getxo. La llegada de la primavera, época de floración, de alegría, trajo consigo a Giovanni Visconti a las carreteras vascas. Desde las montañas que rodean la ciudad de Turín, en la región del Piamonte, se plantó el corredor italiano en la salida de la Klasika de Primavera, en Amorebieta. Fue el 8 de abril, el día después de que Samuel Sánchez cumpliera "un sueño" al ganar la Vuelta al País Vasco. Aquel caluroso día de primavera Visconti puso el broche a la exhibición del Movistar, que coló entre los cinco primeros a cuatro corredores. A rueda de Alejandro Valverde, el italiano ganó en Amorebieta, en Euskadi, donde volvió a correr en la mañana de ayer, en plena canícula veraniega. Lo hizo en el Circuito de Getxo, en su edición número 67, y como en Amorebieta, también ganó. "Me gusta Euskadi. Se me da bien", admitió el italiano tras cruzar la línea de meta. No hay duda de ello, pues en la presente temporada las dos veces que ha corrido aquí ha salido vencedor.
El recorrido de la cita getxoztarra luce nuevo final desde el año pasado. Más peliagudo, más exigente. En lo alto del muro Txomintxu-Arkotxa, tras 800 metros de puro esfuerzo, de rampas temibles, el vértigo se hace presente en el cuerpo al mirar hacia abajo. "Todo un acierto", como coincidieron en señalar desde la organización. Ese temor a las alturas no hizo acto de presencia en el cuerpo de Visconti, que se elevó unos pocos centímetros más para celebrar la victoria después de un año difícil, en el que tuvo que abandonar el Giro y en el que ayer sumó su segundo triunfo, los dos, en Euskadi, a donde avisó que volverá. La Clásica de Donostia es uno de los próximos objetivos del italiano.
control de euskaltel y movistar Con un claro objetivo, pelear por ganar el Circuito de Getxo, Euskaltel, primero, y Movistar, después, guiaron al pelotón por el rápido recorrido getxoztarra, en el que cinco valientes le echaron arrojo y se lanzaron en una aventura en solitario. Lluis Mas (Burgos-BH), Mikel Bizkarra (Orbea), Francisco Moreno (Androni), Karol Domagalski (Caja Rural) y Johann Rabie (Bonitas) saltaron del grupo antes de completar la primera de las 10 vueltas. La ventaja entre el grupo de fugados y el pelotón llegó hasta los 5 minutos y medio, momento en el que Euskaltel-Euskadi comenzó a tirar para recortar distancias y jugársela en la última vuelta con las bazas de Igor Antón y los hermanos Izagirre.
A la escuadra naranja, sin embargo, le salió un duro competidor, el Movistar. El equipo de Eusebio Unzue cogió las riendas de la prueba a falta de dos vueltas. Cambió el ritmo y llevó bien colocado en cabeza a José Joaquín Rojas y Giovanni Visconti. La marcha del Movistar acabó con el sueño de la fuga, deborada por las garras del pelotón. Antes del último repecho, un grupo de 6 corredores comandado por Peio Bilbao y Emanuele Sella, cazados a falta de 3 kilómetros para el final.
La victoria se jugó al sprint en las exigentes rampas de Txomintxu-Arkotza con tres principales protragonistas: Visconti, Di Luca y Sanz. En ese orden llegaron a meta y Movistar a punto estuvo de hacer un doblete. El desconocimiento del terreno hizo que la llegada se le hiciera más larga de lo normal a Visconti, que arrancó a 250 metros de la meta y consiguió la victoria.