El sueño de un nuevo frontón

bilbao. Corría el año 2008 cuando, gracias en gran medida a un convenio con la Federación Vizcaina de pelota vasca, el club de mano Itsalsade de Santurtzi vio la luz con el objetivo de formar a jóvenes pelotazales. Cuatro años después, agradecido también a las constantes ayudas recibidas desde el ayuntamiento santurtziarra, el coordinador del club, Iker Fernández, señala con orgullo los progresos conseguidos. "Empezamos con diez chavales y ahora mismo contamos con alrededor de cuarenta. Hemos tenido que rechazar incluso posibles solicitudes porque ya no entran más chavales". Y es que, a pesar de los intentos por continuar creciendo como club, la necesidad de un nuevo frontón en el que dar cabida a los jóvenes pelotaris y a los correspondientes campeonatos asoma como un objetivo primordial. "Todos tenemos mucho cariño al frontón de Larrea, pero la realidad es que se queda pequeño, ya que apenas tiene una distancia aproximada a los cuatro cuadros, y el de Mamariga, a pesar de las reformas y de las ayudas del ayuntamiento, sigue sin contar con una pared en la parte trasera y cuando llueve es imposible jugar. Por eso, a partir de los 13-14 años, nuestros pelotaris tienen que jugar como visitantes, ya que no podemos arriesgarnos a programar partidos y que de repente se ponga a llover". Así las cosas, Iker, que entrena a los pelotaris de categoría infantil en adelante, apunta que "es una pena que todavía no haya un frontón nuevo a la altura de lo que es Santurtzi. Por ejemplo, dada la situación que hay, vamos a tener que decir adiós a la posibilidad de volver a organizar el Torneo San Jorge y al Campeonato de Bizkaia de cadetes-cuya primera edición se disputó en el frontón de Larrea y más tarde, en el de Mamariga-".