Derio. Miguel Madariaga llevaba un par de años despidiéndose cuando el pasado mes de mayo recibió una carta de Igor González de Galdeano en la que el alavés, su sucesor al frente de Euskaltel-Euskadi, le anunciaba su hastío que desembocó en renuncia tras la pasada Vuelta. Eso, dice, le ha obligado a volver a hacerse cargo del equipo. Lo hará, promete, por una temporada, esta de 2012 tan angustiosa en la que debe asegurar el futuro económico y deportivo del equipo. "Luego, tampoco tengo que ser yo el que tenga que estar más tiempo al frente", explica.
Antes de cerrar el año, ¿saborea aún lo conquistado en 2011?
En el mundo del deporte todo va muy deprisa. Lo que hiciste ayer no cuenta para hoy. Pero ahora necesito saborear lo que Euskaltel-Euskadi ha hecho este año por lo incierto del futuro del equipo y por lo incierto del futuro del ciclismo.
Dos etapas en el Giro, las primeras en la historia del equipo, la del Tour, el reinado de la montaña en París, la tarde de Antón en Bilbao... No está mal para un equipo de pueblo.
Llevo tiempo pidiendo a la gente que valore lo que logra este equipo en su justa medida. Una de las cosas que menos se ha resaltado y que más me enorgullece es el reinado de la montaña del Tour. Jean-Francois Pescheux me decía que ese maillot vale más que cualquier etapa. Pescheux siempre me ha pedido que el equipo luche por ganar la montaña, pero hasta este año, por lo que sea, no lo habíamos podido hacer.
Desde la llegada de Igor González de Galdeano en 2006 el equipo no ha dejado de superarse año a año. Usted siempre ha dicho que el máximo responsable de ese éxito era el alavés, que acaba de dejar el equipo.
Es el fin de una época. Un porcentaje muy elevado de lo que hemos logrado estos años es producto de la manera de trabajar y de ser de Igor González de Galdeano. Tras su marcha, este equipo nunca va a volver a ser igual en el aspecto deportivo. Desde que en mayo recibí la carta de Igor anunciándome su renuncia he tratado de montar el equipo para que el año que viene su ausencia se note lo menos posible. Pero ha dejado el listón demasiado alto.
¿Quiso retener a Galdeano?
Lo intenté, pero ya he dicho que me fue imposible. Su planteamiento era irrefutable: no podía seguir luchando contra todo y contra todos.
¿Pero contra qué, contra quién?
Contra los que no valoran el trabajo, ni la filosofía del equipo, ni la trayectoria que se refleja en el hecho de que somos el equipo más antiguo de la élite del ciclismo... Igor me ha puntualizado muchas cosas que reconozco pueden llegar a ser insoportables. Él, al menos, no podía aguantarlas. Pero ahora mismo no estoy en disposición de hablar de la marcha de Igor. Solo puedo asegurar que este equipo no va a ser el mismo en la parte deportiva. En ese apartado Galdeano no tenía rival, lo que pasa es que puede ser que tuviera demasiado carácter para gestionar otros asuntos. Pero ya hablará él de eso el día de su despedida.
Dijo Galdeano al anunciar su marcha que solo usted es capaz de soportar lo que conlleva la dirección de este equipo.
¿Qué otra cosa puedo hacer? Tengo que aguantarlo. Si no, ¿qué hago con todos estos corredores que tengo firmados? He tenido que seguir.
¿Obligado?
Obligado por las circunstancias. Con los recortes que dicen que voy a tener, con el equipo en marcha, con la carga social que tiene este proyecto... Vuelvo forzado, no lo voy a negar.
Pero usted se iba o se estaba yendo.
Sí, así era.
¿Y tiene capacidad para regresar al primer plano?
Tendré que tenerla. Como andar en bicicleta, hay cosas que no se olvidan. Yo sé cómo funciona esto. Con Gorka (Gerrikagoitia) encargado del aspecto deportivo, voy a llevar bien las cosas. Y la primera concentración servirá para que yo vuelva a estar muy encima del equipo. En 2012 tenemos que salir adelante airosamente para si los patrocinadores piensan que tienen que seguir poderles dar una estructura bien organizada que continúa en la élite. A partir de entonces, tampoco tengo que ser yo el que tenga que estar más tiempo al frente.
