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La nueva granja de Stoner

El hijo del granjero suma en Australia su segundo título mundial y ya es el quinto piloto con más victorias Conquistó sin flaquezas una carrera que se perdió Lorenzo tras lesionarse en el 'warm up'

La nueva granja de StonerEFE

Es un tipo que es feliz yendo en moto, conservador, tímido y al que solo le preocupa correr. Lo demás, parece que no le interesa mucho". Así es Casey Stoner (16-X-1985, Southport, Australia) según su máximo rival Jorge Lorenzo. Una persona cerrada, a la antigua, ajena a unos focos de atención que le persiguen por su maestría y no por su predisposición a la pose y la sonrisa. No hay más que ver sus discursos tras las carreras. Análisis exhaustivos que son conclusiones obtenidas a 300 kilómetros por hora, que hablan del yo, yo y el yo. Que no es egolatría sino pura concentración, una dedicación mental plena, que se olvida del mundo, porque el pilotaje radica en uno mismo. La modestia, es introvertido, dice que en las comidas familiares siempre busca el rincón más invisible, y el afán por pasar desapercibido contrastan al subir a una moto. Ahí se radicaliza. Se torna salvaje. Un caníbal. Una bestia despiadada. Quién sabe si forjada en los bajos fondos, en esos años de humildad en los que recorría los continentes con una autocaravana que fue domicilio familiar, sin buzón fijo, dejando atrás una granja y todas las propiedades habidas.

La herrática vida de Casey, de sus padres Colin y Bronwyn y su hermana mayor Kelly, se vio motivada porque en Australia no se permitía correr por ley hasta los 16 años. De modo que, con 14 octubres, no hay mal que por bien no venga, su familia, que le creyó campeón, antes que ningún cazatalentos, solo con padres así el resultado es de éxito, apostó. Un órdago a la vida. Eso sí, el chico sumaba ya 41 títulos australianos de tierra y longtrack amasados entre los 6 y los 14 años -con 12 tomó parte en el Australian Long Track Titles, donde corrió en cinco categorías cada una de siete mangas a lo largo de un fin de semana, 35 carreras de las que ganó 32; así potenciaba su camaleónica condición, para adaptarse como la seda a todo trazado y situación-.

Emigró al Reino Unido para ganar la Copa Aprilia inglesa. No obstante, Europa es la actual meca del motociclismo, pero España y su CEV, la mayor cuna de talentos. Así, puso carretera hacia la península, donde Alberto Puig le acogió en su formación. Ese 2001 Stoner fue 2º en el estatal de 125cc. e hizo sus dos primeras incursiones en el Mundial, como wildcard. Su debut en el octavo de litro fue en Donington Park.

En 2002 Lucio Cecchinello le reclutó para 250cc, donde terminó 12º. Un año más tarde descendería al octavo de litro para vencer en Cheste su primera carrera y ser 18º. Eso le valió para ligarse en 2004 a la marca KTM, a la que dio su primera victoria mundialista finalizando 5º en el campeonato. Cecchinello le proporcionó una Aprilia oficial en 250cc. para 2005. Entonces, el australiano se proyectó a las miradas. Ganó 5 carreras y firmó 10 podios, pero concluyó 2º, detrás de un Dani Pedrosa que siempre había relegado a su sombra al australiano. Dani era el chico bueno de su generación, el más laureado. Aunque Casey siempre confió en la escuela del dirt track (motos de cross y pista de hierba sin frenos), de la ausencia de electrónica en la mayor medida posible. Pilotaje al natural.

2006 es, aunque el menos fructífero, el año de la categoría reina que más progreso reportó a Casey. Asistió a su debut en MotoGP y de nuevo bajo la confianza de Cecchinello en una Honda satélite. El australiano, como ahora pero sin equilibrio, no sabía reprimirse. Sus numerosas caídas le condenaron al apodo Rolling Stoner, pero en la segunda cita logró la pole, asombrando a propios y ajenos, y cerró el curso en 8º lugar con una segunda plaza de mejor resultado. Ducati y su indomable montura le sedujeron para recibir a las 800cc.

la cumbre de ducati Nadie, absolutamente nadie, pudo imaginar lo que acontecería en 2007. Abrió el curso mandando en Catar, a lomos de una enigmática Ducati y los nuevos calzos Bridgestone. Con 10 victorias, 14 podios y 5 poles se proclamó el segundo campeón del mundo más joven de la historia, 21 años y 342 días, tras Freddie Spencer, recuperando, además, 33 años después de MV Augusta el título para un fabricante europeo. Su boda con Adriana Tuchyna, una muchacha de entonces 18 años que durante el GP de Australia de 2003 se le acercó para que la firmara en su tripa, así la conoció, eterna compañera, chica de la sombrilla incluso, actualmente embarazada, imprimió mística a la laureada campaña.

Al siguiente año, Stoner y Rossi nutrieron de nuevo a la memoria con algunos de los mejores episodios de la historia. Pero el australiano fue 2º con 6 victorias y 9 poles; el italiano resultó triunfador y el duelo se aplazó para 2009. Curso en el que Stoner descubrió su intolerancia a la lactosa. Decaído físicamente, se vio obligado a renunciar a tres pruebas. Solo pudo terminar 4º. Al igual que al siguiente año. La pesca y la caza, ocio fuera de los circuitos, le mantenían distraído, porque el box era un garaje de lamentaciones e impotencia.

Así, Livio Suppo le cautivó para la Honda oficial y Stoner siguió los pasos de Doohan, su espejo. Llegó este 2011 a una morada en la que los últimos cinco cursos se habían centrado en la creación de una máquina ganadora y orientada al tótem de Honda, Pedrosa. En meses, apenas semanas, Stoner se erigió en adalid de la firma, donde ha cobrado 9 triunfos, 11 poles -récord histórico este- y solo se ha bajado del podio cuando Rossi le tiró en Jerez. Le ha manchado quien ahora más hace brillar sus méritos en Ducati. La prueba del algodón. Además, ha dado a Honda su 60 título de constructores.

Ayer, en Australia, cerca de su casa paternal donde no hay internet, lejos de su Ginebra de residencia, en su 26º cumpleaños, su segundo título, a falta de dos carreras aún, llegó favorecido por la caída de Lorenzo en el warm up y la pérdida este de parte de su dedo anular. No corrió ayer ni lo hará en Malasia el mallorquín. Eso no relajó a Stoner; enlazó su quinto triunfo seguido en su tierra. Sus 32 victorias en la cilindrada reina le ponen a rebufo de Rossi, Agostini, Doohan y Hailwood. "No puedo pedir más", dice. Bueno, sí, a Lorenzo en pista. Le hubiera gustado así. Es gladiador. Y latifundista, con generoso terreno. Su nueva granja.