bilbao. La doctora de la expedición de Tolo Calafat, María Antonia Nerín, describe con precisión de cirujano todo lo ocurrido en las últimas horas de vida del alpinista mallorquín. La médica cuenta el desarrollo de los hechos en la revista barrabes.com, desde que Tolo se perdió en el descenso hasta que helicóptero llevó a Juanito Oiarzabal y Carlos Pauner hasta el campo base. Una sentencia clara: "Tolo no ha tenido edema cerebral en ningún momento. Tuvo agotamiento y deshidratación, lo que le provocó una hipopotasemia (muy bajos niveles de potasio), que es el responsable de la contracción muscular". Además, la doctora Nerín afirma que mantuvieron contacto en todo momento con Tolo, que le insistían para que se moviera de allí, que Juanito y Carlos pidieron a los coreanos que los sherpas que tenían en el campo 3 -que no habían hecho cumbre- subieran a por él y además reconoce que quizás los expedicionarios no deberían haber subido a la cima.
"No es cierto, como se ha dicho, que Tolo haya tenido un edema cerebral, Tolo no ha tenido edema cerebral en ningún momento. Tuvo agotamiento y deshidratación, lo que le provocó una hipopotasemia (muy bajos niveles de potasio), que es el responsable de la contracción muscular. Le empezamos a decir que tenía que bajar de ahí como fuera, pero el decía que estaba muy cansado. Entonces le dije que comiera y bebiera algo, que eso le repondría de la deshidratación, pero dijo que no le quedaba nada de comer ni de beber. Con oxígeno e hidratando, habría sido diferente. Nosotros hablábamos con él y razonaba perfectamente. Y como médicos especialistas en medicina de montaña podemos afirmarlo sin duda", explica Nerín.
La médica de la expedición que comandaba Juanito Oiarzabal admite que las cosas empezaron mal desde el principio: "Llegaron tarde a cima, quizás tenían que haberse dado la vuelta. En la subida perdieron tiempo colocando una cuerda en el corredor para bajar rápido. Pero su sorpresa fue que al bajar se encontraron con que los coreanos la habían quitado. Y es lo que dice Carlos: un día de cima, no se quitan cuerdas aunque sean tuyas". En el descenso, Juanito iba el primero, en medio Carlos con Dawa Sherpa y detrás Tolo con Soman, el otro sherpa. Empezó a caer la noche y pararon a esperar al mallorquín, que iba muy por detrás. Estuvieron dos horas esperándole hasta que tuvieron que empezar a bajar. A las 00.30 horas llegaron al campo 4 (ocho horas y media después de hacer cima y con 20 horas de trabajo en total ese día). "Carlos iba ciego por el viento, había perdido sus gafas de ventisca, se había tenido que poner las normales, y hay que tener en cuenta que en la cima tuvieron viento de hasta 60 km/h. Y Juanito llevaba congelaciones en los pies, por la espera y andar de noche. Y que los rusos -la otra expedición- estaban con problemas, con un edema cerebral", apunta Nerín. Es a las 5.00 cuando Tolo manda a su sherpa para abajo y a esa misma hora en el campo 4 Carlos y Juanito se movilizan: "Hablan con los coreanos y les dicen que si sus sherpas que están de refresco en el campo 3, que no han hecho cima, pueden subir, son sólo 600 metros de desnivel, y que no hace falta que suban a bajarle, lo único que suban oxígeno y agua y algo de comida, que es lo que hace falta. Les ofrecen 6.000 euros, pero los coreanos se niegan, dicen que no van en el mismo grupo".
Después, el helicóptero fracasa en su intento de evacuar a Tolo, entonces Dawa Sherpa (de 50 años) decide subir él a buscarlo. "Se dio cuenta de que estaba más lejos de lo que pensaba. Al final, estuvo el pobre siete horas y media de subida, de noche, en la nieve, y cuatro horas y media de bajada. Pero no encontró a Tolo", lamenta la doctora Nerín. Mientras tanto, desde el campo base los médicos seguían hablando con Calafat. "En cierta manera, creo que se bloqueó mentalmente también, sólo decía que no se podía mover, que le subieran a buscar. Por la noche, Tolo empezó a sufrir la hipotermia. El tiempo se tornó terrible: viento, nieve, mucho frío. Se fue apagando poco a poco, tuvo una muerte dulce. En la última comunicación, ya con sólo un hilo de voz, nos dijo que la nieve le empezaba a cubrir. Le dije que hiciera un hueco para protegerse del frío. Ya no pudimos hablar más con él, ya no volvió a contestar", señala.
La médica de la expedición indica que el helicóptero llegó hasta la cima y recorrió tres veces el camino desde el campo 4 hasta la cumbre. Sin éxito. Después, evacuó a Juanito y Pauner hasta el campo base. "Un rescate así, a esta altura, nunca se había realizado, y puede que nunca se vuelva a realizar. Que le quede claro a todo el mundo", destaca la doctora.
en busca de los sherpas Ayer se produjo otra mala noticia. Los dos sherpas de la expedición, Sonam y Dawa, que no quisieron bajar en el helicóptero el jueves, no habían regresado anoche al campo base y no contestaban al walkie por lo que Pauner y Oiarzabal, junto a Javier Pérez, que tenían previsto tomar hoy un helicóptero hasta Katmandú lo van a retrasar para subir hasta el campo 2 e intentar localizar a sus sherpas.