BILBAO. "Para bien o para mal, aquí todo va muy rápido. Se puede disfrutar poco de lo bueno y hay que lamentarse también poco de las derrotas". Si algo le sobra a Roger Grimau en esto del baloncesto es experiencia. Es por ello por lo que el catalán no es de los que sacan pecho con las derrotas ni de los que se hunden con los partidos perdidos, sino que prefiere enfocar siempre su mirada hacia el futuro a corto plazo. Y ese futuro es, a día de hoy, el partido de mañana contra Olympiacos. "Estamos en un grupo muy apretado y con la victoria del otro día contra el Baskonia nos pusimos bien, ya que tras el partido del Fenerbahce las cosas se nos habían complicado un poco. No se puede decir que el resultado contra los griegos lo condicione todo para bien o para mal, pero está claro que ganar sería un paso adelante", reconoce ante de analizar el ambiente que el Gescrap Bizkaia se encontrará en El Pireo. "He visto alguno de los partidos de esta temporada y la pista estaba bastante vacía. En Grecia las canchas están o bien llenas o vacías, no hay término medio. Ojalá haya ambiente y haya mucha gente, ya que creo que esto nos va a ayudar más".
Grimau reconoce no estar del todo satisfecho con la singladura del equipo y achaca la mayor parte de los males al hecho de que no se está sabiendo poner la guinda a los partidos. "Lo que nos está faltando es saber matar los partidos o controlarlos cuando los tenemos encarrilado. Faltando tres o cuatro minutos en el marcador y con ventajas de seis o siete puntos tenemos que jugar con más inteligencia y más cabeza. Cuando tienes el partido en ese punto hay que saber acabarlo", destaca. Además, el catalán no cree que el problema del Gescrap Bizkaia radique en el plano físico. "A pesar de que esto parece muy fácil a veces las cosas no funcionan y no sabes la razón. Ahora no estamos matando los partidos y llegará el momento en el que lo haremos perfecto", dice.
Sobre su rendimiento tras ser el mejor hombre de negro ante el Cajasol, asegura que "cada día me voy encontrando más a gusto. De todas formas, no soy de esos que piensan que he jugado bien por meter doce puntos o que he jugado mal por meter dos. Intento estar satisfecho con mi trabajo, las estadísticas son un poco frías. No estoy del todo satisfecho de cómo me están saliendo las cosas, pero no por la anotación".