Lorbek contra el muro
El talento del esloveno aparta de la final al Caja Laboral por tercer año seguido
BARCELONA REGAL: Huertas (2), Mickeal (5), Eidson (7), Lorbek (26), NDong (8) -cinco inicial-, Navarro (3), Vázquez (8), Rabaseda (2), Sada (5), Wallace (0) e Ingles (0).
CAJA LABORAL: Prigioni (0), Oleson (2), San Emeterio (12), Teletovic (15), Lampe (10) -cinco inicial-, Ribas (2), M. Bjelica (9), N. Bjelica (3), Walsh (2) y Heurtel (2).
Parciales: 19-18, 34-33 (descanso), 48-52 y 66-57.
Árbitros: Hierrezuelo, Redondo, Conde. Sin eliminados..
Incidencias: 14.700 espectadores en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
bilbao. Cuando Erazem Lorbek se pone a jugar, el aficionado al baloncesto solo puede sentarse y disfrutar. Claro que si uno es seguidor del Caja Laboral, le toca sufrir y lamentar la calidad del ala-pívot esloveno, responsable de que el conjunto baskonista volviera a quedarse a las puertas de la final de la Copa. El Barcelona Regal buscará tu tercer título consecutivo en casa, pero durante muchos minutos no lo tuvo nada claro porque la resistencia de los baskonistas fue extraordinaria.
El jugador de Liubliana es pura seda. En tiempos en los que prima el físico, el contacto cerca o por encima del límite, se agradece jugadores como Lorbek que hace de la técnica su razón de ser. Cuando está de dulce, es imparable porque domina sin torcer el gesto y sin darse importancia todas las suertes ofensivas. El Caja Laboral no tuvo antídoto para él y se fue a 26 puntos de todos los colores con los que compensó la horrible tarde de Navarro y rescató a su equipo en los momentos más críticos.
Dusko Ivanovic había sorprendido con la inclusión de Lampe como titular y la respuesta del polaco fue anotar ocho de los doce primeros puntos de su equipo (4-12). Entonces el Barcelona comprendió que le iba a tocar remar. Los baskonistas defendían al límite con Oleson y Ribas amargando a Navarro. Meter una canasta costaba un horror en las dos zonas y no porque no se generaran buenas posiciones de lanzamiento.
poco a poco El Caja Laboral, aunque Prigioni portaba los grilletes de Sada, fue haciendo camino en plan hormiguita sin alterarse ante un rival sujetado por el enorme talento de Lorbek. Xavi Pascual movía y movía su banquillo en busca de un cinco que le llevara al triunfo. Y lo encontró al inicio del último cuarto. Los gasteiztarras entraron ahí ganando por cuatro puntos (48-52), justo como querían. Pero los azulgranas, ayunos de inspiración, se encomendaron a su reconocida defensa y dieron una vuelta de tuerca, con Wallace muy pendiente de Teletovic, y al Caja Laboral, con el aire escaso, se le hizo de noche.
Fueron seis minutos sin anotar de los baskonistas que el Barcelona aprovechó para anotarse un parcial de 11-0 con un 2+1 de Mickeal, un par de canastas de Ndong y otras dos de Lorbek. Fondo de armario para rematar el partido en el momento preciso. Nemanja Bjelica encendió la luz y las esperanzas con un triple, pero Erazem Lorbek, quién sino, mató el partido a dos minutos del final con la misma moneda. Al Caja Laboral, a sus jugadores, ya no les quedaba fuerza para nada más. Solo para volver a casa con honor por tercer año consecutivo. Las proezas cada vez están más caras. Esta película ya se ha visto otras veces.