Bilbao. Iba a ser uno de los principales focos de atención de la primera etapa de la Vuelta al País Vasco, una emboscada en toda regla en la que seguro que alguno de los aspirantes a la victoria final de la ronda vasca habría sufrido para no perder comba, un muro corto pero de descomunal porcentaje que tendrá que esperar a otra ocasión para presentarse en sociedad ante la afición ciclista. La Vuelta al País Vasco no discurrirá finalmente por la subida a Goikouria, una cuesta de 400 metros sobre cemento y rampas del 20% de desnivel situada a menos de tres kilómetros de la meta de Güeñes.

Los organizadores de la ronda vasca se desplazaron a este enclave recientemente para reconocer in situ los entresijos de la ascensión. Lo hicieron en tres coches y dos de ellos se calaron, circunstancia que unida a la estrechez del paso les ha llevado a tomar la decisión de apartarla del libro de ruta de la primera etapa, que se correrá el próximo 2 de abril. En la edición del año pasado ya hubo un precedente de este tipo de emboscadas en Zumarraga, donde hubo ciclistas que tuvieron que bajarse de la bicicleta y subir andando.