Cuestión de filosofía
El Barcelona amarra la primera plaza tras firmar un triunfo de prestigio en Milán en un espectacular partido donde brilló la sociedad Messi-Xavi
MILAN 2-3 BARCELONA
MILAN: Abbiati, Zambrotta, Nesta (Min. 66, Bonera), Silva, Abate, Van Bommel (Min. 72, Nocerino), Aquilani, Seedorf, Boateng, Robinho (Min. 46, Pato) e Ibrahimovic.
BARCELONA: Valdés, Puyol, Mascherano, Abidal, Busquets, Xavi, Keita, Thiago (Min. 91, Jonathan Dos Santos), Cesc (Min. 80, Pedro), Messi y Villa (Min. 67, Alexis).
Goles: 0-1: Min. 14; Van Bommel, en propia puerta. 1-1: Min. 20; Ibrahimovic. 1-2: Min. 30; Messi, de penalti. 2-2: Min. 53; Boateng. 2-3: Min. 62; Xavi.
Árbitro: Wolfang Starks (Alemania). Amonestó a Aquilani, Nesta, Van Bommel, Zambrotta, Messi, Puyol, Abidal y Mascherano.
Incidencias: San Siro. 85.000 espectadores.
BILBAO. Pues sí. Ibrahimovic tenía razón. Guardiola es todo un filósofo. Un inventor. Un precursor cuyas teorías serán reconocidas cuando pasen las décadas. El Barça, reconocible en su quehacer y con el mono de trabajo cuando el partido lo requirió, pasará a octavos como primero de grupo tras asaltar San Siro con una victoria de calidad en un choque digno de la competición a la que representa y con un nombre propio: Xavi Hernández. Arquitecto en la construcción, matador en la definición.
Sin Piqué y con esa defensa de tres que a menudo prueba el de Santpedor, sufrió atrás el cuadro azulgrana cuando no tenía el cuero por los pasillos que dejaba por banda, pero arrolló cuando gozó de la posesión, sobre todo en la primera media hora. Poco tardó en ponerse en ventaja gracias a un balón disperso que Thiago rebañó y cayó en los pies de Keita, cuya asistencia Van Bommel introdujo en propia puerta, aunque estaba Xavi para empujarla. Robinho, en boca de gol, avisó de que el Milan, por muy rudimentario que fuera su juego, no se iba a achantar, y apareció después Ibra, siempre a cuentagotas, para equilibrar la balanza. Volvió el Barça a hacerse dueño de la situación, con una clara ocasión que Messi no fructificó y acabó en el travesaño. De inmediato, el alemán Starks se erigió en protagonista: acertó al señalar un claro penalti sobre Xavi, pero enseñó la amarilla a Nesta y no a Aquilani, el infractor, que había sido amonestado antes. La Pulga marcó la pena máxima pero tuvo que hacerlo por partida doble ya que su lanzamiento inicial fue una paradinha ajena al reglamento. Villa y Leo se olvidaron luego de sentenciar y el Milan se lanzó arriba antes del descanso creando peligro a balón parado.
golazo de boateng Saltó el Barça en la reanudación con hambre de finiquitar el envite y el colegiado se volvió a cubrir de gloria al no querer ver un penalti sobre Cesc. Por perdonar, Boateng se zafó de Abidal con una espuela y niveló la contienda para añadir emoción e incertidumbre. En el ida y vuelta el rey volvió a ser Messi, artillero y asistente de lujo, como lo demostró en un pase obra de arte que Xavi, cómo no, mandó a la red. La última media hora fue una tarea de pico y pala, de manejar los tiempos y hacerse fuerte, tiempo donde además Abbiati sacó un mano mano a Alexis, donde reapareció Pedro y debutó en Champions Dos Santos. Un nuevo mensaje de la filosofía culé y con dedicatoria a Tito Vilanova. Con mayo en la lejanía, nadie duda de que el Barça tiene la quinta entre ceja y ceja.