Txikon renuncia al primer ataque por la dificultad de la subida al Hiden Peak
BILBAO. La expedición internacional en la que se encuentra el vizcaino Alex Txikon, que pretende pisar la cumbre del Gasherbrum I o Hidden Peak (8.080 metros) por primera vez en invierno, ha renunciado hoy al primer ataque a la cima, que tenía previsto para mañana, jueves, por las dificultades técnicas y la exigente meteorología que han encontrado en la ascensión.
El equipo, compuesto por Txikon junto al austríaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau, se ha visto obligado a volver al campo base, donde descansa, y mañana decidirá si realiza un nuevo intento hacia la cima, según ha informado en una nota de prensa.
Para ello, los montañeros analizarán los partes meteorológicos previstos para los próximos días, si bien el principal problema que se les plantea ahora es el de las fechas con el permiso de escalada, ya que caduca dentro de unos días y su prórroga les cuesta 6.000 euros.
La expedición, denominada 'ACB Team', ha encontrado muchas dificultades técnicas en el tramo superior de la cara sur del Gasherbrum I, a lo que se han unido unas duras condiciones meteorológicas.
Ello ha forzado a los alpinistas a darse la vuelta cuando habían alcanzado los 6.700 metros de altitud, apenas a cien metros de completar la nueva vía de la cara sur.
"Ha sido un desgaste terrible. Los tres hemos bajado con los gemelos agarrotados, después de dos días aguantando en la pared solo de punteras, sin un minuto de descanso. Y todo eso hoy con casi 30 kilos de peso a la espalda, entre las cuerdas y todo el material que necesitábamos para el intento de cumbre", ha explicado Txikon sobre la dureza de la ascensión.
"Primero -ha continuado el de Lemona- hemos tenido una noche muy fría. Yo he dormido con los botines y unos patucos de pluma dentro del saco y cuando me he despertado por la mañana no sentía los pies. Hemos estado a -35º C dentro de la tienda. Y cuando nos hemos metido en la vía de nuevo nos hemos encontrado con hielo vivo, durísimo. Los tornillos de hielo casi ni entraban. Cada largo nos llevaba una hora y media o dos. Y siempre con una pendiente sostenida que nunca bajaba de los 65º/70º".
Txikon ha explicado que han llegado hasta los 6.700 metros, pero que cuando han "visto la hora" que era han tenido "claro" que no les "salían las cuentas" para el descenso, por lo que han "decidido bajar" al campo base, ya que los montañeros eran conscientes de que "seguir arriba sin posibilidades de hacer un intento a cumbre con garantías era un desgaste innecesario".