bilbao. Nunca se sabe hasta dónde son capaces de llegar los misteriosos tentáculos de una sociedad templaria. El secretismo y la discreción son virtudes indispensables cuando un ente está condenado a la clandestinidad. Pero sus hilos llegan lejos: hasta talleres artesanales, camerinos de artistas, sacristías, despachos respetables... y hasta los frontones. No es malo que los pelotaris se dejen embaucar por los cantos de sirena de organizaciones tan enigmáticas como la Orden de Santacruz. Sus seguidores predican la fraternidad entre todos los seres humanos, algo muy parecido a lo que promueve el trofeo al juego limpio que se estrena este año en el Parejas y cuya clasificación lidera Laskurain. Dentro de su doctrina, inherente a su dogma, prevalece la necesidad de evolucionar como ser humano hasta liberarse del velo de la ignorancia y alcanzar una paz profunda consigo mismo. Tal vez Titín esté sopesando por sus adentros cómo llegar a esa paz interior. Hoy (18.15 horas, ETB SAT y Telecinco analógico), acompañado por el siempre leal Pascual, ha de enfrentarse en un duelo a vida o muerte a Juan Martínez de Irujo, un pelotari que enciende su versión más visceral y competitiva. No es necesario buscar motivación extra para un partido en el que necesitan ganar para seguir teniendo opciones de pasar a la final, pero no es menos cierto que dejar en la estacada al favorito al título y frente a su propio público, en su casa, sería para relamerse los dedos, para gustarse y darse una sabrosa venganza.
Hace pocos meses, Irujo y Titín se cruzaban sin guardaespaldas en un escenario muy parecido al de hoy. En una última y apretada jornada de la liguilla de semifinales se iba a decidir quiénes jugaban la final del Cuatro y Medio. El Astelena fue testigo de una cruel sangría. El delantero de Ibero no tuvo piedad del veterano Titín y lo dejó en la cuneta con un sonrojante 22-11. Escocido, Augusto se despidió de una txapela que anhelaba para reivindicarse.
Son dos pelotaris que no saben medir. Si hay leña la echan al fuego para que arda. Eso ya se vio en la elección de material en la que ambos se picaron en un partidito en la jaula. Antes de que uno de los dos se fuera a casa rabioso por ceder en el pulso, decidieron dejarlo con empate a 14. Hoy no habrá contemplaciones: uno llegará al cartón 22 y el otro quedará eliminado. Cerca del frontis estará hoy el espectáculo, pero puede que la clave del partido se esconda en el fondo de la cancha. Pascual y Beroiz también tienen mucho que decir. El primero ha recuperado su mejor versión durante esta cruzada, siendo vital en partidos como el disputado en Amorebieta ante Pablito y el colosal Begino. En la balanza que juzgue a Beroiz hay que hilar mucho más fino. Se nota que el debut en el Parejas le está pesando al navarro. Se le ha hecho largo y en momentos vitales le han faltado tablas. Pero para ser justos hay que decir que esa valoración se hace teniendo en cuenta que está en un binomio del que se espera que gane la txapela. Si Mikel Beroiz hubiese hecho el mismo papel en su debut con otro delantero, estaríamos destacando que ha realizado un papel más que digno.
El Labrit despide hoy a una de las parejas candidatas al título. El dinero saldrá a favor de Irujo y Beroiz, pero Titín seguirá fiel a su espíritu combativo, el que le hace resoplar como una locomotora persiguiendo cada pelota. Siempre inspirado en la búsqueda de su santo grial particular, la txapela de campeón. Puede que en el camino encuentre esa paz interior mística o se deje llevar por ese instinto animal que le empuja hacia la vendetta. Eso sí, que tenga en cuenta la advertencia del filósofo británico y miembro de la Orden de Santacruz, Sir Francis Bacon: "La venganza es una especie de justicia salvaje".