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Objetivo Karakorum

Cuatro proyectos buscan los primeros ascensos invernales de la historia en el Nanga Parbat, el Broad Peak, el Gasherbrum I y el Gasherbrum II El de Simone Moro y Denis Urubko es el más destacado

Objetivo KarakorumD.N.

Cuando el 9 de febrero de hace casi dos años el italiano Simone Moro recorrió los últimos metros que separan la última de las tres antecimas del Makalu de la cima principal, una arista aérea escalofriante que muchos no han podido o sabido culminar, cerraba un capítulo en la historia del ochomilismo. El kazajo Denis Urubko grabó aquella escena para la posteridad y de este modo la pareja italo-kazaja cerraba un trayecto que venía desde los primeros años 80, cuando el polaco Krzysztof Wielecki y su compatriota Leslek Zichy lograron ascender al Everest en invierno (febrero de 1980). Había costado 29 años que los nueve ochomiles sitos en el Himalaya fueran derribados en calendario invernal. En este invierno de 2011, cuatro grupos diferentes se preparan para acometer los ascensos de cuatro de los cinco restantes ochomiles, los enclavados en el Karakorum. Ni uno solo de los cinco ochomiles del Karakorum ha sido ascendido en invierno, a pesar de que han sido intentados en bastantes ocasiones. Estos son los protagonistas.

8.125 metros

Nanga Parbat

A priori, puede que sea el que menos opciones tiene de contemplar este invierno a algún escalador en su cima. El motivo no es otro que la nula experiencia en ochomiles de los dos únicos montañeros que se han atrevido a afrontarla: los polacos Tomasz Mackiewicz y Marek Klonowski, aperturistas de la travesía integral del monte Logan (5.959 metros) en Canadá en 2008. Un tercer y aún más desconocido deportista -el ruso Serguey Tsygankov- asombró a la comunidad alpinística internacional al anunciar su intento en solitario al Nanga Parbat, pero la aventura ha durado poco: abandonó hace unos días por problemas de salud cuando ya había instalado el Campo 1 en la ruta Kinshofer.

Mientras, los polacos -de los que poco o nada se sabe aún- planean también subir por la ruta abierta por Kinshofer en 1962 y que desde entonces es considerada como la vía clásica o más natural, una ruta muy exigente en su parte inicial y que suele necesitar de cuerda fija abundante hasta los 7.000 metros, para dar paso después a una travesía y un plateau tremendamente complicados por la habitual acumulación de nieve y una pirámide cimera compleja a la hora de localizar el itinerario correcto. Aunque sus currículums no incluyan experiencia en ochomiles, el simple hecho de su procedencia polaca les otorga el beneficio de la duda: en ocho de los nueve primeros ascensos invernales a ochomiles hay polacos de por medio.

8.068 metros

Gasherbrum I o Hidden Peak

El más duro de los dos Gasherbrum que superan los ochomil metros asistirá al intento de un terceto que estuvo a punto de convertirse en quinteto, pero que a última hora ha quedado conformado con el equipo original: el vizcaino Alex Txikon (Lemoa, 1981), el austríaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau, un trío de contrastado nivel y experiencia que sale hacia Pakistán en unos días para buscar la cumbre allá por el final de febrero o primeros de marzo. Estaban llamados también a presentarse al Gasherbrum I el canadiense Don Bowie -con anteriores experiencias invernales- y el alavés Roberto Rojo Gorri, pero problemas físicos del primero y de fechas del segundo impedirán su presencia.

Integrante habitual y destacado del equipo de apoyo de Edurne Pasaban durante los últimos años, la apuesta de Alex Txikon por estrenarse en los intentos invernales no sorprende desde un punto de vista deportivo -su fortaleza está más que demostrada-, pero sí en la medida en que inicialmente era uno de los pilares básicos para el intento que Pasaban quiere realizar esta primavera al Everest sin oxígeno artificial. Sin embargo, el lemoarra ha preferido decantarse por el Gasherbrum I y por dos compañeros con los que se estrena en esas lides: Göschl -seis ochomiles en su haber- y Rousseau -dos, por siete de Txikon-.

La ruta que seguirán aún no ha sido escogida y lo harán una vez que comprueben las condiciones de la montaña, aunque su idea es intentar no seguir la ruta clásica del Corredor de los Japoneses.

8.047 metros

Broad Peak

De la mano del legendario Artur Hajzer -aperturista invernal en 1987 junto con Kukuczka del Annapurna-, un potente equipo polaco se las verá con el Broad Peak, dentro de un proyecto de la Fundación Kukuczka denominado Alpinismo Invernal Polaco en el Himalaya 2010-2015. A la organización y financiación del primer objetivo se han sumado la Federación de Montaña Polaca y el Ministerio de Deportes. Aunque inicialmente presentaron el doble objetivo del K2 y el Broad, finalmente se decantaron por concentrarse en este último. Además de Hazjer, estarán Robert Szymczak, Rafal Fronia, Jaroslaw Gawrysiak, Arkadiusz Grzadziel, Marcin Kaczkan, Piotr Snopczynski, Robert Kazmierski, Krzysztof Starek, Jerzy Natkanski, y dos porteadores de altitud.El propio Hajzer ha explicado que ya han decidido que marzo es el mes más amable desde un punto de vista climático, tras estudiar minuciosamente junto con el experto Karl Gabl los datos de los últimos inviernos. Por ello, aún no han partido hacia Pakistán, aunque parte del material ya ha llegado.

8.035 metros

Gasherbrum II

El último reto es, curiosamente, quizás el menos difícil desde un punto de vista estrictamente deportivo. Pero solo si se subiera en verano -la estación habitual para el Karakorum-, ya que, obviamente, en invierno puede convertirse en un obstáculo insuperable. Incluso para los brillantísimos Simone Moro y Denis Urubko, que, acompañados por el canadiense Cory Richards, ya están muy cerca de su campo base. Baste decir que en 2001, Urubko subió al Gasherbrum II desde el base avanzado -5.800 metros- en siete horas y media, una auténtica proeza deportiva por supuesto aún no igualada y que certifica lo estratosférico de sus condiciones.

Tanto Moro como Urubko habían planeado elegir el Gasherbrum I, pero la noticia de que otro equipo también lo había escogido les hizo cambiar de plan, aunque tampoco descartan tantear ambas posibilidades, pues tienen permisos de ascenso para el I y el II. De su compañero, Cory Richards, cabe decir que no cuenta con un gran bagaje por encima de 8.000 metros, aunque sí es un habitual de los inviernos en seismiles e incluso sietemiles, amén de un reputadísimo fotógrafo de altura.