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Benzema desata una noche de fiesta sin Cristiano (6-2)

Benzema desata una noche de fiesta sin Cristiano (6-2)EFE

MADRID. La brillantez de Karim Benzema lanzó a un Real Madrid con rotaciones, sin Cristiano Ronaldo, a una goleada aplastante ante el rival más blando del grupo, 6-2 al Dinamo Zagreb, para certificar la primera plaza de grupo y permitir a José Mourinho establecer nuevos registros con doce triunfos consecutivos.

El estado de ánimo del Real Madrid es tan elevado que Mourinho puede introducir seis variantes, sentar a Cristiano, juntar a Benzema e Higuaín, dar minutos a Varane, Sahin o Callejón, que el equipo no se resiente. Cierto que enfrente tenían un equipo con la calidad justa para participar en Liga de Campeones, pero la dinámica blanca es tan arrolladora y su autoestima tan alta que pueden atropellar a cualquiera.

El día que los focos señalaban a Nuri Sahin y su estreno de titular en el Santiago Bernabéu, Özil y Benzema le robaron protagonismo. El 'mago' alemán apareció en todas las acciones ofensivas del primer acto. El delantero francés exhibió un nivel tan alto que puso en pie a la afición madridista. Inventó tan rápido ante el Dinamo, que al conjunto croata ni le dio tiempo a sacar a relucir el juego duro, pero noble, que prometían.

VILLARREAL Por su parte, el Bayern de Múnich derrotó ayer por 3-1 al Villarreal con lo que se clasificó para los octavos de final de la Liga de Campeones en un partido en donde dominó claramente a los visitantes que, sin embargo, mostraron voluntad y espíritu de lucha.

Las cosas empezaron mal para el Villarreal cuando en el minuto 3 Carlos Marchena cometió un error garrafal que significó el primer gol bávaro. Marchena hizo un mal pase que fue interceptado por Toni Kroos para luego meterle el balón al área a Franck Ribery que derrotó sin problemas a Diego López.

El Villarreal, con las bajas que limitaban sus posibilidades, no estaba para tirarse a jugar el empate y siguió apostando a la carta de esperar atrás y buscar posibilidades de contragolpe. El Bayern tenía el balón, procuraba llegar y el Villarreal llenaba el área de defensas. El 3-1 final solo demuestra la diferencia abismal entre ambos equipos.