De hecho, en la presentación del Tour volvió a anunciar que después de este año se marchaba.
Así está pensado.
También dijo que cuando haga efectiva su marcha habrá muchas personas que se alegrarán por ello.
Eso lo tengo claro. Por mi manera de ser tengo grandísimos amigos que dan hasta la sangre por mí, pero también muchos enemigos que no me van a perdonar nunca haberles dicho las cosas que pensaba a la cara. Esos serán los que no solo se alegrarán, sino que celebrarán mi marcha.
¿Haberse buscado tantas enemistades ha perjudicado al equipo?
Por supuesto que no. Era el camino que tenía que marcar y no estoy arrepentido. Solamente hay una persona que me podía haber relevado y ese era Igor González de Galdeano.
Si Miguel se va y Galdeano ha renunciado al relevo, ¿qué pasará con Euskaltel-Euskadi?
Si Miguel se va, se va Miguel, pero el equipo tiene mimbres para seguir. Miguel no es el ciclismo vasco. Ha hecho un trabajo y eso queda ahí. Otro lo puede aprovechar. Puede entrar otra organización con otra manera de llevar el equipo. Tengo mucha esperanza en Euskaltel empresa. Ellos tienen suficientes medios para poder llevar adelante este equipo sin tener que depender de la Fundación Euskadi.
¿Quiere decir que el equipo podría gestionarlo la propia empresa Euskaltel?
En estos momentos el equipo es de la Fundación. Euskaltel cubre el 38% del presupuesto y el resto llega, principalmente, de Orbea y las instituciones. Este equipo no puede desaparecer, pero el que lo vaya a coger deberá montar una estructura nueva ajena a la Fundación Euskadi. Ese es el futuro de este equipo y Euskaltel está preparado para tomar las riendas.
Sin Madariaga y sin Galdeano, ¿quién puede ejercer de patrón del equipo?
Después de lo que he visto con Igor, nadie. Pero, de todas maneras, no me corresponde a mí elegir a esa persona. A Gorka (Gerrikagoitia), por ejemplo, no le recomendaría que diese ese paso. Es muy listo pero le falta el carácter fuerte de Galdeano al que, aún así, hemos quemado.
¿El equipo puede quedarse sin licencia World Tour en 2011?
Creo que la tenemos cerca. De los cuatro equipos (Euskaltel, FDJ, Ag2r y Europcar) que optamos a las tres licencias que quedan, este es el que más poso histórico tiene. Ese es nuestro gran aval. Pero cuando el día 16 tengamos que defender nuestro proyecto, la UCI nos puede hacer daño con el tema económico. Nuestro presupuesto es pequeño. Eso juega en contra nuestra.
¿Dice usted que le falta un millón de euros para redondear el presupuesto?
Eso lo calculo de los recortes que nos han advertido. Ahora, cuando tenga la licencia en la mano, me tendré que sentar con los patrocinadores uno a uno para decirles lo que hay.
¿Qué les dirá?
Que no pueden hacernos esos recortes. Euskaltel y Orbea no quitan un euro, pero son las instituciones, Gobierno vasco y diputaciones de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, las que rebajan su aportación. Y eso, cuando ahora mismo no hay ningún proyecto que una Euskadi como lo hace este.
Si el patrocinio público, como parece evidente, es insostenible, Euskaltel-Euskadi tendrá que excavar en el ámbito privado.
Junto a Euskaltel, llevamos tres años buscando un patrocinador privado que nos apoye. Pero no hay nada o, al menos, nada que no sea contradictorio con lo que llevamos en el maillot. Llevar el nombre de Euskadi también frena a muchas empresas.
¿La indefinición del futuro del equipo, la incertidumbre, puede afectar al rendimiento deportivo en 2012?
No solo no debería afectar, sino que la situación tendría que servir para que los ciclistas se motivasen y diesen el 200%. Tienen que hacerlo para que este equipo siga en la élite pese al nuevo sistema de la UCI.
¿Ese sistema de puntos perjudica a Euskaltel-Euskadi?
Le hace daño por su filosofía. Nosotros no podemos fichar a corredores que tengan puntos de cualquier parte del mundo. El ciclismo va camino de la Fórmula 1 y nosotros somos un equipo de cantera que tiene el presupuesto más limitado de la élite de este deporte.