El viento frena a Pasaban
La tolosarra equipa el campo 4 por encima del serac pero retrocede al campo base
bilbao. "¡Imposible!". Una palabra desoladora para describir un frenazo. El que sufrió la expedición de Edurne Pasaban en su camino hacia la cumbre del Annapurna, en su sueño del decimotercer ochomil. El viento que soplaba por encima del campo 3 (6.500 metros) obligó a la tolosarra y sus compañeros a desistir de seguir subiendo y regresar de nuevo al campo base. "Hemos tenido que retroceder de vuelta al base debido al fortísimo viento. La nueva predicción anunciaba que el día que planeábamos intentar la cima soplaría a 70 kilómetros por hora. ¡Imposible!", explicaba la alpinista vasca ayer en su diario de expedición.
No obstante, el trabajo de estos dos días en las alturas del Annapurna ha dado sus frutos, puesto que el peligroso serac que se encuentra entre el campo 3 y 4 y que paralizó el intento de cima de Edurne en 2007 ya está equipado. Se trata de la última dificultad técnica de la montaña, por lo que a partir de ahora cabe ser optimistas y esperar a una ventana de buen tiempo. "El intento, no obstante, tampoco ha sido por completo en vano: el campo 4 ya está listo, y se encuentra por encima del serac que tanto temíamos -ese que nos obligó a darnos la vuelta en el año 2007-. Con ese paso solventado podríamos decir que el camino hacia la cumbre ya está más o menos abierto, porque a partir de ese punto la ruta es más fácil", afirma la guipuzcoana. Eran las palabras cálidas de la jornada, las que sirven para elevar los ánimos en momentos de bajón. Es la mala climatología la que ya paró la escalada de la expedición de la guipuzcoana cuando se disponía a subir hasta el campo 3 la pasada semana. Cinco días tuvieron que aguardar hasta este nuevo intento que empezó bien pero que ayer sufrió un nuevo contratiempo. El bloque de hielo equipado es la versión optimista entre el vendaval. Un mal tiempo que se resiste a dar una tregua. "Los partes meteorológicos no son nada buenos: el martes y el miércoles va a nevar un poquito, pero parece que el viento baja. Ya veremos, a mí unos tres días aquí abajo me vendrán muy bien para recuperarme. Todos los demás están como una moto, y con muchas ganas. De momento estamos tranquilos", comenta Pasaban.
edurne está resfriada Y es que la montañera vasca no se encuentra bien porque está resfriada. "Toca otra vez esperar aquí. A mí no me vendrá nada mal, ya que estoy resfriada y no me encuentro del todo bien. No sé que habría ocurrido si hubiéramos seguido… Tal vez habría aguantado con el resfriado, pero la verdad es que ahora estoy para estar en el saco todo el día. Espero que el doctor Pablo, me dé algo para que se me pase rápido. Estar aquí enferma es duro, te deja la moral por los suelos… Será que os estoy dentro del saco, y eso me pone triste", escribía Edurne en su web.
Mientras tanto, las demás expediciones, numerosas, que están en el Annapurna, aguardan también a una mejora del tiempo. Todas ellas están por debajo del campo 2. En ese segundo alto del camino se encuentra Juanito Oiarzabal, que ahora está aclimatando en el campo base y que el pasado lunes consiguió equipar el segundo campamento de la montaña. La rival de Edurne en esta carrera de los catorce ochomiles, la coreana Oh Eun Sun, está también aclimatándose en la parte baja de la Diosa de la Abundancia.