 euros por el centrocampista.

El problema para la directiva andaluza es que el resto de jugadores de la plantilla podría acogerse a Procedimiento Abreviado de Resolución Contractual, según el cual cualquier profesional a quien su club deba al menos el equivalente a tres mensualidades puede optar por quedar libre y negociar con otro club, sea cual sea el momento de la temporada, incluso aunque esté cerrado el mercado de fichajes.

El club andaluz tiene además deudas pendientes con Osasuna, por el traspaso de Nacho Monreal, el propio Villarreal, por el fichaje de Cazorla, y otra denuncia del River Plate argentino ante la FIFA por el impago de un plazo del traspaso del delantero Diego Buonanotte.

Ante esta tesitura, el brasileño Weligton Robson da Pena declaró que "no todo está perdido" y "hay que ver a la gente del club" que busca soluciones, "y si hay que vender jugadores, que los vendan, y se arregla la situación".

El defensa señaló que en el club hay que "hacer algo". "Si para arreglarlo hay que vender un jugador, lo vendemos. No podemos mantener esta situación, y jugaremos con los jugadores que tenemos, con gente del filial o lo que sea, y aun así hay recursos para hacer algo bonito".

El propio club emitió un comunicado en el que explica la situación que está viviendo. "El Málaga Club de Fútbol ha comenzado un proceso de reestructuración interno en el seno de la entidad para adaptarse a los estándares del Fair Play financiero, con la intención de garantizar la autosuficiencia y sostenibilidad de la entidad", señala el comunicado. "Este proceso, que no significa que se haya desestimado cualquier tipo de inversión por parte de los actuales propietarios, conllevará algunos cambios en el actual organigrama del Club que fortalecerán a la entidad cara al futuro".